Segundo paso - La reunión del presidente de Turquía, al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas y a puerta cerrada con el primer ministro del régimen sionista, demostró que, contrariamente a las afirmaciones aparentes, el objetivo de “liberar Jerusalén” ya no es necesario para las autoridades de Ankara y la consolidación de las relaciones económicas y políticas con el régimen sionista es preferible a otros asuntos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, que hasta hace poco se mostraba partidario de la nación palestina - víctima de los crímenes del régimen sionista - esto había creado tensiones políticas entre ellos; sin embargo, ha tendido en los últimos meses una mano amiga a los usurpadores del Estado palestino en los territorios ocupados y cada día se distancia más de los palestinos.
Erdoğan, quien viajó a Nueva York para participar en la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, mantuvo un encuentro y conversó con Yair Lapid, el primer ministro del régimen sionista, al margen de la misma y a puerta cerrada, donde asistieron algunos miembros de la comunidad judía estadounidense. Esta reunión ha sido mencionada como una nueva señal de establecer relaciones más cálidas entre las dos partes, después de una larga brecha política. Al mismo tiempo que se reunían Erdoğan y Lapid, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu anunció que el país reanudará relaciones normales con Israel al más alto nivel diplomático.
Esta reuniónes la primera del presidente turco con el primer ministro del gobierno sionista, después de realizarla con Ehud Ólmert, primer ministro en 2008. Este importante encuentro, cuyos detalles no han sido filtrados, demuestra que además de las relaciones bilaterales, la discusión del conflicto palestino fue uno de sus ejes principales. En los últimos meses, Erdogan ha intentado fortalecer las relaciones de Turquía con este régimen usurpador, desde que ingresó al campo del poder político en este país hace dos décadas, el presidente de Turquía había tratado de ganar prestigio y crédito internacional navegando por la causa palestina y convertirse en una leyenda entre las naciones islámicas.
En la disputa verbal que tuvo con Shimon Peres, el jefe del régimen sionista en la reunión de Davos en 2009, figuró como un símbolo de la lucha contra la ocupación israelí en el mundo islámico. Pero después de más de una década, Erdogan ha cambiado de rumbo y hoy se reúne con las autoridades sionistas, además que pronto viajará a los territorios ocupados.
Aunque Erdogan ha afirmado repetidamente que las fuertes relaciones con Tel Aviv no reducen el apoyo de Turquía al pueblo palestino, lo que vemos en la práctica es que el presidente turco ha dado la espalda al objetivo de liberar Jerusalén.
Las duras declaraciones de funcionarios de Ankara y del propio Erdogan contra los sionistas en la última década no fueron por la defensa del pueblo palestino, sino por las tensiones que existían entre ambos bandos. Tan pronto como comenzó la normalización, el gobierno turco cerró las oficinas del movimiento Hamas en este país y con este acto mostró su buen servicio a los sionistas.
Además de establecer una cooperación política y económica con los ocupantes, Turquía también utiliza la influencia de los grupos de presión sionistas para mejorar las relaciones entre Washington y Ankara y resolver las disputas existentes. El acercamiento de Ankara a Tel Aviv llega en un momento en que los crímenes sionistas han aumentado en Cisjordania en los últimos meses, y los palestinos necesitan más que nunca el apoyo de los países islámicos, pero Turquía, como los jeques árabes en el Golfo Pérsico, ha preferido los intereses de Israel a los intereses de los palestinos.
Al mismo tiempo que fortalece las relaciones con el régimen sionista, Erdogan también está utilizando la influencia de las relaciones con la Autoridad Palestina para mostrarse como partidario de la causa palestina y con esta acción reducir las protestas, con la profundización de su cooperación con Tel Aviv pretende convencer a los palestinos de que acercarse a los ocupantes beneficia a su nación, por otra parte, el establecimiento de relaciones con las organizaciones autónomas también se efectúa para asegurar los intereses de Israel, y así obligar a los palestinos a comprometerse con este régimen.
Previamente, las autoridades de Emiratos Árabes Unidos y Bahréin también hicieron tales afirmaciones durante la reconciliación con Israel, pero en los últimos dos años, al profundizar sus relaciones con Tel Aviv, solo han cerrado los ojos ante los crímenes de este régimen en Cisjordania y Gaza e incluso afirmaron que Jerusalén debería ser la capital del régimen sionista.
Por lo tanto, no se puede confiar en las aparentes afirmaciones de Erdogan y otros funcionarios turcos en apoyo de la nación palestina, y cualquier defensa de los palestinos después de estos hechos es solo un eslogan destinado a engañar a la opinión pública del mundo islámico. Sin embargo, los musulmanes de la región también han demostrado en la práctica, que no les importan las afirmaciones de los negociadores con Israel.
Aceptar la humillación para salvarse de la crisis política y económica
En sus dos décadas de experiencia política, Erdogan ha demostrado que solo busca sus propios intereses temporales en política exterior, y las propuestas que presenta también son temporales y superficiales. En esta ocasión, este escenario se ha manifestado en las relaciones con el régimen sionista debido a que no está en una muy buena posición política y ve tambalearse los cimientos de su poder, por esto, ha cedido a esta cobardía política para conseguir el apoyo del lobby sionista en la región convergiendo con ellos. Erdogan, que tampoco está dispuesto a ceder el poder a la oposición interna, recurre a cualquier táctica para permanecer más tiempo al mando de la nación.
Por otro lado, Europa necesita fuentes de energía de vías alternativas debido a la crisis de Ucrania, por lo tanto, al acercarse a Israel, Turquía planea convencer a las autoridades de este régimen a transportar gas desde los territorios ocupados hacia Europa a través de suelo turco, para que Ankara pueda obtener una ventaja geopolítica como puerta de entrada energética de este a oeste. Con esta acción, Turquía no solo comprará gas barato de Israel, sino que también recibirá miles de millones de dólares anuales de los europeos por los derechos de tránsito de gas. Si este tema se implementa en vísperas de las elecciones presidenciales turcas, se considerará un privilegio especial para Erdogan y puede atraer a la opinión pública nacional a votar por él. Porque la situación económica desfavorable de Turquía en los últimos años ha llevado al aumento de insatisfacción de la gente con su gobierno, y la mejora del nivel de vida en los próximos meses podría provenir de esta “ayuda”.
Si bien las relaciones entre Ankara y Washington se han tensado en los últimos años debido a algunas disputas internacionales, al mismo tiempo se han fortalecido las relaciones entre Ankara y Tel Aviv, por lo tanto, ha habido una apertura en las relaciones de Turquía con Estados Unidos. Como anunció Erdogan en un comunicado, al margen de la Asamblea General de la ONU, que el proceso de conversaciones con Washington para la compra de aviones de combate F-16 es positivo y dará resultados pronto. El presidente de Turquía declaró que mantuvo un diálogo efectivo con Joe Biden, su homólogo estadounidense y miembros republicanos del Senado con respecto a la compra de estos aviones. También se han mantenido conversaciones entre los ministros de Defensa de ambos países en Nueva York con el objetivo de adquirir estos cazas. Aunque Estados Unidos es aliado de Turquía en la organización de la OTAN, había suspendido cualquier venta de armas a Ankara debido a algunas diferencias que se han producido entre ambos países en los últimos años. Pero con la mejora de las relaciones entre Turquía y el régimen sionista, también han disminuido las tensiones con Washington.
Parece que las autoridades de Tel Aviv han jugado un papel importante en el acercamiento entre Turquía y Estados Unidos, ya que, la prioridad de la política exterior estadounidense en Asia occidental es garantizar la seguridad de Israel y desarrollar las relaciones de los países de la región con este régimen. Por lo tanto, Erdogan le ha dado un punto a Estados Unidos con el plan de normalización y, a cambio, está tratando de obtener otro punto de la Casa Blanca comprando armas. Sin embargo, existe la posibilidad de que después de comprar los cazas F-16, Turquía también concluya el contrato para la compra de cazas F-35 de Washington en los próximos meses. Al pasar a los brazos de los sionistas, Erdoğan no solo se distanció de la causa de Quds (Jerusalén), sino que también distorsionó su imagen anterior ante el mundo islámico, y después de esto, los musulmanes no se dejarán engañar por su defensa de la nación palestina contra los usurpadores sionistas.
Su comentario