Embajadores de 10 Países Son Declarados Personas No Gratas en Turquía

Según el Servicio Internacional de la Agencia de Radio y Televisión iraní, los embajadores de esos 10 países, incluyendo a los de Estados Unidos, Alemania, Nueva Zelanda, Noruega, Dinamarca, Francia, los Países Bajos, Canadá, Suecia y Finlandia, el 18 de octubre de 2021, en una declaración abiertamente intervencionista e ignorando la soberanía política de Turquía, exigieron la liberación de “Osman Kavala”, uno de los opositores del Gobierno de ese país.

En respuesta a dicha declaración, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el 23 de octubre de 2021, confirmó que, según la orden que había emitido al ministro de Asuntos Exteriores Mevlüt Çavuşoglu, los embajadores de esos 10 países serían considerados personas no gratas.

De acuerdo con el protocolo de la diplomacia internacional, cuando un embajador es considerado “persona non grata”, debe abandonar el país anfitrión.

Los medios turcos informan de que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía ha tratado de persuadir al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de que no expulse a los embajadores de esos 10 países, pero de forma infructuosa.

Este artículo examina el impacto que tendrá sobre las relaciones bilaterales la decisión del presidente de Turquía de expulsar a los embajadores de 10 países.

¿Quién es Osman Kavala?

Osman Kavala nació en 1957. Los occidentales lo consideran un empresario y activista de derechos humanos; el Gobierno turco, sin embargo, lo culpa del fallido golpe de Estado de 2016 contra Recep Tayyip Erdogan.

Kavala fue procesado por primera vez en Turquía en 2013 por apoyar el movimiento de protesta de Parque Gezi. No obstante, el año pasado (2020), el tribunal que atendió el caso de las protestas le absolvió junto con otras personas, y el juez ordenó su liberación.

Empero, transcurrido un tiempo, la fiscalía de Estambul emitió una orden de arresto contra Osman Kavala por los cargos de participar en el fallido golpe de Estado de 2016.

El Gobierno turco cree que Kavala está tratando de desestabilizar el país con sus actividades. Erdogan ha tachado a Kavala repetidamente de “rama de Soros”, refiriéndose a las actividades subversivas del multimillonario estadounidense George Soros, considerado también fundador de la Revolución de Terciopelo.

Estados Unidos, Francia, Alemania, Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Canadá, los Países Bajos y Nueva Zelanda, por su parte, afirman que Kavala es un activista de derechos humanos y por ello, en un gesto humanitario, pidieron su liberación.

La reacción de los países ante la medida de Erdogan

Las declaraciones del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en respuesta a la declaración intervencionista de dichos 10 países, incluido Estados Unidos, en apoyo de Osman Kavala, se ha enfrentado con una postura pasiva por parte los países aludidos.

El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán afirmó que, tras las declaraciones de Recep Tayyip Erdogan sobre el embajador alemán en Ankara, el Gobierno alemán había leído el informe y mantenía intensas consultas con los otros nueve países para abordar la decisión de Turquía de expulsar a los embajadores.

Un funcionario del Departamento de Estado de los Estados Unidos también dijo que dicho Departamento estaba en espera de una explicación clara de parte de Turquía sobre la expulsión de los embajadores de 10 países, incluido el de Estados Unidos.

Noruega, Suecia y los Países Bajos adujeron que todavía no habían recibido ninguna solicitud formal de Turquía para expulsar a sus embajadores de Ankara.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Nueva Zelanda, en respuesta a la reciente polémica, señaló que se reservaba su opinión hasta que recibir información a través de los canales oficiales.

El ministro de Asuntos Exteriores danés, Jeppe Kofod, también señaló que su Ministerio no había recibido ninguna advertencia oficial, pero que estaba en contacto con amigos y aliados de su país.

Ante una posible profunda crisis en las relaciones turco-occidentales

La respuesta de Erdogan a la petición de los embajadores de Estados Unidos, Francia, Alemania, Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Canadá, los Países Bajos y Nueva Zelanda de que liberara a Kavala podría abrir una profunda crisis en sus relaciones con Turquía e incluso debilitar la posición de Turquía en algunas organizaciones a nivel internacional, incluidas las organizaciones e instituciones occidentales, como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Turquía es miembro de la OTAN y 7 de esos 10 países (EE.UU., Alemania, Francia, Dinamarca, Canadá, los Países Bajos, Noruega) también lo son; por lo que parece que, de persistir esta disputa, además de afectar a las relaciones entre las dos partes, podría conllevar la expulsión de Turquía de la OTAN.

También se abre la posibilidad de que Estados Unidos, Francia, Alemania, Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Canadá, los Países Bajos y Nueva Zelanda, en respuesta a Turquía, que ha declarado personas no gratas a sus embajadores, en reciprocidad también declaren a los embajadores turcos personas no gratas; y en ese caso las relaciones bilaterales y multilaterales de Turquía con dichos países resultarían perjudicadas, e incluso destruidas en muchos aspectos.

Turquía mantiene intercambios comerciales con la Unión Europea, incluida Alemania, y la decisión de Erdogan de declarar personas no gratas a los embajadores de los países occidentales podría conllevar la implementación de sanciones económicas de la UE contra Turquía.

En diciembre de 2020, la Unión Europea impuso sanciones a Turquía; el motivo de las mismas fue la perforación no autorizada de gas natural en aguas disputadas del Mediterráneo.

La Unión Europea ha multado a personas y empresas involucradas en el proceso de exploración o perforación de gas de Turquía y les ha prohibido la entrada en la UE y bloqueado sus capitales.

Actualmente, tanto el vicepresidente de la Empresa de Petróleo de Turquía como el subdirector del sector de exploración figuran en la lista de sanciones de la UE.

La declaración de los embajadores de los 10 países, es decir, Estados Unidos, Alemania, Nueva Zelanda, Noruega, Dinamarca, Francia, los Países Bajos, Canadá, Suecia y Finlandia exigiendo la liberación de Osman Kavala indica su desprecio por la soberanía política de Turquía, amén de suponer una clara intervención en los asuntos internos de un tercer país.

Estos 10 países han demostrado repetidas veces que apoyan a la oposición de los gobiernos legales de distintos países y exigen la liberación de algunos de sus miembros so pretexto de los derechos humanos, por lo que Turquía no es, de hecho, una excepción.

La llamada declaración en pro de los derechos humanos realizada por los embajadores de dichos 10 países ha tenido lugar pese a que estos mismos países miran para otro lado ante los delitos contra los derechos de humanos cometidos por los  Al Saud, incluido el caso de Yamal Jashogyi.

Por otra parte, la pasividad de los 10 países mencionados ante la decisión de Recep Tayyip Erdogan evidencian que les pilla de sorpresa tal medida.

La reacción de Recep Tayyip Erdogan a la interferencia de los países occidentales en los asuntos internos de Turquía también podría ser indicio del regreso a las frías relaciones de Ankara con el Occidente y del aumento de sus diferencias con los países de la OTAN y los de la Unión Europea.

Parece que Erdogan se plantea confrontar a esos 10 países y ha pensado en medidas para evitar que su país se vea perjudicado por dichos cambios.