publicado el: 24 septiembre 2021 - 04:17
El problema histórico de las generaciones en José Ortega y Gasset y Manuel González Prada

Segundo Paso para Nuestra América.- La autora intenta referir las consideraciones generales del problema histórico de las generaciones propuestas por José Ortega y Gasset y Manuel González Prada. En un segundo momento, luego de una sucinta exposición descriptiva, se arriba a la conclusión de que la distinción entre ambas miradas es de carácter político. Al respecto, cabe destacar que la posición del escritor peruano se obtuvo de un reportaje realizado por José Carlos Mariátegui para el periódico El Tiempo en 1916.

Propuesta orteguiana

El filósofo y sociólogo Ortega y Gasset, nació en Madrid, el 9 de mayo de 1883 y murió en la misma ciudad en 1955. Al igual que Miguel de Unamuno, su pensamiento influyó profundamente en el devenir intelectual latinoamericano. Su concepción sociológica, fundamentada en el método histórico de las generaciones, contribuyó, notablemente, en la sistematización cualitativa del pensamiento social y filosófico por la originalidad de sus planteamientos en contra del idealismo y el positivismo.  

En términos generales, defendió que los hechos sociohistóricos descansan sobre bases estructurales, desestimando, así, los supuestos de carácter empiristas y psicologistas. Por tal motivo, consideró que la historia es la “reconstrucción de la estructura de ese drama que se dispara entre el hombre y el mundo” (Ortega y Gasset, 2006, p.32). En suma, su propuesta radicó en el estudio de la estructura objetiva de la vida; es decir, de la estructura vital.

Ahora bien, de acuerdo con lo expuesto por el filósofo madrileño, la relación entre el hombre y el mundo debe comprenderse como actualidad histórica, como hoy. Ello implica que el examen sincrónico de una convivencia actual debe analizarse como unidad en un tiempo histórico. Al respecto, afirmó que la estructura vital es un tiempo histórico, es un hoy, entre otros hoy, en el desarrollo histórico social; por tanto, es posible efectuar varios cortes sincrónicos, o la selección de unidades de tiempo, para su pesquisa en un período histórico determinado. Al punto que el problema histórico de las generaciones “permite ver esa vida desde dentro de ella, en su actualidad. La historia es convertir virtualmente en presente lo que ya pasó” (p. 48).  

En relación con lo expuesto, el autor, dejó en claro que un hoy, como modo de vida, debe abordarse distinguiendo −en las relaciones generacionales− los contemporáneos de los coetáneos. Tener la misma edad y compartir algún contacto vital define la noción de generación; por ende, éste concluyó que la comunidad de fechas y la comunidad espacial son las características vitales de una generación. La comunidad de fechas, o zonas de fechas, identifican los que tienen la misma edad vital e históricamente; con ello, quiere decir que:

Lo decisivo en la vida de las generaciones no es que se suceden, sino que se solapan o empalman. Siempre hay dos generaciones actuando al mismo tiempo, con plenitud de actuación, sobre los mismos temas y en torno a las mismas cosas pero con distinto índice de edad y, por ello, con distinto sentido. (p. 61).  

Además, cabe destacar que la vida del hombre −desde una perspectiva histórica− se divide en cinco edades de a quince años: niñez, juventud, iniciación, predominio y vejez; aunque apuntó que el lapso histórico de importancia para el tema de las generaciones son las de iniciación y predominio. La generación de iniciación cuenta con actores cuyas edades oscilan entre los 30 y 45 años, mientras que la generación de predominio representa a los sujetos entre los 45 y 60 años de edad.

Al respecto, recomendó a los historiadores de las ideas que deben escoger el epónimo −o epónimos− una vez acotado el hoy, o el presente o la época, a investigarse a fin de definir la estructura vital de la generación decisiva. La técnica para delimitar la generación decisiva consiste en preguntarse cuándo cumplió 30 años de edad el epónimo −o grupo de epónimos− seleccionado.

Apreciación crítica de González Prada

A propósito de la sociología expuesta por Ortega y Gasset en torno de la noción de generación, vale la pena destacar la percepción del maestro González Prada sobre tan importante y espinoso tema. Difícil en cuanto a que las generaciones influyen el rumbo, acertado o equívoco, de las posteriores; aunque sin pretensión de linealidad histórica.

Antes de continuar, es de suma importancia acotar que el reputado prosista nació el 5 de enero de 1844, en Lima, Perú, y murió el 22 de julio de 1918, en la misma ciudad. Influyó, notablemente, en la juventud de ese país, básicamente, en los nacidos a finales del siglo XIX. Además, fue un ilustre pensador anarquista, diferenciándose del grueso de los intelectuales que abrazaron las corrientes románticas, idealistas y colonialistas.

Ahora bien, José Carlos Mariátegui publicó en el periódico limeño El Tiempo, el 2 de diciembre de 1916, entrevista al maestro en cuestión titulada: “La generación literaria de hoy”. Lo que más impactó al Amauta fue la sincera opinión de quien era considerado el erudito más significativo de finales del diecinueve y principios del veinte peruano. “Dijo don Manuel González Prada hace varios días, en una entrevista con un joven escritor, que la generación literaria de hoy es la más fuerte, fecunda y valiosa de cuantas generaciones había tenido esta tierra…” (Mariátegui, 2010, p. 486). Por otra parte, de igual manera, llamó su atención el enojo de algunos literatos que sintieron “lastimada la reputación de sus contemporáneos” (p.487). Ante esta peliaguda diatriba, decidió realizar un reportaje al reputado publicista a fin de solicitar un balance de lo dicho sobre su generación −y las del pasado− en términos de crítica y autocrítica.

En consecuencia, acompañado del periodista Félix del Valle (1892-1950), ubicó al grande prosista en las instalaciones de la Biblioteca Nacional donde laboraba en sustitución del retirado Ricardo Palma; “González Prada trabajaba en uno de los salones de la biblioteca cuando Félix del Valle y yo lo interrumpimos”, (Ibídem). Después de algunos preámbulos necesarios, Mariátegui enfatizó… “Una generación, una juventud, un momento de la vida literaria del Perú, quieren que hable usted, señor”, (Idem).

 “González Prada declaró enfáticamente la superioridad indiscutible de esta generación sobre todas las que precedieron. Antes la literatura se desarrolló entre referencias a las revoluciones y a las pachamancas” (p. 488). Ante esta apreciación, el brillante reportero insistió en cómo debían ser definidas las generaciones jóvenes y las que les antecedieron; éste, sin titubeos, expuso,

… creo que una generación no puede abarcar cinco ni diez años únicamente. Y más que años debe abarcar tendencias, estilos e ideas. Las generaciones deben ser definidas por la orientación. Un escritor viejo puede escribir como un escritor joven. Entonces es un escritor progresista y contemporáneo. Un escritor joven puede escribir como un escritor viejo. Entonces es un escritor atrasado… (p. 489).

Nótese, a grandes rasgos, que ante esta respuesta lapidaria de González Prada, a las agudas interrogantes del Mariátegui reportero, es posible considerar que la diferencia sustancial entre la sociología de las generaciones que aspiró el filósofo madrileño y la que planteó el ensayista limeño radicó en que el primero neutralizó de toda pretensión política a la noción a diferencia del segundo que lo planteó, abiertamente, en contra de sus contemporáneos que no lograron sobrepasar las interpretaciones eurocéntricas, colonial y neocolonial.

No por mera casualidad el otrora joven revolucionario, expresó: “al escribir esta versión tan notable siento el gran orgullo de ser el intérprete de los conceptos que le merece al gran maestro la generación literaria a la cual pertenezco” (p. 490).

Referencias

1. Mariátegui, José Carlos (2010). “La generación literaria de hoy. Conversación con don Manuel González Prada ”. El Tiempo , 2 de diciembre de 1916. En 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana y otros escritos . Caracas: Editorial el perro y la rana. 2. Ortega y Gasset, José (2006). Obras Completas . Madrid: Taurus, Edición Fundación José Ortega y Gasset, Centro de Estudios Orteguianos.

amulinove@yahoo.es

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