La Relación Entre el Gobierno Islámico y la República Islámica de Irán
Segundopaso - La idea del gobierno islámico se gestó en el pensamiento del Imam Jomeini en Nayaf y se convirtió en un factor determinante en el dinamismo de la lucha de la nación iraní. Finalmente, con el levantamiento al unísono de la nación iraní y el sabio liderazgo del Imam Jomeini, se llevó a cabo el establecimiento de la República Islámica de Irán.
La idea del gobierno islámico se gestó en la esfera del pensamiento del Imam Jomeini en la antigua región de Nayaf, y cerca del sagrado santuario del Imam Ali (la paz sea con él), y se convirtió en un factor determinante en el dinamismo de la lucha de la nación iraní. A raíz del temor que esta idea había insuflado en los pilares del tiránico régimen Pahlavi, al final, con el levantamiento al unísono de la nación iraní y el sabio y benévolo liderazgo del Imam Jomeini, provocó el colapso del sistema imperial y el establecimiento de la República Islámica de Irán.
En las discusiones planteó (el Imam Jomeini) dos temas centrales de manera razonada y detallada:
A. El Islam no es solo una religión individual y espiritual, sino la religión del individuo, la sociedad, la materia y el significado, juntos.
B. Dado que el gobernante debe ser conocedor de la ley y justo en la implementación de las reglas del Islam en la sociedad, un faqih (jurista islámico) íntegro, tiene derecho a gobernar.
Otra fase en lo que respecta a la introducción de la teoría del Velayat-e-Faqih o gobierno islámico en el apogeo de la lucha y, al mismo tiempo, durante el traslado del Imam Jomeini a París, es el hecho de que la teoría (República Islámica) fue reiterada y enfatizada por el Imam Jomeini, al igual que ocurrió tras la victoria de la Revolución Islámica, para finalmente someterse a votación pública y ser aprobado por la mayoría de la nación iraní un sistema político y de gobierno en reemplazo del sistema monárquico e imperial.
Durante los meses de estadía en París, planteó claramente la base del sistema alternativo a la monarquía y señaló que:
La autoridad debe estar en manos del pueblo. Es una cuestión de raciocinio. Toda persona sabia está de acuerdo con que el destino de todos debe estar en sus propias manos... El presidente es un símbolo de que el destino está en manos del pueblo... Queremos un gobierno islámico, una república islámica, a la que nos referimos a los votos del pueblo y también mencionamos sus condiciones. Estas condiciones están en el Islam. Pueden elegir a cualquiera persona que cumpla dichas condiciones.
El Imam Jomeini declaró que el propósito de la lucha de la nación musulmana de Irán era:
A. El derrocamiento de la monarquía y el malvado régimen imperial.
B. El establecimiento del gobierno de la República Islámica basado en las reglas del Islam y los votos de la nación.
El énfasis del Imam Jomeini en (el derecho a determinar el destino de la nación) y la elección de un sistema y de una persona para la gobernanza por medio del voto popular no se circunscribe a una o dos cuestiones, sino que indica que:
“Es uno de los derechos básicos de toda nación el determinar su propio destino y la forma y el tipo de gobierno”.
En función de esta idea expresó explícitamente: “la cantidad de votos dependerá de la nación... es el primer derecho de la nación... la misma nación... debe votar”.
Considerando que el objetivo de la lucha, el derrocamiento del gobierno autoritario y monárquico y el establecimiento de un gobierno islámico no autoritario, estaba fuera de su alcance, el Imam Jomeini planteó un plan con vistas al futuro y, siguiendo a los Imames, mostró el horizonte en el que los musulmanes y los eruditos islámicos deberían preparar las condiciones para el establecimiento de un gobierno islámico; no obstante, con el estallido de la Revolución en un Irán islámico y mientras el gobierno del Shah se daba cita y la meta estaba más cerca, dio a conocer el ideal gobierno islámico en el contexto de un plan de acción (la República Islámica) y lo puso a votación. Después de que la mayoría del pueblo votara a favor, estableció la República Islámica y estuvo al frente de la misma durante 10 años bajo una trama de crisis inclementes y maleficencia.
La vida y las palabras del Imam Ali (P) documentan la teoría de que, a pesar de su misión divina y profética, no se hizo cargo de los asuntos de los musulmanes por la fuerza tras completar su función discursiva, sino que lo hizo solo después de que su casa fuera atacada y únicamente por deber divino.
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