Para estudiar la historia de las relaciones multilaterales y el multilateralismo o mejor dicho, para conocer el origen de este concepto en las relaciones internacionales, debemos comenzar viendo el período del tratado de Paz de Westfalia en 1648. En ese momento, Europa había llegado a la conclusión de que podía traer paz y progreso definiendo los intereses comunes de varias naciones formando un Estado nación. Después de ello, a principios del siglo XIX, con la formación del Congreso de Viena, las relaciones multilaterales entre los países se convirtieron en una necesidad innegable y legal.

Como se puede ver desde ese momento y en los años siguientes, el sistema de gobierno de los países se movía en  dirección a mantener a los gobiernos como los principales actores del sistema internacional para cooperar en cuestiones comunes; La razón principal también ha sido mantener la seguridad y el orden.

De hecho, las relaciones internacionales han adquirido una nueva dimensión, según la cual los intereses de los miembros han estado circulando entre diferentes grupos y gobiernos; por lo tanto, para lograr los mejores resultados, era necesario tener una estrecha cooperación entre las unidades políticas. Por supuesto, si bien cada unidad mantuvo su independencia, fue necesaria una acción conjunta para lograr el desarrollo en un área. Esto creó un nuevo tipo de diplomacia: la diplomacia multilateral.

Lo que está claro es que la diplomacia multilateral sirve para alcanzar logros internacionales, y generalmente más allá de las fronteras de un país que un gobierno solo no podría alcanzar, y que necesitaría múltiples conexiones para avanzar hacia sus objetivos.

Por lo tanto, el multilateralismo se define como un acuerdo voluntario entre tres o más países que garantizan las relaciones interorganizacionales e internacionales con una mejor interpretación de la cooperación. Es por eso que muchos politólogos creen que el multilateralismo es la misma cooperación entre países que se logra a través de la membresía en una organización internacional, en otras palabras, diferentes países que tienen objetivos y principios similares, a medida que se unen, ahí comienzan las relaciones multilaterales para el avance de los  gobiernos hacia sus determinados objetivos. De hecho, en el mundo de hoy, hay muchas cosas que no se pueden resolver de manera unilateral o incluso bilateral.

Los ejemplos incluyen el calentamiento global, el desafío de los armamentos y, lo más importante, la seguridad y la lucha contra el terrorismo. En cada uno de estos casos, un movimiento coherente y eficiente para resolver un problema requiere la presencia de múltiples gobiernos y su cooperación multilateral.

Por supuesto, en el sistema internacional actual, ya sea en la búsqueda de intereses o en la búsqueda de una solución a un conflicto, la diplomacia bilateral todavía es funcional como lo era antes y es muy común entre los gobiernos, y lógicamente es permanente pues nunca se puede eliminar. Pero según la historia, el multilateralismo se puede extraer de estas relaciones bilaterales y conduce a la formación de organizaciones influyentes.

Según esto, las relaciones que los países del mundo tienen con las organizaciones económicas y políticas de la región latinoamericana son un ejemplo de este multilateralismo. De hecho, un país tiene una buena relación con uno de los gobiernos de la región y luego trata de influir en otros países y organizaciones.

En la última década, la diplomacia multilateral con la región latinoamericana generalmente se llevó a cabo a través de organizaciones supranacionales como el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y anteriores, como el Mercosur (Mercado Común del Sur).

Cada uno de los países fuera de la región ha podido obtener una mayor participación de toda la región latinoamericana a través de buenas relaciones bilaterales con un miembro poderoso de la organización.

Lo que une a los diferentes países en estas organizaciones y las relaciones multilaterales, además de los intereses comunes, son las características políticas y sociales comunes entre los países en esta cooperación.

El comercio mundial es una de esas categorías a las que es imposible llegar sin una perspectiva multifacética. De hecho, organizaciones como la Organización Mundial del Comercio han emergido como líderes en esta área para garantizar actividades multilaterales y el establecimiento de otras instituciones afiliadas. Esta es una de las áreas en las que la diplomacia multilateral está ayudando a los países.

Hoy en día, no es ningún secreto que el poder económico se ha convertido en un elemento importante en el poder político de los países en el ámbito internacional, hasta el punto de que incluso en la era actual, para estudiar el comportamiento de los gobiernos en el ámbito internacional, evalúan su comportamiento económico.

Otra cosa que plantea el multilateralismo como un tema muy importante es la seguridad.

En el mundo actual, dado el llamado hábito en los medios, siempre hay signos de la necesidad de mantener la seguridad y las preocupaciones relacionadas a este fenómeno, lo que significa que ningún país puede afirmar que puede garantizar su seguridad solo o sin ningún contacto con otras naciones.

Por otro lado, los conflictos entre países y la presión internacional sobre un país, con diplomacia multilateral, pueden provocar la menor cantidad de daños para los países involucrados. Por ejemplo, el apoyo de uno o más gobiernos regionales para un país puede evitar los votos negativos en cualquier campo en contra de ese país. De hecho, en este caso, el multilateralismo de alguna manera brinda apoyo legal e internacional a los gobiernos.