Primera escena
Las conversaciones pacíficas no sirvieron de nada… El ejército había optado por una posición beligerante. El comienzo de la guerra era predecible y el final aún más. Era una guerra totalmente injusta y desigual. Ni hablar sobre el doble o triple. Su ejército era trescientos, cuatrocientos veces mayor que el del oponente, tal vez incluso más.
Harzama estaba pensando en la guerra cuando recordó la historia de hace veinte años: Estaban pasando por ese lugar con el ejército de Ali, el Príncipe de los Creyentes (P) para ir a la guerra contra Muawiya. En la batalla de Siffín, justo cuando pasaban por esta zona, un extraño acto de Ali (P) lo sorprendió. Él tomó un poco de esa tierra, la percibió y como si se tratara de viejo amigo con quien puede reconfortarse dijo: "Qué asombroso será cuando un grupo de personas junto a ti entrarán al paraíso sin demora". Harzama se rio. No podía creerlo, se decía a sí mismo: “¡Ali se ha convertido en un adivino!”
Han pasado más de veinte años desde aquel evento. Ahora lo recuerda todos los movimientos de Ali, el Príncipe de los creyentes (P) e incluso todas esas palabras, pasaban ante sus ojos como una película. Miraba al “ejército” opuesto… no se podía considerar un ejército, un pequeño número de personas, junto con mujeres y niños. Llevaban consigo unas bolsas con tarjetas de invitación, que mostraban a la gente y decían: "¿No nos invitaron?".
Ellos son los hijos del mismo Ali (P) que fue acogido por una feroz guerra. ¡Por cierto! ¿No deberían ser ciertas las palabras de Ali (P) y estos son quienes deberían ir al cielo sin preguntas ni respuestas?
Se montó en su caballo y corrió hacia el Imam Husáin (P) para escuchar directamente las noticias del propio Imam. Saludó y preguntó sobre la batalla de Siffín y de Ali (P). El Imam (P) le preguntó: ¿Has venido a ayudarnos o a luchar contra nosotros? Él respondió: Ni en tu ayuda ni a la guerra. He venido forzado por Ibn Ziyad para que mi esposa y mi hijo estén a salvo de sus molestias. Ha llamado a todos a luchar contra ti y al que desobedezca, le saldrá caro y le espera un mal final.
El Imam le dijo: "Ahora que es así, ve a un lugar donde no nos veas asesinados. Por Dios, quien sea testigo de nuestra muerte y no nos ayude, debe estar en el infierno".
Harzama estaba en un dilema de elección; ¿Debería quedarse con Husáin o elegir la vida mundanal? Es una elección difícil, elegir entre este mundo y el Más allá...
Finalmente, se despidió del Imam y se fue tan lejos del ejército que no escuchó la voz de ayuda ni vio ningún asesinato.
Segunda escena
La guerra era segura, el Imam Husáin (P) reunió a su ejército y les dijo: “Este ejército quiere luchar contra mí y su objetivo principal soy yo. Son libres". Nadie los obligó y agradeció a todos los que lo acompañaron...
Predecir la guerra se ha vuelto más fácil, incluso más fácil que la “cuenta de dos y dos son cuatro”. Hay sangre de por medio, entregar la vida y ser asesinado. Si alguien se separa del ejército del Imam, no torturará a su esposa e hijos para traerlo de regreso. En definitiva, el Imam está completamente asediado y no puede obligar a nadie a luchar. Inclusive la forma del Imam hasta en la guerra es valiente y caballeroso. A pesar de todo esto, el estado actual del ejército del Imam Husáin (P), también es perceptible.
Bushr ibn Amr, había llegado desde muy lejos y no pasó más que unos pocos días desde que se unió a los compañeros del Imam. Como todo el mundo, quería a sus hijos. Sin ellos, prefería la muerte a la vida. Lamentable le llegó la noticia sobre su hijo, que fue abrumadora para él, cuando se le informó en la noche de Ashura había sido capturado; se sintió profundamente afectado. Le costaba respirar, solo de imaginarse sin su hijo. Le hubiese gustado morir y no escuchar tales noticias.
Esto podría entenderse por su discurso… Ante esta noticia dijo: “No quiero que mi hijo sea capturado y yo esté vivo”. El Imam Husáin (P) incluso escuchó sus palabras.
¡Por cierto! ¿Qué hará Bushr con el Imam? ¿Se separará del Imam o no? ¿No va a ayudar a su hijo?
Se avecina un nuevo dilema; ¿Separarse del Imam y salvar la vida de su hijo o quedarse con el Imam y ...?
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