El Profeta del Islam dijo:
“Fátima es parte de mi. Quien la moleste me ha molestado a mi y quien la alegre, me ha alegrado a mí”.
Desearía que no solo estemos de luto en el aniversario del martirio de Fátima Zahra, (P), desearía que conociéramos mejor a esta dama, cuya felicidad y tristeza eran la alegría y la tristeza del Mensajero de Dios.
En la historia de las naciones musulmanas, Fátima ha representado la libertad, la justicia y la lucha contra la opresión y la discriminación. Ella era la encarnación de una mujer que luchó y fue responsable del tiempo y el destino de su sociedad.
Las tormentas de la época no la distrajeron y defendió con firmeza la verdad y sacrificó su vida de esta manera.
¡Oh Fátima! ¡Oh hija del Mensajero de Dios!
Aprender de tu vida y tu camino es la lección más grande que puede hacer un cambio profundo en los corazones adormecidos y marchitos en la negligencia e ignorancia a lo largo de los siglos, especialmente en la época actual.
Nada se puede esconder para siempre…
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