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Profeta Muhammad (P)

Según el reporte del diario español ABC el nombre de “Muhammad” (con todas sus diversas pronunciaciones y derivados) es el más común entre los nombres del mundo.

Más de 150 millones de personas en el mundo se llaman Muhammad. De acuerdo a la última encuesta de este diario, Muhammad es el nombre más frecuente en Pakistán, India y Bangladesh; en Turquía se escribe y pronuncia como ‘Mehmet’, en Bosnia ‘Meho’, en África como ‘Mamadou’, en Albania en tres formas, como ‘Mahommed’, ‘Mehmed’ y ‘Mahomet’; en latín como Mahometus y en español como Mahoma. Todos estos nombres derivan del nombre “Muhammad”.

Muhammad es el nombre del Santo Profeta del islam y también de una de las suras del Corán. Muhammad en árabe significa ‘el muy elogiado’. Además, el nombre del duodécimo Imam y el ‘Salvador Prometido’, como había anunciado el Santo Profeta, es Muhammad. Otros significados del nombre “Muhammad” son: alabar, estar satisfecho, dar gracias, ser muy elogiado, glorificado y tener un buen carácter.

El Profeta Muhammad (la Paz y las Bendiciones de Dios sean con él y su bendita familia), fue uno de los Profetas dotados de autoridad y el último Profeta divino, nació en la comunidad politeísta de la Península Arábiga el 17 de Rabi al-Awal (570 d.C.), y perseverando en el camino que había iniciado, pudo difundir la religión monoteísta en una de las sociedades más ignorantes de esa época; y en períodos posteriores, debido a sus enseñanzas, el islam se convirtió en una religión mundial. Una religión que marcó una de las civilizaciones humanas más brillantes de la historia en cuanto a ciencia y conocimiento, filosofía y sabiduría, higiene y espiritualidad.

El milagro eterno del Profeta Muhammad es el Corán, que le fue traído por el Arcángel Gabriel el honesto, a lo largo de 23 años a través de revelaciones.

El nombre de su padre fue Abdulah y el de su madre Amina. El honorable Muhammad a pesar de haber nacido en una sociedad politeísta, evitó la idolatría y los malos hábitos comunes en la sociedad. A la edad de los cuarenta fue elegido Profeta y el mensaje más importante que trajo fue la invitación hacia el monoteísmo. Presentó al propósito de su misión como completar las virtudes morales. Los idólatras de La Meca lo molestaron a él y a sus adeptos durante años, sin embargo, ellos no renunciaron al islam. El Profeta Muhammad después de 13 años de haber invitado al islam en La Meca se dirigió hacia Medina y esta emigración se convirtió en el comienzo del calendario islámico.

La característica más elevada y evidente del Santo Profeta fue su dimensión moral. El Corán dice a este respecto: “Eres el dueño de una buena y valiosa moral”. En la descripción del comportamiento y los atributos del Profeta han dicho que la mayoría de las veces guardaba silencio y sólo hablaba lo suficiente; sonreía, pero nunca se le vio abrir toda la boca, ni reír a carcajadas. Cuando quería poner atención en alguien, volteaba todo su cuerpo. Le gustaba andar limpio y fragante, en tal forma que cuando iba por algún lugar, los transeúntes que pasaban después de él, debido al agradable olor que dejaba, se percataban de su presencia. Vivía en completa sencillez, se sentaba en el suelo, comía sentado en el suelo y nunca fue arrogante. Nunca comió hasta saciarse y en muchas ocasiones, en especial después de su traslado a Medina, experimentó el hambre. A pesar de todo esto no vivió al igual que los monjes y él mismo decía que se había beneficiado grandemente de los favores del mundo, y tanto ayuno como adoró. Su trato hacia los musulmanes e incluso hacia los creyentes de otras religiones fue con un método basado en la compasión, la magnanimidad, el perdón y la bondad. Su carácter y su vida fueron tan agradables para los corazones de los musulmanes que fue transmitido, de uno a otro, hasta el más mínimo detalle, y todavía lo utilizan como modelo para sus vidas.

Algunas de sus palabras fueron las siguientes:

“Los mejores siervos ante Dios son aquellos cuyo carácter es mejor”.[1]

“Los siervos más amados ante Dios son aquellos que son más útiles para los siervos de Dios”.[2]

“Los mejores de entre vosotros son aquellos que son mejores para sus esposas”.[3]

El Santo Profeta también anunció en una narración acerca del Salvador de los últimos tiempos, quién lleva también su nombre:

٬لولم یبق من الدنیا الا یوم واحد لبعث الله فیه رجلا اسمه اسمى و خلقه خلقى یكنّى ابا عبدالله .

“Si sólo quedase un día en la vida del mundo, Dios ese día elegirá a un hombre que su nombre es mi nombre, su apelativo es el mío y su apodo es Abu Abdulah”.

Sobre el método y el tipo de comportamiento del Profeta que se conoce como “Al-Seerat an-Nabawiyyah” (biografía profética), a lo largo de la historia del islam, se han escrito muchos libros y realizado diferentes investigaciones. Considerando que Dios dijo acerca de Su Mensajero:

﴿ لَقَدْ كَانَ لَكُمْ فِي رَسُولِ اللَّهِ أُسْوَةٌ حَسَنَةٌ﴾

“Ciertamente, en el Mensajero de Dios tenéis un buen modelo”. (Sagrado Corán, 33:21)

los musulmanes han puesto atención en el comportamiento del Profeta en varios aspectos de la vida.

A principios del año 11 de la Hégira, el Profeta (la Paz y las Bendiciones de Dios sean con él y su bendita familia) cayó enfermo. Cuando su enfermedad se agravó, subió al púlpito y ordenó a los musulmanes que fueran amables entre sí y dijo: “Si alguien tiene algún derecho sobre mí que lo tome o lo haga legal, y si he lastimado a alguien, ahora estoy listo para compensarlo”.

Finalmente, este honorable murió el día 28 de Safar en el año 11 AH (8 de junio de 632 d.C), mientras su bendita cabeza se encontraba recostada sobre el pecho y el cuello del Imam Ali (la Paz sea con él).

Un punto importante e interesante es que el nombre de Muhammad no sólo se menciona en el Sagrado Corán y las tradiciones islámicas, sino también en otros Libros Sagrados.

En la Biblia:

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Periklytos (Consolador), para que esté con vosotros para siempre”. (Juan, 14:16), y “Mas Periklytos (el Consolador), el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”. (Juan, 14:26).

El significado de Periklytos Paracleto, en árabe significa: Ahmad y Muhammad.

Antes del islam, no había ninguna diferencia entre los eruditos cristianos y los comentaristas de la Biblia en que Paracleto era el profeta prometido de la Biblia. Algunos cristianos incluso se llamaron a sí mismos ‘el Prometido’ de los Evangelios y se aferraron a esta palabra. William Muir, en 1848 d.C., escribió en su libro que un hombre de Asia Menor llamado “Muntes” se consideró profeta y afirmó ser el prometido del Evangelio, y un grupo lo aceptó.[4]

Debido al hermoso temperamento, nobleza moral, alto y sinigual rango espiritual del Profeta Muhammad (P), los musulmanes muestran gran interés en llamar a sus hijos con el nombre de este honorable, pero la frecuencia del nombre de Muhammad no se restringe a los países islámicos, sino que este nombre entre los no musulmanes es también muy popular. Como por ejemplo el nombre de “Muhammad” es el más popular en algunas regiones de Francia; mientras que, en Bretaña y España, ocupa el sexto lugar de popularidad. El nombre “Muhammad” es el nombre más popular entre los musulmanes y en el mundo.

“Muhammad” es un nombre que, después de todos estos años, sigue siendo una de las primeras opciones de las familias en todo el globo terrestre para llamar a sus hijos y así se beneficien de su bondad y bendiciones; esto también considerando que la elección de los nombres para niños ha cambiado tanto y algunas familias intentan elegir nombres muy especiales para sus hijos recién nacidos, ya que es innegable de cómo influye en el desarrollo de la personalidad del niño un nombre bello y adecuado.


[1]. Nahy-al Fasahah, p.169, no.84.

[2]. Ídem, p. 163, no.86.

[3]. Ídem, p.465, no. 1477.

[4]. Bisharate Ahadain, Muhammad Sadeghi, Biblioteca Islámica, cuarta edición, Teherán, p. 231.

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