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La Magia Sionista Ante Una Débil Unión Africana

Segundopaso – El Régimen Sionista como en un acto de magia, sorprendentemente se convirtió en miembro observador de la Unión Africana, aun sin que sus países miembros conocieran del nombramiento, en el presente análisis veremos de que argucias se valió el régimen sionista para realizar dicha estrategia geopolítica.

Por primera vez desde 2002, el embajador de Tel Aviv en Etiopia, Aleli Admasu, presentó sus credenciales como miembro observador en la Unión Africana. El canciller sionista, Yair Lapid, dijo al respecto: “Hoy es un día de celebración para las relaciones entre Israel y África, y esto nos ayudará a ampliar nuestras actividades en el continente africano con los estados miembros de esta Unión”.

El régimen sionista, después de 19 años de fracasar en sus esfuerzos por lograr un puesto de observador en la Unión Africana, finalmente, hace menos de un mes, alcanzó su objetivo por medio del truco utilizado por el jefe de la Comisaría de la Unión.

La noticia de que Israel ocupó el puesto de observador oficial en la Unión Africana el pasado 22 de julio se publicó sin el menor alboroto y reflexión, lo que indica la magnitud del escándalo causado por el engaño y la colusión. El truco se lo sacó de la manga el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Muhammad, con la complicidad del Gobierno etíope. Pero el mayor insulto es, sin duda, el silencio árabe-africano. Mientras tanto, solo Argelia, obviamente, protestó desde un principio, y, junto con un grupo de países africanos, ya ha implementado medidas diplomáticas para revocar la membresía de Israel.

El periódico Al-Arabi Al-Jadid (o El Nuevo Árabe) atendió al tema en una nota titulada “Israel, observador de la Unión Africana, un truco del presidente de la Comisaría”, y escribió: “Si se sigue esta noticia y las noticias anteriores y posteriores sobre el tema, se advierte que Israel y sus amigos africanos se han estado preparando para este proyecto durante años. Pero lo que los medios hebreos confesaron fue que los acuerdos de normalización con Marruecos y Sudán ayudaron a preparar el terreno para la adhesión de Israel a la Unión Africana. Saber lo que estaba pasando en los pasillos de la Unión Africana era esencial para Tel Aviv, ya que África se considera un mercado clave para los productos de inteligencia y seguridad israelíes”.

Y continúa: “Después de 19 años de no poder adherirse a la Unión Africana, que reemplazó a la Organización para la Unidad Africana (OUA), en la que Israel ocupaba un puesto de observador, al final pudo nuevamente recuperar ese puesto el pasado 22 de julio.  Esto se logró por medio de un documento que, en realidad, se parecía más a un engaño y a un truco, y su héroe fue Moussa Faki Mohammad, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, y todo ello tuvo lugar en el más absoluto silencio de la mayoría de los miembros de la Unión, con la excepción de Argelia. Sudáfrica y Namibia se unieron a Argelia para condenar esta violación de las regulaciones internas de la Unión Africana”.

En tales circunstancias, Egipto, Sudán, Túnez, Libia, Marruecos, Somalia, Mauritania, Yibuti y la Unión de las Comoras no adoptaron ninguna postura.

Según el informe, el anuncio se produjo un día después de que el embajador israelí, Aleli Admasu, en Etiopía, Chad y Burundi, se reuniera con el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mohammad, en la sede de la Unión, Adís Abeba. El nombramiento se consumó sin votaciones ni consultas previas entre los 55 países miembros.

Al juicio del autor, atendiendo el entusiasmo de Israel por este logro, que, en su opinión, esperó durante mucho tiempo y que ha supuesto la consecución de numerosos logros políticos, económicos y de seguridad, surgen miles de preguntas sobre cómo Faki Muhammad aceptó la membresía de Israel como observador de la Unión Africana sin el consentimiento de los estados miembro y sobre el nivel de violación de los principios y reglas de la Unión Africana y sus objetivos; asimismo sobre el papel de Etiopía como sede de la unión, país que mantiene relaciones crecientes con Israel.

Además, surgen otras muchas preguntas sobre el motivo del silencio de los representantes de los países árabes en la Unión Africana, que suman 10 de un total de 55 estados miembros, y también del silencio de los estados miembros no árabes de esta Unión.

 

Condena de tres países y un Israel feliz

Argelia se encargó de llevar a cabo la primera protesta y dio sus primeros pasos para revocar la decisión. Mientras tanto, Argelia envió informes a los líderes de 14 países para protestar por esta decisión y expulsar a Israel de la Unión Africana. Al-Arabi Al-Jadeed escribió que Argelia, junto con otros 13 países africanos, está liderando una iniciativa para expulsar a Israel del puesto de observador. Ahora, el número de países secundan la postura de Argelia y participan en su iniciativa, ha aumentado a 21 países.

Una importante fuente diplomática le dijo a Al-Arabi Al-Jadid que Argelia está estableciendo contactos de alto nivel para redactar un borrador sobre las decisiones de los países africanos y este se presentará en la próxima cumbre de la Unión Africana, respaldado por sus dos principales aliados, Nigeria y Sudáfrica, con el objetivo de revocar la admisión de Israel como estado observador en la Unión.

La fuente afirmó que Argelia ha recibido apoyo de muchos países, incluidos Níger, Malí, Libia, Túnez, Mauritania, Sudáfrica, Nigeria, Liberia, Tanzania, Comoras, Gabón, Eritrea, Zimbabue y Seychelles. En este sentido, Argelia busca desarrollar la iniciativa, que propondría una enmienda a la Carta de la Unión Africana, según la cual, ningún país ajeno al continente africano que haya ocupado tierras de otras naciones, podrá lograr un puesto en el seno de la Unión Africana.

Según la fuente, el canciller argelino, Ramatane Lamamra, ha hecho del caso una prioridad durante sus recientes visitas a Etiopía, Sudán, Egipto y Túnez, y les ha dejado claro a los funcionarios de esos países su oposición a ceder cualquier cargo al régimen sionista en la Unión Africana.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argelia anunció el 25 de julio que la decisión de la afiliación de Israel a la Unión Africana se tomó sin consultas previas con los Estados miembros. Esta decisión no tiene, pues, ninguna validez o justificación para legitimar las acciones y el comportamiento del nuevo observador (Israel), que son fundamentalmente contrarios a los valores y principios establecidos en el Estatuto de la Unión Africana.

En la misma fecha, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudáfrica describió la decisión de injustificable e impactante, tomada unilateralmente sin consultar con los miembros de la Unión Africana.

El Gobierno de Namibia también protestó formalmente al día siguiente por la decisión de la Comisión de la Unión Africana y expresó su pesar y preocupación por tal decisión.

Al contrario, los funcionarios y los medios de comunicación en Tel Aviv celebraron la decisión, y el ministro de relaciones exteriores israelí describió la decisión como una “celebración de las relaciones africano-israelíes”.

El periódico sionista Haaretz también escribió que los acuerdos de normalización firmados entre Israel y Marruecos y Sudán, así como la reanudación de las relaciones diplomáticas con Chad y Guinea, contribuyeron a allanar el camino para la adhesión de Israel a la Unión Africana.

Según el periódico, Israel había intentado en los últimos años recuperar su membresía en la Unión Africana, pero sus esfuerzos no llegaron a buen puerto. En los últimos meses, el ministerio de relaciones exteriores de Israel ha lanzado una campaña política para conseguirlo. En el marco de esos esfuerzos, la subsecretaria del canciller israelí para asuntos de África, Aliza Bin-Noun, viajó a Adís Abeba y se reunió con los 30 representantes de los estados miembros de la Unión Africana para persuadirlos de que aceptaran la membresía de Israel como observador.

Según Haaretz, la readquisición del puesto por parte de Israel mejorará su capacidad para fortalecer los lazos con los países africanos y le brindará la oportunidad de lanzar proyectos importantes en varios campos, incluyendo la lucha contra el terrorismo y la epidemia del Covid-19. Actualmente Israel mantiene relaciones diplomáticas con 46 de los 55 estados miembros de la Unión Africana.

El periódico económico israelí Globes escribió que aceptar a Israel como miembro observador de la Unión Africana daría a las empresas israelíes más oportunidades para invertir, y que existía energía y potencial oculto en ese campo.

 

 

¿Cómo logró Israel el puesto de observador en la Unión Africana?

El sitio web libanés Al-Mayadin escribió al respecto: “Lo extraño e impactante es que los países africanos fueron los primeros azotados por el racismo, el apartheid y la segregación de Israel. De hecho, no hace mucho tiempo, esos mismos países apoyaron al pueblo palestino exigiendo a Israel que pusiera fin a su ocupación de los territorios palestinos. Pero, ¿Cómo logró Israel tal cambio?”

Asimismo, según Haaretz, Israel mantiene relaciones diplomáticas con 46 de los 55 estados miembros de la Unión Africana, aunque, según Foreign Policy, cuenta con embajadas en solo 15 estados miembros. Todo esto no fue suficiente para que, en los últimos años, consiguiera retomar el puesto de observador en la Unión Africana, entonces, ¿Qué ha cambiado entre tanto?

Al-Mayadin explica que Tel Aviv llegó a África cuando los estados árabes se hallaban en una posición débil, Palestina estaba en crisis y la guerra entre los países africanos se estaba intensificando. A pesar del aislamiento y los obstáculos que enfrentó Tel Aviv en esa dirección; el régimen, en los últimos años, ha seguido intentando penetrar gradualmente en el continente africano y aumentar su seguridad, su influencia militar y económica hasta llegar al actual nivel. Al-Mayadin continúa explicando que la afiliación del régimen sionista a la Unión Africana supone una nueva etapa, una etapa en la que las ambiciones del régimen no se limitan a la ocupación de los territorios palestinos, dicho régimen pretende directamente proteger sus intereses en África sin depender del papel de Estados Unidos en la región. Israel está aprovechando la debilidad de los países árabes con el objetivo de desarrollar su plan racial y de desarrollo y robar así a los países africanos.

Según las declaraciones de protesta emitidas por Argelia, a Israel se le ha dado esa posición sin consultas amplias y previas con los estados miembros de la Unión Africana. Sudáfrica también confirmó que la decisión se tomó unilateralmente sin consultar con los miembros. Namibia aseguró que no estaba al tanto de la decisión y que, de hecho, no estaba de acuerdo.

La falta de consultas para tomar tal decisión en la Unión Africana revela el papel decisivo de Moussa Faki Muhammad en este asunto, puesto que tiene la responsabilidad de atender las solicitudes presentadas por otros países. No se puede aceptar que esta decisión decisiva se tomara sin coordinación con el país que es la sede de la Unión Africana, o sea, Etiopía, así como del país del que es natural Faki, es decir, Chad.

Según el informe, las relaciones de Israel y Chad han ido creciendo desde finales de 2018 y desde la visita del presidente Idriss Déby (que murió en abril de 2021) a Tel Aviv. La visita, durante la cual se anunció oficialmente la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Chad e Israel el 20 de enero de 2019.  Relaciones que se rompieron en 1972 bajo la presión del dictador libio fallecido Muamar el Gadafi. En 2019, durante el viaje del entonces primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a Chad, calificó a ese país de aliado de Israel.

Dado que Moussa Faki fue primer ministro de Chad desde el 24 de julio de 2003 hasta el 4 de febrero de 2005 y ministro de Relaciones Exteriores de Chad desde el 23 de abril de 2008 hasta el 30 de julio de 2017, además de que ocupó varios puestos ejecutivos en su país, mantenía relaciones estrechas con el presidente Déby. Por eso, Israel esperaba que él desempeñara su papel en cuanto a la membresía del régimen sionista como observador en la Unión Africana.

Durante la visita de Netanyahu a Chad en 2019, el editor en jefe de Israel Hayom, Bouaziz Bismuth, el único reportero que acompañó a Netanyahu en el viaje, anunció que la elección de Faki como presidente de la Unión Africana previamente a esta visita, ayudaría a Israel a lograr la membresía como observador en la Unión Africana.

En dos informes publicados en la edición hebrea de Al-Monitor en enero y febrero de 2019, la periodista sionista Rina Bassist declaró que el nombramiento de Faki como presidente de la Comisión de la Unión Africana aumentaba las posibilidades de Israel de obtener la membresía como observador en la Unión. Asimismo, predijo en los informes que Netanyahu le pediría a Déby en Chad que usara su peso y poder en Tel Aviv para ganar esa posición en la Unión Africana. Por otro lado, Israel contaba desde 2016 con la aprobación de Etiopía para unirse a la Unión Africana: el entonces primer ministro etíope —durante la visita de Netanyahu a Adís Abeba el 7 de julio de ese año, que formaba parte de su gira periódica por los países africanos— dijo: “Israel está interactuando seriamente con muchos países africanos. No hay ninguna razón para que Israel sea excluido de la membresía como observador en la Unión Africana “.

Un diplomático sionista, hablando bajo condición de anonimato, le dijo a Haaretz: “Este logro se consiguió aduciendo que la posición de observador “no importa mucho”, mientras que, en realidad, se trata de un “símbolo muy importante”. Israel, odiado y marginado en África en la década de 1970, está de nuevo sobre la mesa y muchos de sus oponentes tradicionales ya no insisten en eliminarlo. La presencia física en las reuniones permite a Israel “saber lo que está sucediendo” y seguir los “desarrollos e iniciativas políticas” de la agenda de la Unión Africana”.

Los analistas consideran la afiliación del régimen sionista a la Unión Africana como una señal del debilitamiento de la posición antisionista de los países africanos y del peligro de que el caso palestino desaparezca de la mente de la gente de esos países. Al-Mayadin explica que esta medida indica claramente un debilitamiento de la posición de la Unión Africana sobre la causa palestina, lo que ha dado lugar a una serie de problemas, el más importante sería el acuerdo de normalización de lazos de Estados Unidos con Tel Aviv, firmado cuando Donald Trump era presidente de los Estados Unidos.

El sitio web libanés agrega: “otro impacto importante de esta decisión en la causa palestina es la institucionalización de una política internacional de insignificancia ante las obligaciones morales y legales, los compromisos para proteger los derechos de los seres humanos y las naciones ocupadas, que son parte de las responsabilidades de las organizaciones internacionales. Este paso alentará a los ocupantes israelíes a continuar su agresión y sabotaje contra el pueblo palestino y fortalecerá la posición de Israel por medio de un contexto internacional que apoya sus políticas en África, lo que afectará negativamente a la causa palestina”.

La causa palestina no es el único problema que se verá acrecentado por la pertenencia del régimen sionista a la Unión Africana, también existe un mayor peligro, es decir, que se establezcan bases de espionaje israelíes (Mossad), una de las cuales ya se ha instalado en Eritrea; la base que controla el estrecho de Bab al-Mandab y, desde ahora Tel Aviv puede vigilar lo que está sucediendo en el Mar Rojo, así como en las líneas de tráfico de armas de la resistencia.

Al-Mayadin agrega que Tel Aviv sufre de una crisis existencial y, en consecuencia, este logro le da la sensación de que, como otros países, se ha convertido en un miembro natural de la región.

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