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Aumenta el Costo de la Vida en Chile

Segundopaso – De acuerdo con la Fundación Sol de Chile, el Salario Mínimo mensual del país se establece en $261.801 pesos chilenos (CLP), es decir, aproximados 327 dólares norteamericanos, los que están por debajo de la línea de la pobreza para un hogar de 4 personas ($497.027 pesos chilenos, o sea, cerca de 622 dólares). De esta forma, el monto bruto mensual, necesario para alcanzar a cubrir este umbral tan básico, alcanza los $611.801 pesos chilenos, aproximadamente, 766 dólares.

El reajuste fue hecho el pasado 1 de enero de 2022, y correspondió a un aumento de 15 dólares, lo que, para dicha organización de investigaciones sociales y económicas, entre otras, el salario sigue siendo bajo para algo tan básico como cubrir la línea de la pobreza, dentro de un hogar de cuatro integrantes, donde solo una persona trabaja y/o recibe el sueldo mínimo.

Hay diversos otros factores que han disparado el costo de la vida en Chile, específicamente, como el alza de los costes de diversas materias que dependen directa o indirectamente del precio de los combustibles, y del petróleo, a nivel internacional, hidrocarburo del que por barril supera los 100 dólares, aproximadamente, para mediados de marzo de 2022.

Pero, los bajos sueldos no permiten despegar económicamente a la mayoría de los chilenos, los que deben presenciar el remarque de las etiquetas con los valores en las tiendas y supermercados, esto, sin mayores reajustes en sus sueldos que el de los 15 dólares añadidos al salario mínimo mensual, así como un exiguo reajuste en 27 dólares extras para el sector de los pensionados, y esto, en medio de la necesidad de comprar diversos productos, los cuales, en base a los cálculos de la Fundación Sol, manifiesta “…algunos de los productos esenciales para los hogares chilenos han subido más de 10% en los últimos 12 meses. Destaca la parafina con 61,4%, carne de vacuno 23,3%, gas licuado 14,4%, pan 13%, entre otros”, lo que sin duda es todo un desafío para los chilenos.

Hay otros dos factores económicos extras que golpean a los chilenos. Por un lado, el fin de las ayudas económicas estatales a partir del Ingreso Familiar de Emergencia, IFE, y la negativa del entrante Gobierno del presidente, Gabriel Boric, a facilitar un quinto retiro de dinero desde las cuentas de las pensiones de los trabajadores activos y de los pensionados (sector pasivo económico), recursos que están en poder de las Administradoras de Fondos de Pensiones, AFPs.

De hecho, sobre el segundo punto, el ministro de Economía chileno, Nicolás Grau, insistió en que el Gobierno de Boric no apoyará ninguna iniciativa parlamentaria que conduzca a más retiros de las cuentas de los cotizantes de las AFPs, ya que “El quinto retiro nunca estuvo en nuestra propuesta”, evocando a la campaña presidencial que llevó al presidente Gabriel Boric a La Moneda.

A este respecto, la ministra vocera de Gobierno de Chile, Camila Vallejo, expresó “Nuestra posición política va por la línea de construir una alternativa que implique seguridad previsional a todos los que habitan el territorio. Esa es nuestra forma de terminar con el sistema abusivo, injusto, que ha significado la AFP en nuestro país y que tiene, lamentablemente, en situación de miseria a muchos jubilados y jubiladas”. Sin embargo, no se han precisado qué instrumentos administrativos se utilizarán para darle seguridad previsional a las personas, pero, es probable que existan anuncios de cara al mes que más exigencias impone a la sociedad, como es marzo.

Hay diversas demandas que todavía están en la agenda de las organizaciones y movimientos sociales, pendientes a partir de algunas expresiones populares del estallido social del 18 de octubre de 2019, tales como el aumento y extensión de la Beca de Alimentación para la Educación Superior (BAES), la que buscan aumentar para dicho beneficio, la que en la actualidad entrega solo 1,3 dólares al día para que los jóvenes puedan alimentarse, por lo que se pretende incrementarla a 60 dólares mensuales, aproximadamente. También, los estudiantes buscan la condonación del Crédito con Garantía Estatal, destinado a estudiantes de pregrado, y sin que se indemnice a los bancos (por el lucro que han hecho con la Educación, a la que han transformado en un negocio e impedido que sea un derecho), lo que actualmente encarece el costo de la vida para sus familiares y sus hijos, a quienes las empresas privadas exigen experiencia laboral, sin poseerla, lo que limita las posibilidades económicas de sus padres. Ante estas demandas se prevé una movilización el 25 de marzo en todo Chile, convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile, CONFECH.

Sobre el costo de la vida en Chile, el precio de un litro de bencina se ha alzado promediando los 1,3 dólares, y en lo que va de este 2022, subió casi medio dólar, el litro, empujado por los precios internacionales, producto de la crisis ucraniana y la pandemia del Covid-19, que son los dos factores a los cuales echan mano los distribuidores, que no aseguran que pueda continuar las alzas, en el contexto de la inflación que sufre Chile, la que para el presidente, Gabriel Boric, es una amenaza para la economía nacional.

Otro combustible, como el gas licuado, también ha mostrado un alza sostenida, el que para la tercera semana de marzo subió en mil pesos chilenos, aproximadamente 1,3 dólares por cilindro, cuyo precio llega a los 34 dólares, aproximadamente, por balón de 15 Kg, lo que preocupa a la población ante las siguientes subidas de los valores, debiendo recurrir los consumidores a las páginas estatales, para conocer y comparar los precios referenciales, de lo contrario, se hace más complejo el vivir en el país.

El costo de la vida en Chile, por lo general, es un capricho de quienes imponen precios a los productos, lo que se conoció vía Norberto Díaz Sánchez, sindicalista de la Empresa Nacional del Petróleo, ENAP, quien comentó en su cuenta de Twitter que hay una gran diferencia entre los precios del gas licuado desde ENAP hacia los empresarios mayoristas, ya que ENAP vende el kilo de gas licuado solo en $556 pesos, unos 60 centavos de dólar, lo que se transa en la ciudad chilena de San Fernando a 10, 4 dólares el balón de 15 kilos, aproximadamente. No obstante, el abuso y la codicia de empresas privadas, como Abastible, Gasco y Lipigas, les lleva a vender en Santiago a 34 dólares, por el mismo peso de balón de gas, existiendo una diferencia de 257%, dos veces y media del precio que vende la ENAP.

El valor en el resto de las ciudades de Chile llegar hasta los 37 dólares, por balón de 15 kilos, como en Puerto Montt, sur del país. Lo que llama la atención es que la Fiscalía Nacional Económica “se percató” hace poco de esta colusión de precios, y “recomienda” acabar con la integración vertical en la distribución de Gas, siendo que es un insumo de primera necesidad para la población.

 

Tanto la colusión, como la codicia desmedida, son factores que amenazan a los propios intereses de las empresas que practican estas malas artes, contrarias a la convivencia de las personas, las que bajo una crisis e inflación exacerbada podrían poner en riesgo su propia existencia, debido a la situación caótica a la que se verían expuestas, por su nefasto accionar.

La inflación, la pandemia de Covid-19, la corrupción, la colusión y el abuso, son unos peligrosos ingredientes para el desarrollo y entendimiento social, los que están presentes en el país, complotando, negativamente contra la nación a raíz de este tipo de corrupción.

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