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Juicio a Adolf Eichmann: Siempre hay que leer bajo el agua

SegundoPaso ConoSur – El juicio a Eichmann un incuestionable criminal de guerra. Proceso del cual se cumplen 62 años – y el evidente resultado, que no sería otro que la horca fue simplemente una cortina de humo, parafernalia legal, alianza entre Estados Unidos, Alemania, Israel y el Fiscal general Gideon Hausner para presentar una patraña, un show mediático, para alcanzar un acuerdo nuclear que tiene su expresión en el desierto del Neguev con la planta nuclear de Dimona. Si usted amigo, amiga le atrae las series históricas no deje de pensar en palimpsestos, en este caso la serie The Devil’s Confession: The Lost Eichmann Tapes La confesión del diablo: las cintas perdidas de Eichmann” a través de la demostración, que producir una serie para lavar la imagen de una entidad, trae réditos. Muy al contrario de aquellos crímenes cometidos por el nacionalsionismo que llevan 75 años sin juicios.

En un canal del Cable llamado On Directv, como parte de la constante campaña de limpieza de imagen y el bombardeo de la historia del sionismo, la creación de la entidad israelí y la propaganda constante de aquellos que han hecho del victimismo una fuente lucrativa de ingresos, se nos presenta una serie estrenada en mayo del año 2022 dedicada al juicio del criminal de guerra nacionalsocialista Otto Adolf Eichmann, titulada The Devil’s Confession: The Lost Eichmann Tapes La confesión del diablo: las cintas perdidas de Eichmann.

La serie es la expresión de la Hasbará, la muestra de un juicio que fue una puesta en escena, tramada entre el Mossad, el primer ministro sionista David Ben Gurion y el Fiscal general del régimen sionista Gideon Hausner, quien afirmaba, que para asegurar la condena de Adolf Eichmann, considerado el autor intelectual del exterminio de europeos de creencia judía, era necesario contar con una serie de grabaciones, ocultas por el periodista holandés de filiación nazi Willen Sassen , quien vendió una trascripción de parte de ellas a la revista Life de Estados Unidos y en base a ello se trató de demostrar la responsabilidad de un Eichmann, ya condenado desde el momento que fue secuestrado de Argentina y trasladado mediante la llamada operación Un Eichmann cuyo paradero era conocido por los servicios secretos de Alemania y Estados Unidos y sin embargo nada se hizo (1)

Alejandro San Francisco: El juicio de Eichmann (1961) - El Líbero

Una serie que se centra en las mencionadas cintas de grabación, de una entrevista que el periodista holandés de ideología nazi Willem Sassen, le realizó a Adolf Eichmann en el refugio que este criminal de guerra tenía en la provincia de Buenos Aires el año 1957. Cintas que en la serie sirven de eje central para tratar de demostrar que Eichmann tuvo conocimiento y participó activamente en lo que se ha dado en llamar la “solución final” definida en la llamada Conferencia de Wannsee convocada por el SS Obergruppenführer y jefe de la oficina Central de seguridad del Reich, Reinhard Heydrich, donde en 90 minutos, los principales jerarcas nazis – 14 de ellos – habrían marcado lo que había que hacer en materia de exterminio de los europeos de creencia judía, sin olvidar que además se sumarían gitanos, prisioneros de guerra soviéticos, comunistas, personas con discapacidad mental entre otros.

La línea central de esta serie es que las cintas demostrarían la falsedad de la argumentación de Eichmann que sólo fue un simple peón en materia de llevar a cabo las órdenes emanadas desde Berlín. Así, las cintas de Sassen adquieren una vida que oculta temas centrales de ese juicio a Eichmann tras ser secuestrado desde la Argentina para ser juzgado en Al Quds – Jerusalén – capital de la palestina ocupada y finalmente ejecutado en una época marcada por el cénit de la guerra fría donde la Alemania occidental pugnaba por limpiar su imagen de haber sido el centro de una ideología que llevó a la muerte a millones de seres humanos. Una etapa histórica donde se estaba construyendo el muro de Berlín, donde el canciller alemán Konrad Adenauer – un furibundo fundamentalista católico y anticomunista – buscaba afianzar una imagen de demócrata, a pesar que en su gobierno trabajaban decenas de altos oficiales nazis, como era el caso de la mano derecha y asesor principal de Adenauer, el abogado Hans Globke (2) que supervisó el plan del Tercer Reich, para aplicar las leyes raciales de Núremberg del régimen nazi – defendida por Eichmann en su juicio – y quien podía quedar al descubierto si se presentaban las cintas de Sassen en el juicio a Eichmann. Un Globke, que si bien no fue mencionado en el juicio a Eichmann si fue enjuiciado en ausencia en la corte de la Alemania oriental

 

Hans Globke con su uniforme nazi

Al gobierno de Adenauer, así como al gobierno estadounidense administrado por John Kennedy les preocupaba sobremanera, que en el juicio a Eichmann salieran a flote todas las inmundicias establecidas tras la postguerra que significó por ejemplo, la protección de criminales de guerra nazis trasladados a Estados Unidos y aquellos que en la Alemania Otanista ocuparon puestos de poder, como se esgrimía desde la Alemania Oriental, que en su propaganda en pleno juicio a Eichmann sostenía “mientras Eichmann es juzgado muchos de sus cómplices siguen libres y ocupan altos cargos en la Alemania Occidental y en Europa y Estados Unidos”. Efectivamente a los nombres de Globke hay que unir a Adolf Heusinger, veterano de la I Guerra Mundial, general y jefe de operaciones del ejército nazi, agente secreto de la CIA y presidente del comité militar de la OTAN. Hans Speidel, teniente general nazi y jefe de gabinete de uno de los más destacados mariscales del campo Erwin Rommel, pasó a formar parte del ejército alemán de Adenauer como asesor y supervisó la integración de las tropas alemanas en la OTAN. Posteriormente fue nombrado comandante supremo de las fuerzas terrestres aliadas de la OTAN en Europa Central entre 1957 y 1963. Ernst Ferber, teniente coronel en el Estado Mayor de la Wehrmacht, condecorado con Cruz de Hierro. Fue comandante en jefe de las Fuerzas Aliadas de Europa Central de la OTAN entre 1973 y 1975.

 

 

El general Adolf Heusinger Hans Speidel Ernst Ferber

Para el analista Israel Jamitovsky (3) el juicio a Eichmann no sólo representó un hecho histórico desde el punto de vista jurídico, sino también político y militar “Alemania Occidental percibió el juicio a Eichmann en tanto peligro concreto e inmediato para su seguridad e incluso existencia. Bonn temía que en caso de que fuera atacada por la Unión Soviética nadie saldría a defender su existencia e integridad territorial, habida cuenta de que el juicio a Eichmann pondría en descubierto que miles de alemanes y austríacos nazis o de un pasado nazi encontraron asilo en su seno y muchos de ellos detentaban altos cargos de su aparato gubernamental. Particularmente le preocupó al Gobierno de Bonn la posibilidad de que se invocara en el juicio el nombre de Hans Glover… El gobierno israelí temía, fundamentalmente, que el juicio a Eichmann y sus secuelas podían afectar el respaldo financiero de Alemania Occidental a las plantas nucleares de Najal Sorek y Dimona”.

Jamitosvsky establece que “En la documentación de los años 60 de los Servicios de Inteligencia de Alemania Occidental, aflora nítidamente que Alemania Occidental a través de Hans Globke, mano derecha del canciller Adenauer, prestó ayuda al régimen nacionalsionista, para la conformación de sus emprendimientos nucleares, así como la venta de armas y un préstamo al desarrollo económico a la zona del Neguev, que en los hechos configuró un respaldo concreto para el desarrollo de la planta nuclear de Dimona. El mismo Globke se encargaría de aclarar que todo ello cristalizaría una vez finalizado el Juicio a Eichmann”. Adenauer y Ben Gurion se encargarían, junto al Fiscal Gideon Hauser que Globke quedara libre de polvo y paja. Nunca fue llamado a declarar y se convirtió en pieza vital del engranaje de apoyo militar, tecnológico y financiero para afianzar al sionismo en tierras palestinas. Los crímenes del nacionalsocialismo fueron pagados con sangre y pérdida de territorio por el pueblo palestino. Una Palestina que conoció Eichman cuando viajó el año 1937 para aplicar el Acuerdo Ha´avara de transferencia de alemanes de creencia judía a Palestina. Allí se entrevistó con dirigentes d ela agrupación terrorista Haganá con quien no llegó a concretar acuerdo alguno por la pretensión del Agente sionista Feival Polkes de permitir la salida de más judíos bajo los términos del acuerdo firmado el año 1933 a lo que se negaron los oficiales nazis bajo el argumento que podía significar la futura instalación de una entidad, contraria a los intereses del Tercer Reich.

Para el analista del medio israelí Haaretz Adam Raz, un profundo conocedor de los entretelones del programa nuclear israelí el hecho de ocultar el nombre de Globke obedecía a la relación leyes de Núremberg y aplicación de las leyes llevadas a cabo por Eichmann lo que podía complicar todas las negociaciones llevadas a cabo por el gobierno de ben Gurión con el de Konrad Adenauer en materia de apoyo financiero y nuclear. “Cuando se decidió que Israel lanzaría un proyecto nuclear, había que hacer ciertas cosas y eso exigía tecnología y ciertos materiales y, ante todo, mucho, muchísimo dinero, que Israel en ese momento no poseía. Rápidamente Ben Gurion y su socio político Shimon Peres vieron la forma de continuar con el proyecto nuclear era asociarse con la Francia de De Gaulle y la Alemania de Adenauer. El canciller alemán y su ministro de defensa Franz Josef Strauss pusieron una pistola en la mesa, por así decirlo ¿Quieren que sigamos financiando el programa nuclear? Entonces no mencionen el nombre de Globke en el juico a Eichmann” Y eso, ciertamente fue comunicado al Fiscal Hausner, un actor más en esta opereta barata.

Tres meses antes del juicio en Jerusalén contra el jerarca Nazi, el líder sionista se reunió con el canciller alemán en Nueva York. Un encuentro de intereses cruzados entre una entidad como la israelí que necesitaba urgentemente dinero fresco y apoyo militar y una Alemania occidental que necesitaba rehabilitarse – ciega, sorda y muda – frente a la ocupación y colonización que los mismos que le exigían reparaciones por los crímenes del sionismo, ejercían sobre el pueblo palestino. Ben Gurion hizo la diferencia entre la Alemania nazi y la dirigida por Adenauer “yo dije en la Knéset – parlamento israelí – el verano pasado que la Alemania de hoy no es la Alemania de ayer” sostuvo Ben Gurion. Y, ante ese gesto el canciller alemán impulsó todo el plan de apoyo económico y nuclear, junto a la Francia de De Gaulle en favor del sionismo.

El juicio a Eichmann y el evidente resultado, que no sería otro que la horca fue simplemente una cortina de humo, parafernalia legal, alianza entre Estados Unidos, Alemania, Israel y el Fiscal general Gideon Hausner para presentar una patraña, un show mediático, para alcanzar un acuerdo nuclear que tiene su expresión en el desierto del Neguev con la planta nuclear de Dimona. Si usted amigo, amiga le atrae las series históricas no deje de pensar en palimpsestos, en este caso la serie The Devil’s Confession: The Lost Eichmann Tapes La confesión del diablo: las cintas perdidas de Eichmann” a través de la demostración, que producir una serie para lavar la imagen de una entidad, trae réditos. En este caso, un nacionalsionismo presionando las viejas heridas de una Alemania con un pasado nacionalsocialista, dispuesta a entregar todo lo que le pidieran, para redimirse políticamente de los crímenes cometidos por el Tercer Reich. Con actores alemanes prooccidentales, anticomunistas y que forzadamente renegaban de su odio a los judíos, para aplicarse disciplinadamente como serviles instrumentos de Washington y los suyos, para fortalecer un poderoso portaviones terrestre en Asia occidental bajo el nombre de Israel, fundado el año 1948, sólo tres años después del fin de la segunda guerra mundial.

Pablo Jofré Leal

Trabajo Para SegundoPaso ConoSur

Permitida su reproducción citando la fuente

  1. Ya en 1958, dos años antes de que los “cazanazis” israelíes encontraran al criminal nazi, Adolf Eichmann, tanto alemanes como estadounidenses sabían que el buscado estaba en Argentina. ¿Por qué callaron? La respuesta es contundente: “Se quería proteger a un alto político alemán de la posguerra.” Y ello a pedido del entonces canciller cristianodemócrata Konrad Adenauer, como lo revelan documentos de la CIA publicados por Timothy Naftali, de la Universidad de Virginia. Los primeros en rastrear al sanguinario Eichmann, que se había establecido en Argentina bajo el nombre de Clemens, fueron los servicios secretos alemanes que luego informaron a sus homólogos estadounidenses con una condición: no revelar la información, a nadie. https://www.dw.com/es/adenauer-y-cia-callaron-sobre-eichmann/a-2046278
  2. Globke se convirtió en una poderosa éminence grise del gobierno de Alemania Occidental y fue ampliamente considerado como uno de los funcionarios públicos más influyentes en el gobierno del canciller Konrad Adenauer. Globke tuvo un papel importante en la configuración del curso y la estructura del estado y la alineación de Alemania Occidental con los Estados Unidos. También jugó un papel decisivo en las políticas anticomunistas de Alemania Occidental a nivel nacional e internacional y en la comunidad de inteligencia occidental, y fue el enlace principal del gobierno alemán con la OTAN y otros servicios de inteligencia occidentales, especialmente la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Durante su vida, su papel en el estado nazi solo se conocía parcialmente. https://hmong.es/wiki/Hans_Globke
  3. https://www.ynetespanol.com/tendencias/historias/article/Sy8YJuk3d

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