Abbas (P) también conocido como Abul Fazl Al-Abbas, es el hermano del Imam Husain (P). Por sus rasgos y únicas características es considerado uno de los hombres más destacados en el evento de Ashurá y de la época. Son estas cualidades y atributos los que han hecho de él un modelo de valentía.
Con motivo del nacimiento de Abbas, en este artículo se explicarán algunas de sus más reconocidas características.
Características personales, espirituales y morales
1. Guerra y valentía
Abul Fazl Al-Abbas (P) era un hombre corpulento que disfrutaba de los deportes y el trabajo duro. Había heredado la espada del Imam Ali y su coraje que quedó demostrado en varias guerras, especialmente en Karbalá. Sus victoriosas batallas reflejaban la valentía del Imam Ali (P).
2. Conocimiento y perspicacia
Abul Fazl Al-Abbas (P) es una figura destacada en el campo del conocimiento. Es un ser lleno de comprensión pura y profunda que se originó en la fuente de la sabiduría divina del Imam Ali (P). Abbas (P) aprendió directamente del Imam Ali (P) y alcanzó un profundo enfoque. El Imam Sadeq (P) dijo: "Nuestro tío Abbas (as) tuvo un enfoque profundo".
3. Cortesía y humildad
Uno de los altos valores humanos e islámicos es ser corteses y humildes con las personas con un alto nivel ante Dios. Su educación frente a los grandes y santos adorna su moralidad y es uno de los factores importantes de la personalidad espiritual.
El Príncipe de los creyentes (P) recomendó la práctica de este valor y dijo: "Ningún patrimonio es más precioso que la cortesía". El Imam Ali (P) siempre legó a sus hijos la protección de este preciado y valioso patrimonio: “¡Hijo mío! Nunca humilles a nadie en tus tratos; porque o es mayor que tú, que sería como tu padre, o es de tu edad, que sería como tu hermano, o sería menor que tú, que podría ser como tu hijo.»
Abul Fazl Al-Abbas (P), quien se crio bajo estos bellos valores, cumplió las órdenes de su noble padre de la mejor manera y fue reconocido por su cortesía y humildad. Podemos ver varios ejemplos de su educación: Nunca se sentó en presencia del Imam Husain (P) sin permiso, y después de pedirlo, se sentaba en un rincón con mucha humildad, arrodillado.
Ese noble hombre durante su vida nunca llamó a sus hermanos por su nombre, o dirigiéndose como "¡mi hermano!". Sino que los llamaba con expresiones corteses como ¡Hijo del Profeta de Dios (P)! oh ¡Mi Señor!
4. Fe y perspicacia
La fe y la centralidad en Dios es el secreto de la gran victoria de los hombres del mundo frente a los enemigos de Dios. Es la única fuerza sobre la cual se derrumbarán los palacios de la opresión y la enemistad con la religión.
La mejor prueba de la gran fe de Abul Fazl Al-Abbas (P) son las palabras del Imam Sadeq (P) quien dijo: “Que Dios maldiga a las personas que no reconocieron tu alta posición y quebrantaron tu santidad. "
5. Adoración
La verdad del culto es la humildad del alma y del cuerpo ante Dios que brota de la fe. Cuanto mayor sea el grado de fe y conocimiento, más profunda será su obediencia a Dios. Los verdaderos adoradores son bien conocidos en este mundo y en el más allá. En el Más Allá tendrán un rostro radiante, y en este mundo tendrán un rostro brillante por su adoración.
Abul Fazl Al-Abbas (P) fue un verdadero adorador de su Creador y las señales de devoción eran evidentes en su puro rostro. El efecto de las largas postraciones a Dios quedó grabado en su frente, tanto que su asesino dice: "En su rostro brillaba la piedad y la valentía por el efecto de la postración".
6. Defensor del Imamato
El atributo de ser un siervo de Dios, aunque es muy importante no es suficiente; porque además del deber hacia Dios, también existe la responsabilidad de aceptar al Imam de la época. Aceptar el Imamato de aquellos a quienes Dios ha mandado seguir. Básicamente significa crear un equilibrio al aceptar el liderazgo y la amistad de los líderes religiosos y odiar a sus enemigos.
Abbas (P), cuya creencia y fe se vio reflejada en sus esfuerzos, ya que su vida política se basaba constantemente en la obediencia al Imam y a la oposición verbal y física con sus enemigos. Siempre mantuvo vivo este rasgo hasta el momento de su martirio, la mejor prueba fue cuando Abbas rechazó la oportunidad que le dio el enemigo para que deje al Imam Husain (P) solo en el campo de batalla.
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