Al principio, el feto no tiene forma ni tiene extremidades, pero con una velocidad extraña, adquiere una forma y una función nueva todos los días. Es como si un grupo de maestros pintores y hábiles artesanos estuvieran trabajando en él día y noche para crear en poco tiempo, a partir de esta diminuta partícula, una criatura cuya apariencia estará adornada de atributos y dentro de la cual habrá sistemas complejos y asombrosos.
Una breve mirada a la creación del cuerpo y el alma humano muestra que es uno de los fenómenos más bellos del universo y solamente un Creador único ha demostrado tener este poder admirable en la creación de esta criatura.
Cuando pensamos en todos los misterios de la creación utilizados en la estructura corporal del feto y consideramos la actividad de los diversos órganos del cuerpo que garantizan la continuación de la vida, se despierta en nosotros el sentimiento de gratitud. Con este sentimiento hacia la grandeza y gracia del Creador, inclinamos la cabeza y pensamos ¿cómo puede ser posible toda esta precisión y delicadeza en el cuerpo humano sin considerar su alma y espíritu?
El nacimiento no es el comienzo de la vida, pero puede ser el inicio de un nuevo período vital, la vida comenzó mucho antes del nacimiento. La psicología dice en uno de sus libros: Le preguntaron a un filósofo, ¿cuándo debería comenzar la educación? "Veinte años antes del nacimiento y si no alcanzaste el resultado deseado, se demuestra que deberías haber comenzado antes", respondió.
Es decir, la crianza del niño comienza años antes de que nazca y las primeras semillas de su personalidad deben buscarse en los padres. Las tendencias que se forman hoy en una mujer o en un hombre y que gradualmente se convierten en una característica permanente, pueden sentar las bases para el surgimiento de estas preferencias en los niños que nacerán en el futuro. Además, el estado mental y emocional de los padres durante el coito, especialmente de la madre durante el embarazo, tienen un gran impacto en la formación de antecedentes psicológicos en el feto. Los preceptos islámicos a este respecto muestran el papel de los factores en el destino del niño.
El Imam Sayyad (P), el cuarto Imam de los chiíes , dice: "El derecho del niño es saber que él es de ti y en lo bueno o en lo malo de este mundo que se te atribuye. Así que tú, como su guardián eres responsable de la correcta formación y aprendizaje de los buenos modales y de guía para (conocer) al Dios Único y ayudarlo a que sea obediente a su Creador. Si cumples con esta responsabilidad, serás recompensado, pero si no lo haces, serás castigado, así que esfuérzate en Su mundo como si hubieras creado una obra y adórnala con bellezas para que en el Más Allá no se avergüence ante Dios."
Según la tradición del Profeta Muhammad (P) y Ahlul Bait (P), la crianza de un niño comienza antes de su nacimiento, desde el momento en que se elige al cónyuge y empieza el matrimonio. La elección de pareja es casi el centro de la educación porque la base de la misma es la familia. Evidentemente, el niño pasa el momento más sensible de su crecimiento y crianza en la familia, y la pareja es uno de los elementos principales de ella.
Por lo tanto, si los padres son personas mental y emocionalmente sanas, competentes y educadas, ciertamente se puede decir que una parte importante de la crianza de un hijo está garantizada. El Mensajero de Dios (P) dijo en un discurso: "Después del Islam, que es la mayor bendición, una pareja buena y digna es la mayor bendición de la vida". Ciertamente, para lograr esta gran bendición divina, se deben considerar los criterios correctos y apropiados.
Uno de los factores más importantes en una relación estable y una vida pacífica es la alineación de ideas y creencias religiosas y la adhesión práctica de las parejas a los valores morales. En consecuencia, los hombres y mujeres piadosos temerosos de Dios y piadosos aspiran a tener una pareja creyente y virtuosa. Tal tendencia en el asunto del matrimonio surge de una pureza innata y la naturaleza perfeccionista del ser humano. Es por eso que Dios Todopoderoso considera que el mejor matrimonio es una unión sana entre ellos y dice en la Sura La luz, versículo 26: Las buenas mujeres son para los buenos hombres y los buenos hombres para las buenas mujeres.
So/Mo/Nib
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