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Israel y Su Comedia Hipócrita

Resulta irónico ver como Israel se ofreció primeramente como sede de negociaciones entre Rusia y Ucrania y actualmente se ofrece como mediador, siendo el estado más condenado por la ONU y los organismos de DDHH internacionales y uno de los abastecedores clave de armamento a Ucrania.

El conflicto ruso ucraniano viene a revalorizar la necesidad del imperio del Derecho Internacional y a una renovación del compromiso de toda la comunidad internacional de suscribirse a este.

La defensa de la soberanía de Ucrania revive la postergada relevancia de impulsar la soberanía de Palestina basada principalmente en:

· El retiro del ejército israelí de los territorios palestinos declarados en la resolución 181 de la Asamblea General de la ONU del 29 de noviembre de 1947 que “recomendó” la partición de Palestina en dos Estados, pero sin que Israel permitiera la consolidación del Estado Palestino.

· Permitir el retorno de los refugiados palestinos expulsados de sus hogares por Israel, según resoluciones N°194 del 11 diciembre de 1948 y la N°3236 de 22 noviembre de 1974 reconociendo el derecho de autodeterminación del pueblo palestino

· Retiro israelí de Palestina Ocupada incluido Jerusalén Oriental en base a la Resolución N° 2334 del 23 diciembre de 2016 del Consejo de Seguridad de la ONU, la que por emanar de este órgano es vinculante

· Fin del colonialismo y el apartheid israelí considerado una forma de discriminación racial según Resolución N° 3379 de la Asamblea General de la ONU en 1975

· Fin de la expansión colonial basada en asentamientos de colonos traídos de otras naciones a Palestina con fundamento en las Resoluciones N°446 del 22 marzo 1979 y N°2334 del 23 diciembre de 2016 del Consejo de Seguridad de la ONU (ambas resoluciones vinculantes)

· Derribamiento del Muro de Separación o de la “Vergüenza” que penetra en territorio palestino expropiando más territorios, declarado ilegal por la Corte Internacional de Justicia el 9 julio de 2004

Desde 1948, e incluso antes, con la acción de las organizaciones terroristas sionistas, que luego se constituyeron en el ejército israelí, Israel sistemáticamente ha invadido Palestina, expulsado a su población originaria, bombardeado periódicamente y cometido crímenes contra la población civil. Asesinado selectivamente a los dirigentes políticos del pueblo palestino incluido su ex presidente Yasser Arafat, destrucción de hogares y de campos de cultivo, apropiación de las fuentes de agua, transformado a la margen occidental en un gran campo de concentración, expulsado violentamente a los residentes de Jerusalén y otras ciudades palestinas, cambiado los nombres y en general el estado jurídico del territorio, prohibido la libre expresión y el funcionamiento de las ONG de defensa de los Derechos Humanos, convertido a Gaza en el mayor campo de exterminio y, en definitiva socavado las posibilidades de instalación de un Estado Palestino libre y democrático como lo declara la carta nacional de la Organización Para La Liberación de Palestina.

Resulta irónico ver como Israel se ofreció primeramente como sede de negociaciones entre Rusia y Ucrania y actualmente se ofrece como mediador, siendo el estado más condenado por la ONU y los organismos de DDHH internacionales y uno de los abastecedores clave de armamento a Ucrania. Por ende, terminar con esa hipocresía internacional resulta imperativo hoy en día, ya que corremos el riesgo de ensanchar las compuertas de más flagrantes inconsistencias y violaciones a las normas que regulan la convivencia entre los pueblos.

Chile, como país que se suscribe a la carta de la ONU y sus resoluciones, así como a las organizaciones de derecho internacional, entre estas la CIJ, debe comprometerse en su propio accionar, así como promover en las organizaciones económicas y políticas regionales de ALC iniciativas que conlleven a obligar a Israel a cesar sus violaciones, respetar las leyes internacionales y adoptar sin condiciones las resoluciones de la ONU.

Es propio de nuestra tradición internacional el respeto y la promoción de los derechos humanos internacionales. En esa línea, nos compele el deber de adherir a los informes de Human Rights Watch y Amnistía Internacional y promover que existan todas las facilidades para la investigación de la Corte Penal Internacional sobre crímenes de guerra cometidos por Israel.

Es importante que Chile despliegue una cruzada diplomática a nivel internacional para que Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea, principalmente, sean consecuentes entre su discurso y su actuación internacional para que, así como han desplegado innumerables y contundentes sanciones en contra de Rusia, condenen y promuevan del mismo modo la condena y similares sanciones contra el régimen israelí para que respete el derecho internacional.

Es pertinente que gobiernos que se erigen como defensores de la democracia, no hipotequen sus declarados valores de respeto por la paz, justicia, soberanía y autodeterminación, que asuman la obligación moral de consecuencia entre sus dichos y actos y, honren la reputación de los estados a los que representan para no verse condenados por la historia como solamente defensores de unos intereses de poder y hegemonía.

Impulsar la convivencia pacífica y respetuosa de la legalidad que la propia comunidad internacional se ha autoimpuesto resulta hoy trascendente para el mundo que le estamos legando a las futuras generaciones.

Mikhael Marzuqa

Columna para SegundoPaso ConoSur

Permitida su reproducción citando la fuente.

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