Mujer

La guardería infantil o el abrazo de la familia; un gran error del feminismo

SP – En la actualidad, los hijos pequeños son considerados como un intruso en los momentos románticos de una pareja liberal. Para ellos, los hijos son un gran problema; porque siempre piden algo, les molestan cuando van a ver una película o ir a una fiesta e incluso les impiden a esas parejas, ir a realizar compras cómodamente.

Este acto demuestra el auge de la desviación del hombre liberal y poco a poco empieza a sentirse tentado ni siquiera para cuidar y criar a sus propios hijos, pues pretende encargar esta responsabilidad al gobierno. Entonces, es así que las guarderías infantiles públicas y privadas aparecen en la escena. Esto es el resultado de la ilusión de liberar al hombre y a la mujer de las restricciones morales y los papeles limitantes.

El desafío del rol de los padres

Criar a los hijos es un proyecto complicado, que requiere la vigilancia y la atención constante. Pero, ninguno de los llamados liberales que llevan en alto la bandera de la justicia de género, no comprenden la importancia del asunto y por lo tanto, insisten en que la sociedad se encargue de esto. Al contrario, muchos de los sociólogos creen que la vida de una ama de casa normalmente posee más diversidad en comparación con la de los hombres y mujeres que trabajan.

Helen Lopata menciona lo siguiente: “el papel de la ama de casa le brinda la oportunidad de establecer una vida multidimensional. Tal oportunidad raramente será accesible en otras funciones; ya que esos trabajos limitan al hombre con estructuras organizadas y  objetivos específicos”.

Es equivocado imaginar que los institutos se encarguen de los papeles domésticos y sociales de la mujer. Es cierto que no se puede imponer la responsabilidad de cuidar a los hijos a la sociedad. Si los niños no reciben la atención precisa de la madre o los consejos  y la educación del padre, es posible que se conviertan en personas ociosas, inútiles e incultas que en lugar de servir a la sociedad, serán un parásito de ella y la amenazarán constantemente.

Las cárceles, los centros penitenciarios, los orfanatos y centros psiquiátricos de EE.UU. están llenos de niños que han sido dejados en manos de la sociedad.

De otro lado, las feministas buscan guarderías públicas para ser “libres”.

Los gobiernos alegan resolver estos problemas, a través de guarderías estatales o públicas.  Pero, la verdad es que los gobiernos no pueden transmitir a los niños, el amor, la atención y el sacrificio natural de la madre al igual que la estabilidad, la grandeza y el respaldo del padre.

En el caso de que se dañe el rol de los padres, no serán suficientes todos los recursos de la Tierra en total, para poder educar a una nueva generación de niños civilizados.

La guardería infantil causa daños irreparables a los niños, ya que ellos necesitan comprender el amor de la madre y el cariño del padre.

Un error feminista

En la última década, muchas de las mujeres, afectadas por los movimientos feministas, han cambiado el estilo de su vida. Lo que hicieron principalmente fue dedicarse la segunda y los principios de la tercera década de su vida a la competición con los hombres por el desarrollo profesional y la consideraron como una prioridad en su vida.

Cuando entraron en la tercera década de la vida, ya se dieron cuenta de que la satisfacción causada por dedicarse al trabajo no era tan grande como habían pensado; por lo tanto, decidieron optar por otro estilo de vida. Muchas de ellas, en ese punto, entendieron que encontrar a una pareja que les encantase, en la tercera y la cuarta década de la vida era mucho más difícil que en la segunda.

El tema de la guardería es la continuación del mismo problema y muchas de las mujeres pretenden justificarlo y seguir practicando este método. La segunda década de la vida es el mejor momento para formar una familia y conservarla. Las cifras que informan sobre la entrada masiva de las mujeres en el mercado laboral, en lugar de reflejar las acciones de una familia sana y firme, muestran la desintegración de la vida familiar.

Cuidar a los hijos en nuestro tiempo es un tema vital. Ellos necesitan amor y cariño. No se puede comprar estas dos necesidades, ni emplear a una persona para realizar esto.

Qué bien ha dicho el ayatolá Yavadí Amolí, el gran sabio del mundo oriental, que el motivo por el cual los hijos dejan a sus padres en los hogares de ancianos es que cuando eran niños, en lugar de criarse en el abrazo de sus padres, se criaron en las guarderías infantiles. Hasta cuando aumente el número de las guarderías infantiles, así también aumentará el número de  los hogares de ancianos en la sociedad.

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