Arabia Saudita el Mayor Promotor de Grupos Terroristas
Segundopaso – Ante el despliegue en 2015 de la llamada operación Tormenta Decisiva por parte de Arabia Saudita y su Aliado déspota Estados Unidos, hasta hoy como resultado solo a obtenido el repudio de la población, y la lucha incesante del pueblo de Yemen. En general ante el asedio, el desplazamiento y genocidio al pueblo de Yemen, las llamadas Organizaciones Internacionales hasta el día de hoy se hacen de la vista gorda ante estos hechos, y a cambio dan la mano de manera sonriente al criminal Saudí que no tiene un mínimo de respeto a la vida, veamos que es lo que acontece en Yemen actualmente.
Yemen es un país que cuenta con una rica historia y cultura ancestral, su tierra, relativamente fértil, y su clima húmedo permitieron el desarrollo de una población estable, por tal razón, el geógrafo griego Claudio Ptolomeola se refirió a Yemen en sus textos como la ‘Arabia feliz’. El reino de Saba, cuya capital se cree que fue Marib, surgió en el siglo VIII a.C. y alcanzó un gran poderío por su situación estratégica entre la India y el Mediterráneo. El Antiguo Testamento y el Corán cuentan, sobre la visita de la opulenta Reina de Saba al Rey Salomón y el esplendor de su séquito reflejaba las riquezas que poseían en esa época.
Hacia la década del 2000, la fuerte crisis económica, el alto desempleo y corrupción provoca el levantamiento de los sectores populares lideradas por grupos chiitas que reclamaban atención del gobierno y pedían justicia; pero son opacados por el surgimiento de células terroristas y paramilitares de Al Qaeda, quienes iniciaron una serie de ataques a objetivos estadounidenses. Con este pretexto Estados Unidos ha realizado diferentes intervenciones en Yemen, con aviones no tripulados y desde embarcaciones. Hacia el 2009, el ejército yemení lanzó una nueva ofensiva con la asistencia de las fuerzas de Arabia Saudita causando decenas de miles de civiles fueron desplazados por los combates.
A partir del 2015 que se agudizó el conflicto más de 130.000 personas han perdido la vida, otros 4 millones han tenido que abandonar sus hogares a causa de los combates y bombardeos que afectan directamente a la población civil. Actualmente unos 24 millones de personas, el 80 por ciento de la población, requiere de ayuda, convirtiendo esta crisis humanitaria en una de mayor envergadura creando un escenario peor que el de Siria e Irak, ignorado por el mundo. Yemen es uno de los países menos comprendidos y estudiados dentro de las grandes problemáticas que vive el Medio Oriente.
Yemen, hoy día, es un país devastado, con servicios de salud casi inexistentes y poca comida. Se ha convertido en uno de los países más pobres de Oriente Medio, lleno de inseguridad, violencia, desplazamientos y muertes, unos 7,4 millones de personas sufren de desnutrición, entre ellos, 2 millones de niñas y niños que en su mayoría requieren de ayuda humanitaria para sobrevivir.
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Intervención militar liderada por Arabia Saudita
Arabia Saudita, que miraba como un peligro a su reinado los levantamientos en Yemen, por lo que aplicó una serie de crueles medidas en su contra: por un lado, la suspensión de la ayuda económica y por otro, la creación de una coalición a partir del liderazgo de Riad, que incluía fuerzas de Emiratos Árabes, Qatar, Baréin, Kuwait, Jordania, Egipto, Sudán del Norte y Marruecos, con apoyo logístico de Estados Unidos y algunos países de Europa, iniciando así las denominadas operaciones “Tormenta decisiva” lo que ocasionarían resultados nefastos para la población civil yemení desde 2015.
Estas operaciones e intervencionismo no han acabado y han creado resentimiento en gran parte de la población, reflejado en multitudinarias protestas. Los aviones de guerra saudíes bombardearon los cargamentos de ayudas humanitarias del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas para Yemen. El bloqueo naval impuesto por Arabia Saudí a su vecino pobre ha provocado además el desplazamiento interno de aproximadamente un millón de personas, al tiempo que otros 20 millones se ven necesitadas de alimentos, agua y suministros médicos.
Además de ello, Arabia Saudita ha sido acusada de promover la presencia de grupos terroristas como EIIL (Daesh, en árabe) quienes cometieron realizaron las ejecuciones de varios combatientes del movimiento popular Ansarolá, al igual que del Ejército yemení. Estos detestables crímenes fueron grabados en videos y subidos en redes sociales. en los que se observa cómo los terroristas cuelgan proyectiles de mortero de los cuellos de cuatro combatientes yemeníes y luego los hacen estallar. En otro momento, se ve cuando los takfiríes hacen subir a soldados yemeníes en un bote y activan los explosivos adosados a la embarcación.
Presencia de mercenarios y contratistas
Se trata de la presencia de fuerzas de combate extranjeras, que generalmente son conocidas como contratistas o mercenarios, que ya se conocían en la región, a partir de la experiencia de la invasión estadounidense a Iraq.
Ello habla de la presencia de un grupo especializado compuesto principalmente por latinoamericanos y eritreos, donde se destacan los miembros colombianos, reclutados más o menos a mediados de 2010 para servir en Emiratos Árabes, por una convocatoria que vio, en el final del conflicto con las FARC en Colombia, una oportunidad para reclutar militares experimentados que ya no tendrían un escenario de guerra dónde servir. A muchos, se les sedujo ofreciéndoles salarios en dólares, que claramente superaban las cantidades ofrecidas en Colombia. La mayoría de estos personajes son oficiales retirados y expertos antiguerrilla, que ya han adquirido experiencia (Medina, 2017a, p. 119), aunque no se descartan mercenarios que van de guerra en guerra prestando sus “servicios”.
La presencia de estos grupos foráneas agrega otro componente a la compleja situación creada por la intervención de Estados Unidos y su aliado Arabia Saudita. El movimiento popular yemení Ansarolá, por su parte ha recalcado en varios casos que las fuerzas yemeníes suspenderían sus operaciones de represalia solo cuando este país, ponga fin a su devastadora intervención bélica y bloqueo contra el territorio yemení.
