publicado el: 28 junio 2022 - 01:29
Agua, vida y política 4

Segundopaso - Los recursos hídricos han jugado un papel importante en la creación y formación de la mayoría de las civilizaciones y se le ha prestado especial atención en muchas costumbres. En el programa anterior, dijimos que el agua tiene una fuerte conexión con la civilización y la cultura y expresamos algunas de las creencias sobre el valor del agua. En el programa de hoy, hablaremos sobre la conexión de otras civilizaciones del mundo con el agua y examinaremos brevemente el importante papel de este elemento dador de vida con el auge y la caída de las civilizaciones.

Uno de los temas más importantes en la historia social es comprender la relación entre las sociedades humanas y sus recursos naturales. El surgimiento, la evolución e incluso el declive de las civilizaciones está profundamente influenciado por la forma en que encuentran sus recursos naturales. Por supuesto, los recursos naturales por sí solos no pueden construir o destruir una civilización. Lo que importa es cómo una civilización, como organización social de grupos humanos, construye su sistema social, instituciones y cultura sobre los métodos de extracción, producción y reproducción de los recursos materiales a su disposición. En otras palabras, cada civilización expresa un sistema, desde el punto de vista intelectual y emocional sobre los recursos (materiales e inmateriales) que la rodean y los mecanismos para extraer y utilizar esos recursos. Este tema, si no conduce al determinismo geográfico y al materialismo histórico en bruto, puede mostrar una relación significativa en la formación de las civilizaciones con los recursos naturales.

La presentación de estudios comparativos en este campo muestra cómo el desequilibrio entre la sociedad y los recursos hídricos no sólo ha provocado una crisis, sino que en muchos casos ha destruido una civilización. Uno de los trabajos más notables en este campo, escrito sobre la conexión de las civilizaciones y los recursos hídricos, es el libro de Lisa J. Lucero titulado Water and Ritual: The Rise and Fall of Classic Maya Rulers.

En este libro, Lucero afirma que, en la civilización maya, el grado de dependencia del agua y los recursos hídricos a disposición de los gobernantes tuvo un impacto directo en la extensión e influencia de su poder político. En diferentes sitios mayas, los palacios y grandes edificios que se construyeron fueron originalmente áreas competitivas que reunían a las personas alrededor de un centro de poder en las estaciones secas. La organización colectiva y política de los mayas fue paulatinamente afectadas por la escasez estacional de agua en los bosques circundantes, y el tema del agua afectó no solo el asentamiento de los pueblos sino también sus prácticas agrícolas.

El control del ciclo del agua, el ascenso del poder y el ejército, a medida que se volvieron más complejos, hicieron que los gobernantes dependieran cada vez más de los recursos hídricos y las tierras agrícolas. El desarrollo en períodos posteriores indica que la crisis del agua hizo que los gobernantes perdieran el poder y los agricultores emigraran a otras áreas. Así, la forma de administrar los recursos hídricos provocó grandes cambios civilizatorios en esta región y la reubicación de áreas residenciales y sobre todo grandes centros urbanísticos. Este movimiento de la población, que fue causado por la crisis del agua, primero agotó los recursos hídricos y las oportunidades laborales de las tierras agrícolas y, finalmente, condujo al colapso de civilizaciones y sus gobiernos.

Lisa Lucero intenta mostrar la historia de las civilizaciones mayas y su dependencia de los recursos hídricos. Explica cómo el control de esos recursos y la creación de tecnologías para preservarlos, almacenarlos y controlarlos convirtieron el agua en una fuente de poder, y el sistema de gobierno fue evolucionando con la formación de grandes centros poblados y rituales políticos especiales. Por otro lado, la falta de recursos hídricos provocó el declive y colapso de algunas sociedades avanzadas, en la zona de los mayas y como consecuencia, el cambio de gobierno.

En el escenario de la historia mundial, muchas civilizaciones han surgido, crecido y declinado de acuerdo con las tres franjas etarias: juventud, mediana edad y vejez. La razón de la decadencia en la historia de estas civilizaciones, nos dice que su ascenso y caída ha sido estudiada desde perspectivas diferentes a sus condiciones naturales, mientras que el estudio y análisis del auge y la caída de las civilizaciones en términos de clima y tiempo han sido descuidados por historiadores y escritores, lo puede revelar ángulos ocultos.

Hoy, las actitudes hacia los eventos respecto al clima, son el lenguaje común de todos aquellos quienes no solo contemplan los fenómenos antinaturales para encontrar la causa de los sucesos mundiales. Así que ahora no hay duda de que la migración humana y el cambio social están estrechamente relacionado con el cambio climático en la Tierra, y este factor, además de cultivar y hacer crecer las civilizaciones, también ha sido determinante en su destrucción.

El Dr. Ghasem Azizi, miembro de la facultad del Departamento de Geografía Natural de la Universidad de Teherán, cree que no existe una definición universalmente aceptada de "civilización" y dice que, en textos relacionados, "civilizaciones" se usa para referirse a comunidades que dependían de una infraestructura permanente como las ciudades, la posibilidad de almacenar y conservar alimentos y un sistema intensivo de riego y cultivo. Esto significa que, debido a la dependencia geográfica espacial, no han podido moverse al mismo ritmo que el cambio climático, reubicarse o buscar fácilmente otras fuentes de alimentos.

En la historia mundial, cualquier civilización que haya institucionalizado una vasta red de infraestructuras básicas con elementos diversos ha tenido más estabilidad y vida. Grandes civilizaciones como Egipto, China, Roma y Persia (actual Irán), que se encuentran entre las civilizaciones famosas de la historia, han tenido las condiciones para crear y sostener una infraestructura en términos climáticos, territoriales y estratégicos.

El estudio del auge y la caída de las civilizaciones en las opiniones de los investigadores muestra que han centrado sus hallazgos de investigación solo causas como la guerra, la superioridad sobre los rivales, la expansión del territorio y factores similares, siendo que existe una profunda conexión entre el origen de la guerra, la supremacía de una sociedad sobre otra, la idea de desarrollo territorial con el cambio climático.

La civilización y la cultura sumeria nacieron del desarrollo de los sistemas de riego en el sur del "Creciente Fértil" con un enfoque en la expansión de la organización política y la especialización de la fuerza laboral. La experiencia y la superación del período de sequía llevaron al desarrollo de una mejor tecnología para el almacenamiento de granos y al establecimiento de reglas para el almacenamiento de agua. Estos avances y tratamientos durante y después de la sequía, condujeron al surgimiento de naciones centralizadas y sociedades desarrolladas; en el año 2300 a. C., se desarrolló el primer imperio del mundo a partir de la ciudad de Akkad, cerca de la actual Bagdad.

El cambio climático también ha incidido en la organización del tipo de composición y el modo de vida de las civilizaciones. La centralización del gobierno y la clasificación de sociedades que hoy no tienen organización ni orden, están afectadas por el cambio climático.

Otro ejemplo es el surgimiento de la civilización y la cultura de Europa occidental, que debe mucho a las anomalías climáticas medievales. En este ejemplo, la fluctuación del Atlántico Norte (NAO) ha sido positiva durante mucho tiempo y el cambio climático ha jugado un papel importante en el sistema burgués (capitalista) europeo dirigido por una clase llamada señores feudales. Si la agricultura es la base de la evolución de la civilización europea desde un punto de vista económico, encontramos que el cambio climático positivo ha influido mucho en el dinamismo y crecimiento de esta civilización.

Por lo tanto, se puede concluir que, a lo largo de los siglos, las vías fluviales han sido la fuente de grandes descubrimientos agrícolas, inversiones e incluso de poder de grandes imperios. Además, los ríos han jugado un papel importante en la historia de la literatura, sus expresiones folclóricas y artísticas de la humanidad. El hecho es que estos “cursos que lleva el agua” están en constante flujo y poseen muchos secretos; desde las culturas originarias y locales, hasta la gastronomía y estilo de vida de los pueblos de la zona.

No hay duda de que la razón más importante para la estabilidad de algunas civilizaciones fue su acceso al agua, que no solo les proporcionó agua dulce para uso doméstico, sino que también jugó un papel clave en la agricultura, el comercio, el transporte y la defensa. Civilizaciones como el Imperio Romano y la civilización egipcia se basaron en el acceso al agua, y esto les permitió expandirse y sobrevivir.

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