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Guerra económica contra Rusia. El descalabro imperial, sanciones coercitivas y el Nuevo Orden

AUTOR: ÁNGEL TORTOLERO LEAL. ILUSTRACIÓN: ETTEN CARVALLO

Segundo Paso para Nuestra América.- Esta guerra de Occidente contra Rusia revela el temor de los derruidos imperios occidentales por la pérdida de poder ante el surgimiento, para bien de la humanidad, de nuevos bloques geopolíticos. Solo un mundo multipolar hará posible preservar a la especie humana, lo contrario, es el colapso.

Descalabro Imperial

La guerra de Occidente contra Rusia revela ante los ojos de la humanidad cómo los decadentes imperios occidentales resuelven sus crisis económicas, recurrentes y estructurales, y causan dolor, muerte y devastación por donde pasan.

Para ellos, la geopolítica es por la dominación planetaria y no dan cuartel a la Paz, pues esta es subversiva y, por ende, peligrosa a los intereses que convergen alrededor de sus criminales acciones contra los pueblos que no se someten a sus designios.

Sin embargo, es importante destacar que no todas las fuerzas aliadas a los imperios están alineadas en favor de las acciones emprendidas, ya que, si bien los gobiernos de esos países convergen en el logro de los objetivos de dominación mundial, no es menos cierto que muchos de ellos se oponen a las acciones militares directas contra el gigante euroasiático, en virtud que las mismas conllevarían a una III Guerra Mundial, cuyas consecuencias ponen en riesgo a toda la humanidad.

Así, el discurso belicista de Washington, Bruselas y Londres se construye y se destruye según sea el posicionamiento de dominio internacional, poderío militar y tecnológico de los gobiernos que se les subordinan, pero no están dispuestos a arriesgar sus economías. Tal vez por ello, aunque el énfasis comunicacional de Occidente mantiene una predisposición a la violencia discursiva ya la justificación del hostigamiento sancionatorio y el uso de poderes supracontinentales, autoasumidos por las derruidas potencias occidentales, lo cierto es que todas las sanciones están dirigidas a controlar el mercado para beneficio de los intereses corporativos y no los pueblos.

Sanciones Coercitivas

En ese orden de ideas, se puede asegurar que esta guerra contra Rusia es económica; de allí que, en el terreno de los acontecimientos, las fuerzas neonazistas ucranianas, no sean asistidas por ejércitos regulares de los países que dicen defenderles y, en sustitución, estén apoyadas por empresas de seguridad (contratistas), predominantemente de origen estadounidense, las cuales asegurarán la rentabilidad del negocio de las armas y mantendrán el clima de tensión necesario para seguir moviendo las consecuencias económicas a favor de los poderosos de siempre.

Por ejemplo, se impide con las sanciones coercitivas y unilaterales contra Rusia la venta de combustible barato a los países de Europa, mientras que las empresas norteamericanas ofrecen el mismo producto cinco o diez veces más caro.

De igual forma, con las sanciones impuestas, Rusia sale del sistema swif y le retienen cuentas en el exterior a las y los sancionados y demás empresas del Estado ruso; una situación que los venezolanos, nicaragüenses y cubanos estamos viviendo, pero que, en el caso del gigante euroasiático, tiene más consecuencias negativas para sus perpetradores que para Rusia.

Nuevo Orden Internacional

A los hechos nos remitimos; para el gobierno de Putin, salir del sistema swif aceleró el proceso de comercialización en moneda propia (rublo, yuanes y rupias) con China (la primera economía del mundo) e India, cuáles mercados, demográficamente, constituyendo casi dos tercios de la población mundial.

En términos geopolíticos, Putin potencia la presencia de Rusia en Asia y abre grandes posibilidades de mercado en América y África, pues, no se puede obviar que la política exterior de Rusia históricamente ha consolidado importantes alianzas en todo el mundo, sin distingo de las particularidades que cada nacion tenga.

Resalta, a los efectos ilustrativos de este análisis, cómo el Brasil de Bolsonaro, representante de la ultraderecha conservadora, racista, aporofóbica y fascista, coincide con la posición del Gobierno bolivariano, revolucionario y Chavista de Nicolás Maduro Moros, al apoyar a Rusia frente a la agresión imperial.

No me cansaré de repetirlo, la guerra es una desgracia que activa, en quienes la sufriremos, graves consecuencias y reacciones primitivas e irracionales, que nos colocan en estado de indefensión ante la arremetida mediática, mientras que a quienes la propician y promocionan le producen grandes ganancia.

Ahora bien, pese a las desgracias que se derivan de las acciones militares, es importante destacar que la respuesta de Rusia ha sido impecable en su accionar y claramente en favor de la población civil de Ucrania y del Dombas.

Adicionalmente, aunque la prensa occidental no lo quiera reconocer, las sanciones económicas impuestas a esa nación, causan más daño a las economías de Europa que a la Federación Rusa, sobre todo en materia energética e insumos alimentarios (trigo, lácteos, cereales, entre otros ).

En consecuencia, es cierto que la presión de las sanciones sobre la economía rusa, según la agencia de calificación Fitch ha rebajado la calificación de la deuda soberana de ese país de “B” a “C”, justo por encima del estatus del “bono basura”, que es la categoría de los países que corren el riesgo de no poder pagar su deuda.

Los mismos analistas destacan como una desgracia económica de Rusia, el cierre temporal o la huida de empresas como Nestlé, Heineken, McDonald’s y Starbucks, lo que, sumado a Shell, a su juicio, resulta determinante para el derrumbe de la economía euroasiática. Sin embargo, el análisis antes citada, reconoce que la huida de las empresas lejos de dañar la economía interna, abre inmensas posibilidades a más empresarios rusos residentes de Moscú para invertir.

Con base en lo expuesto antes, Venezuela, a pesar de tener inhabilitado el voto en la ONU por tener deudas con el organismo, por su imposibilidad para transferir y pagar sus compromisos en el exterior, el presidente Nicolás Maduro no ha querido perder la oportunidad para defender a Rusia después de que se conociese la última resolución que ha adoptado el organismo en su contra.

Por ello, podemos asegurar que las sanciones que se han impuesto desde la Unión Europea y otros países como Estados Unidos: “Son un crimen; una guerra económica contra el pueblo ruso y los pobres de Europa y zonas adyacentes”

Tal como lo expresó el presidente Nicolás Maduro: “Ahora que Occidente ha entrado en histeria, desesperación y locura contra Rusia, nosotros sí vamos a mantener nuestras relaciones comerciales con Rusia y estamos listos para venderles todo lo que podamos”.

En consecuencia, surge un nuevo orden geopolítico internacional y se fundamentan nuevas alianzas que están conformando bloques contrahegemónicos, cuya lucha se planta en contra de la Guerra Económica que estamos viviendo en el siglo XXI.

En fin, los pueblos libres, es decir, las mayorías, apostamos por la paz, la autodeterminación y el respeto a la diversidad política y cultural; por ello, nos man tendremos en la línea que demarca la diplomacia, siempre atentos a sumar esfuerzos en la construcción de un mundo mejor.

Dr. (PhD) Ángel Rafael Tortolero Leal

Profesor Investigador Titular en la UNERG. Diplomático, Jefe de Misión en Israel y Palestina y Ex Embajador en la República de Chipre. Analista Internacional. Miembro del Centro de Estudios Socialistas Jorge Rodríguez. Director de la Internacional Bolivariana y Miembro de la Línea de Investigación “Políticas Públicas y Pensamiento Contra Hegemónico”. Profesor del Postdoctorado en Geopolítica Disruptiva. Militante del PSUV.

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