Al mirar la naturaleza, nace la alegría

Mirar las coloridas flores en su gran diversidad y los árboles verdes, da un gozo inigualable

En la fe islámica la dignidad y el derecho, como lo son para los órganos humanos, también son considerados principios que hay que tenerlos en cuenta para otros seres en la naturaleza. La persona creyente y teóloga, debe obedecer a cada uno de ellos para recibir la misericordia de Dios Altísimo.

Lo que sigue son las enseñanzas y palabras luminosas del Profeta Muhammad (la Paz sea con él y sus descendientes) y los inmaculados Imames (la paz sea con todos ellos) y, en general, la visión islámica de acuerdo con las revelaciones divinas

Nuestro Profeta Muhammad (P) siempre ordenaba a la gente que protegiera los jardines y palmeras alrededor de Medina. 

El Profeta Muhammad (P) ha hablado sobre la importancia de la atención a la naturaleza y nos ha dicho lo siguiente:

 “El que siembra un árbol, Dios lo recompensará tanto como el fruto que del árbol aflore, por sembrarlo”;

"Si un musulmán siembra un árbol y un pájaro o un humano se come el fruto del árbol, eso será una limosna para el que sembró el árbol".

En otras narraciones ha afirmado:

"Mirar tres cosas es muy bueno y agradable: mirar hacia el rostro de nuestros padres, mirar el Sagrado Corán y mirar el mar";

"No quemen la palmera y no la sumerjan en agua”;

“No corten el árbol fértil y no quemen las granjas”.

El profeta Muhammad (P) también ha explicado:

"Cualquier persona que quiera sentir mi aroma, puede oler una rosa".

Además de los dichos anteriores, el Imam Ali (P) en una narración dice:

"Al mirar la naturaleza, nace la alegría”.

Además, hay numerosos dichos del Imam Sadiq (P) sobre el tema de la naturaleza:

"Tres cosas iluminan la visión: mirar la naturaleza, el caudal del agua y a alguien de perfil hermoso";

“Mirar las coloridas flores en su gran diversidad y los árboles verdes, da un gozo inigualable";

“Al percibir un olor fragante, al sentir el sabor de la miel, al montar a caballo y al mirar los exuberantes paisajes se puede prevenir la enfermedad psicológica y mental".
 

La importancia de la naturaleza en el islam

Las siguientes son algunas de las razones por las cuales la naturaleza es muy importante en el islam:

1. El Juramento de Dios por la naturaleza en el Sagrado Corán:

Dios Todopoderoso ha jurado por los elementos de la naturaleza en el Sagrado Corán. Por ejemplo: "¡Por el higo!" (Sura Tin /1). "¡y Por el olivo!" (Sura Tin /1). "¡Por el monte Sinaí!" (Sura Tin / 2).

2. El conocimiento de los versos como el signo de la naturaleza:

El Sagrado Corán se refiere a las expresiones de la naturaleza como un "verso" y un signo.

En conclusión, el universo es esencialmente como un reflejo de Dios y ha sido glorificado por Él.

El versículo 164 del sura “La Vaca”:

Ciertamente en la creación de los cielos y de la Tierra, la sucesión de la noche y el día, el navío que surca el mar para beneficio de los hombres, el agua que Alá hace descender del cielo, para revivir con ella la tierra árida, en la que diseminó toda clase de criaturas, y en la variación de los vientos y de las nubes que están entre el cielo y la Tierra, hay señales para quienes razonan.

Denominar los suras del Corán con elementos de la naturaleza

Se ha utilizado los elementos de la naturaleza para nombrar los suras del sagrado Corán; entre ellos se puede mencionar: La Vaca, El Trueno, La Abeja, La Luz, La Araña, La Aurora, El Sol, El Hierro, La Noche, La Luna, El Higo, La Mesa Servida, Los Ganados, La Caverna, La Hormiga, El Humo, El Monte Tur, La Estrella y El Día Angustiante. 

El Sagrado Corán se refiere a estos elementos como la naturaleza: el cielo, la Tierra, el sol, la luna, las estrellas, la lluvia y las nubes que llueven o no, al abundante agua que cae del cielo, el crecimiento de las plantas, la luz, la diversidad del color y el viento, etc.

Por lo tanto los recursos (fuentes) naturales como el bosque y el árbol son los importantes ejemplos de la naturaleza.
 

Las enseñanzas de mirar la naturaleza para el hombre, según el Sagrado Corán

Aquí explicamos tres lecciones que la naturaleza ofrece al ser humano, según los versículos del Sagrado Corán:

1. Probar la creencia sobre Dios:

El Sagrado Corán después de mencionar los elementos de la naturaleza, intenta explicar que todas sus expresiones indican que Dios ha creado y otorgado todas estas bendiciones al ser humano para su satisfacción y comodidad.

En muchos versos del Sagrado Corán se explica que el Creador ha dedicado todas estas bendiciones al ser humano. Lo podemos ver en los versículos 32 y 33 del sura Abraham, los versículos 12 y 14 del sura La Abeja, los versículos 20 y 29 del sura Luqman, el versículo 65 del sura La Peregrinación y el versículo 12 del sura Arrodillada.

Por eso, algunos versículos del Sagrado Corán aconsejan al ser humano, viajar y contemplar la Tierra y observar cómo Dios comenzó la creación; y luego creó el otro mundo. Dios es capaz y poderoso de todas las cosas. (Sura La Araña / 20)

También se ha referido a las expresiones de la naturaleza como una guía y un signo para conocer a Dios.
2. Apreciar  y dar las gracias:

Al reconocer que todas estas bendiciones son un signo y señal de Dios y que todos ellos están destinados a ser creados por Él, todos los seres humanos debemos estar agradecidos y no malgastar estos recursos que Dios nos ha brindado.

 3. La creencia sobre la Resurrección:

“Una de las expresiones del poder de Dios en el mundo es el renacimiento de la naturaleza. Por ejemplo una naturaleza que muere en invierno y pierde su vegetación y vitalidad, pero revive en la primavera nuevamente.”; El Sagrado Corán describe esta misericordia divina a través de la lluvia. (Sura El Muro Divisorio / 57)

En otra parte el Sagrado Corán menciona:

“Hace surgir lo vivo de lo muerto y lo muerto de lo vivo, y vivifica la tierra árida. De la misma manera seréis resucitados”. (Sura Los Bizantinos (Roma)/19)

“Dios es Quien envía los vientos para que éstos reúnan las nubes, extendiendo y fragmentándolas por el cielo como Él quiere. Luego ves que la lluvia cae de entre ellas; y aquellos siervos [azotados por la sequía] a quienes Dios agracia con ella, se alegran.

Pero éstos mismos, antes de que Dios les enviase [la lluvia], habían perdido las esperanzas.

Observa pues, la misericordia de Dios, y cómo [Dios] vivifica la tierra después de haber sufrido una terrible sequía. Ciertamente Él es Quien resucitará a los muertos, porque Él tiene poder sobre todas las cosas”. (Sura Los Bizantinos (Roma)/48-50)

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