Donald Rumsfeld representa uno de los halcones impulsores de la guerra de Estados Unidos y de Occidente contra Irak. Es e creador malévolo y macabro de todas las estrategias que se usaron para tomar por asalto a este histórico país donde todavía quedan algunos vestigios de lo que ha sido el desarrollo histórico de la humanidad, enclavado entre el Tigris y el Éufrates y donde cuando estudiamos en el bachillerato lo teníamos como referente de aquello que llamamos la Mesopotamia.
Donald Rumsfeld no solo estalla una guerra en Irak para justificar, para aumentar las ganancias, producto de la acción bélica que siempre ha tenido el establishment norteamericano, sino que es también el autor de todos los desmanes que EEUU ha cometido en eso que ellos llaman el “Medio Oriente” y que nosotros reconocemos como Asia Occidental.
Se le han querido adjudicar luego de su fallecimiento algunas virtudes que honestamente no cuadran justamente con los derechos humanos de quienes han sido víctimas, o fueron víctimas o somos víctimas de esa política exterior norteamericana vandálica y guerrerista en contra de toda acción o de toda nación que tenga por principio la autodeterminación. Donald Rumsfeld va a representar una generación de hombres que, asidos del poder en los EEUU, tomaron para sí el control absoluto o quisieron tomar para si el control absoluto de todos los commodities en el planeta, incluyendo el petróleo, el primero de ellos, y por ello es parte integral de ese quipo de guerreristas, de perros de la guerra que se lanzan contra los países que tienen el (recurso) mencionado.
Rumsfeld nace en 1932 y se dio a conocer al mundo con sus constantes apariciones en televisión que se prolongaron al ritmo que hacía la guerra. Fíjense que es un hombre que viene a descollar después de la segunda mitad del siglo XX, coincidiendo su época de juventud con el triunfo de la Revolución Cubana, frente al triunfo de algunos proyectos revolucionarios en el mundo. Por supuesto, criado bajo el estigma de un mundo bipolar, donde había dos grandes polos, el bloque socialista y el bloque capitalista; cosa que después quedó demostrado que sirvió más a los EE.UU. que a los fines propios de las revoluciones que quisieron hacer en esos pueblos liberados, pero donde surgen este tipo de personajes.
Donald Rumsfeld va a ganar notoriedad luego del 11 de septiembre de 2001, si se quiere, pero antes de eso ya venía participando como perro de la guerra, como asesor para la guerra, como agente de primer orden de la CIA y de los organismos de inteligencia norteamericanos. Se prolongó su fama luego de la guerra, desplazando la atención a Afganistán con Osama Bin Laden, aquel personaje que no dejaron restos porque lo “enterraron”, lo sepultaron en el mar para evitar que se comprobara; y luego con el asesinato de Sadam Husein. O sea, con la toma de Irak y el asesinato cruel de Sadam Husein, acusado de poseer unas armas de destrucción masiva que nunca se encontró y que Donald Rumsfeld es casi el autor de esa estrategia. A Sadam Husein se le dice que Irak estaba cargado de misiles balísticos y misiles nucleares,
"Estados Unidos está más seguro gracias a Donald Rumsfeld", afirmó George W. Bush, el infeliz hijo de George Bush padre, quienes en conjunto ejecutaron los mayores desmanes contra la humanidad. Dirán, "bueno no es mucho lo que se puede decir sobre un asesino compulsivo como Donald Rumsfeld y sus mandantes y sus jefes", pero hay cosas que uno debe decirlas con cierto énfasis porque se traducen, exactamente, en el historial bélico y criminal de la dirigencia norteamericana, tanto republicana como demócrata; todos sabemos que la política exterior norteamericana sigue siendo una sola.
La causa de la muerte reciente de Donald Rumsfeld, dicen que es un mieloma múltiple, un tipo de cáncer medular, óseo, que afecta las células plasmáticas y que suele aparecer en personas de avanzada edad. Lamentamos la muerte de cualquiera, hasta de un personaje como este, pero no podemos dejar de decir que Donald Rumsfeld servirá de ejemplo bizarro, de ejemplo contrario a la razón, a la hermandad, a la visión de un mundo mejor, a ese mundo donde quepamos todos con nuestras particularidades.
Su historial de guerra abarca el mismo historial de guerra y estigma que la ha puesto Norteamérica, el empeño que Norteamérica le pone a sus hombres: participó en Pearl Harbor, estuvo en portaviones del 54 al 57, se casó, es un fiel creyente del protestantismo , me imagino que fue un lector compulsivo de la Biblia, pero eso no evitó que se uniera al equipo de congresistas norteamericanos, con Dave Dennison, y cinco años después, en el 62, fue el último (congresista republicano) elegido por Illinois, cargo que ocupó hasta 1969, cuando pasó a dirigir la Oficina de Oportunidades Económicas del flamante gabinete de Richard Nixon.
Como pueden ver, allí conoció a Dick Cheney y, al mismo tiempo, contrató con él y mantuvo una amistad duradera que los va a llevar, inclusive, hasta el cine. Donald Rumsfeld es un personaje extremadamente mediático, puesto al servicio de la inteligencia norteamericana. En un momento se llegó a pensar que podía ser hasta candidato de la presidencia de los EEUU, cosa que sabemos que no lo eligen los norteamericanos, sino que lo pone el establishment , se los pone las fuerzas políticas, las fuerzas económicas, corporativas que dirigen ese país.
Tras la renuncia de Nixon por Watergate, Rumsfeld fue nombrado presidente en transición de Gerald Ford y, en 1975, Secretario de Defensa, cargo que ocupó hasta 1977; de allí dio un salto al sector privado hasta que Ronald Reagan lo recuperó como enviado especial a Oriente Medio. Ahí vemos esa parte oscura que queda allí en su historial, en su prontuario criminal, digamos, de la empresa privada, que lo va a dedicar a la empresa mercenaria, lo que ellos llaman los “contratistas”, y esas contratistas viven de la guerra y para la guerra, y ganan ingentes cantidades de dinero.
Rumsfeld representa esa avalancha que vamos a tener a lo largo del siglo XX y parte del XXI de empresas de este tipo, empresas que viven del asesinato cruel y del hostigamiento y el sufrimiento de pueblos enteros, y eso le ha dado a Donald Rumsfeld un status quo dentro de los héroes, digámoslo así, que plantean los EEUU como modelo a seguir, le da un estatus de ese hombre titánico, casi que sobrenatural, que fue capaz de acabar con un pueblo de mujeres, niños y viejos desarmados que no pudieron dar batalla frente a la alta sofisticación de muerte que representan los EEUU.
En lo personal, repito, nos duele la muerte de cualquiera, hasta de un individuo como este, porque desde la revolución no jugamos con la muerte, pero hay que decir con propiedad de que cada uno de estos personajes hacen un papel protagónico desde la maledicencia que significa intentar gobernar el mundo desde una sola visión, la visión imperialista y asaltar las riquezas del planeta entero vía la utilización de esa empresa de guerra o las empresas de guerra, tanto las contratistas como la empresa de guerra que oficialmente tiene los EEUU. No en balde, Donald Trump, en su gobierno, anunció que iba a cobrarle a los países que custodiaba y que iba a cobrar los servicios prestados por el ejército americano norte en Afganistán, en Corea del Sur y en otras naciones del mundo, porque EEUU no podía dar de gratis todos esos servicios,
Donald Rumsfeld es parte de ese gran complejo, vamos a decir de la industria bélica, de la muerte y de la devastación, con el cual se va a reconfigurar lo que después la señora Hilary Clinton va a llamar el “Nuevo Medio Oriente” y que Obama va a tener que asumir como política exterior norteamericana. Con Rumsfeld se inicia la ruptura de las armonías en el Medio Oriente, fortalece el sionismo israelí (que cuando uno dice “sionismo israelí” está diciendo “imperialismo norteamericano”), la presencia concreta del poder occidental, de EEUU, de Europa y del Reino Unido en la zona a través de Israel y el control casi absoluto de todos los agentes de petróleo, salvo Irán. Irán va a aparecer allí como el enemigo a vencer, como la piedra en el camino, como el estorbo para los intereses norteamericanos y, por eso, tantos ataques contra Irán.
Rumsfeld sintetiza, en buena parte, la maledicencia, las malas intenciones, la visión geopolítica, pero a partir de la guerra y no de la paz y va a montarse en lo que ellos mismos van a llamar (y que anunció George Bush en su tiempo )… El “Nuevo Medio Oriente” y la construcción de una América poderosa, libre, que pueda sostener las banderas de la libertad de Superman y la justicia del Palacio de Justica de los comics de Marvel, porque sabemos todos que EEUU representa la injusticia en su actuación, tanto internacional como nacional y la opresión, no la libertad, la opresión de quienes se le oponen.
No tenemos más nada que decir sobre Donald Rumsfeld, sino que como devotos de la paz y amantes de la armonía, que su familia tenga el consuelo por haberlo perdido, de su muerte. Como político, no podemos desconocer su historial criminal y de guerra que bastante notorio, público y comunicacional es; y como militantes del progresismo internacional y de la vida libre de hegemonía, la condena absoluta a este tipo de personajes que dejan tras de sí una estela de agentes contaminados que el imperio va a seguir posicionando a nivel mundial.
Donald Rumsfeld es un ejemplo para lo peor de los EEUU, para el servicio secreto, para el servicio militar, para aquellos que dan su vida por la hegemonía norteamericana….
Dr. Ángel Tortolero Leal
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