Segundopaso – En la historia de Cuba, a partir del triunfo de la Revolución surgen una serie de imposiciones, embargos y sanciones comerciales que llegan a los 61años de bloqueo económico por parte de los Estados Unidos de Norteamérica.
Pese a las continuas restricciones que los diferentes gobiernos de la nominada ‘Primera potencia mundial’ han sometido a este país caribeño, la meta en cuanto a derechos sociales, se centró en la atención prioritaria a la salud y la educación. Estos dos ejes marcaron décadas de investigaciones y de proyectos dirigidos no solo a solucionar los problemas en estas dos áreas a lo interno, sino también como política exterior.
Estados Unidos en su posición Imperialista, colonialista y de dominación de los pueblos trabajaron permanente para que la Revolución cubana fracasara y desterrar por completo las ideas del Socialismo y del Comunismo asociándolas al autoritarismo y a la pobreza. Era evidente que las ideas comunitarias contrariaban el sistema capitalista, que aunque fuese exitoso en su momento, estaba basado en la explotación laboral, el monopolio, la usura y la deshumanización caracterizada por el individualismo y consumismo extremo.
El historial de sanciones se remonta a octubre de 1960, como respuesta a las expropiaciones de las compañías y demás propiedades de los ciudadanos estadounidenses en la isla por parte del gobierno de Fidel Castro.
En 1992, el embargo adquirió el carácter de ley con el propósito de mantener las sanciones indefinidamente hasta que el gobierno no cambiará su programa ideológico
En 1996, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley llamada Helms-Burton Act. Para eliminar la posibilidad de hacer negocios con Cuba e impedir ayudas públicas o privadas.
En 1999, el presidente Bill Clinton amplió el embargo comercial prohibiendo a las filiales extranjeras de compañías estadounidenses comerciar con Cuba, siendo por ello la primera ley transnacional en el mundo.
En el 2014, los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, acordaron mejorar las relaciones políticas, sociales y económicas entre ambos países, suponiendo que terminarían los embargos comerciales y financieros. Pero en el 2017 Donald Trump revirtió muchas de estas medidas.
El embargo hacia Cuba es el más prolongado que se conoce en la historia moderna. He incluso ha sido condenado 23 veces por las mismas Naciones Unidas, por afectar directamente a la economía del pueblo cubano.
En 2019, el jefe del ejecutivo impuso restricciones mucho más severas sobre los viajes a Cuba, boicoteando planes de turismo que reactivan su economía. En ese momento, el departamento del Tesoro también anunció que no se iban a permitir los denominados “viajes educativos” o “culturales”. Los mismos ciudadanos han manifestado, que esto atenta tanto los derechos de los cubanos, como de los estadounidenses.
Por su parte, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, rechazó las sanciones que contra su país y aseguró que Cuba “no renunciará nunca a su soberanía”. Y expresó que “la política cruel y criminal de Washington será derrotada por el pueblo”
Actualmente debido a las relaciones de amistad de Cuba con el gobierno venezolano, las sanciones parecen interminables. Pero no solamente para este país; antes fue Irak, Libia, Palestina. Hoy se extiende la lista con Siria, China, Rusia, Irán… y las amenazas continúan incluso hacia países de la Unión Europea. Parecería entonces que un principio de los Estados Unidos es pensar ‘que el mundo es su enemigo’, sea cual fuere el motivo: político, ideológico, comercial, tecnológico o cultural.
Mientras tanto la pequeña Isla de Cuba, pese a todas las dificultades y limitaciones económicas continúa trabajando para ser los pioneros en educación y en salud, como una propuesta solidaria global.
Desde su exitoso plan de alfabetización pos revolución. Su Plan Nacional se convirtió en un modelo alternativo para superar el analfabetismo en América Latina con la implementación del programa “Yo sí Puedo” mediante programas radiales y televisivos, con cartillas didácticas y módulos para maestros preparados pedagógicamente por especialistas cubanos, material listo para ser adaptado a diferentes realidades y contextos, de forma práctica y económica.
A continuación, los datos presentados por el blog de EcuRed:
“El Programa “Yo Sí Puedo” ha sido utilizado con éxito en casi una treintena de naciones, entre ellas Venezuela y Bolivia, declaradas libres de ese flagelo en el 2005 y en 2008, respectivamente, con la asesoría de Cuba, que de manera solidaria trasmite su experiencia en la educación a varios países. Entre los países que lo utilizan se encuentran Argentina, Venezuela, México, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Colombia”
“En México se ha utilizado, con buenos resultados, en los estados de Michoacán, Oaxaca, Veracruz y Nayarit. En este caso las grabaciones están realizadas por actores mexicanos e incluyen variaciones propias del español hablado en el país.”
En África se utiliza en Nigeria, Guinea-Bissau, Mozambique, Angola y Sudáfrica. Con adaptaciones propias a sus lenguas, así como a sus condiciones históricas, geográficas y sociales. También se está utilizando en Nueva Zelanda y en Sevilla como primera experiencia en Europa, donde se estima la existencia de al menos 35.000 analfabetos.
“Este programa recibió el Premio Alfabetización 2006 Rey Sejong de la UNESCO, otorgado al IPLAC (Instituto Pedagógico Latinoamericano y del Caribe de Cuba) por la promoción del sistema de alfabetización tan exitosamente aplicado en los países mencionados anteriormente.”
En el área de salud de igual forma, la reconocidas Brigadas médicas de Cuba han recorrido el mundo. En época de plena pandemia de Coronavirus hicieron noticia en el tratamiento y recuperación de quienes contrajeron está enfermedad en los peores momentos de contagio en Italia y actualmente en Grecia. A este respecto, Prensa Latina nos informa:
‘El Equipo Griego por el Premio Nobel de la Paz 2021 para la Brigada Médica Cubana presentó hoy el Comité de Honor de esa iniciativa, informó Velissarios Kossivakis, administrador de esa acción popular… Recogiendo 65 mil firmas de apoyo en el pasado agosto de este año.”
Kossivakis expresó que ‘es lo menos que podemos hacer para reconocer la obra más solidaria y humana de un país chico geográficamente, pero inmenso en su actitud martiana de echar su suerte con los pobres de la tierra’.
En estos momentos, más de 200 organizaciones de 26 países acompañan hoy una plataforma activada en Francia para solicitar la entrega del premio Nobel de la Paz 2021 a las brigadas médicas cubanas que enfrentan la Covid-19 por el mundo.
Esperemos que este galardón internacional sea con concedido a los verdaderos luchadores por la Paz y no a quienes se jactan de democracia, pero finalmente quieren imponer sus ‘falsas verdades’
Maryam Torres
