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La alarma de ONU por el discurso de odio contra las minorías

SP – Lo Reciente 10: La pandemia del coronavirus y la enfermedad del COVID-19 en todo el mundo, han provocado malas consecuencias en la economía, y además han creado un nuevo pretexto en el ámbito político, para los políticos, los partidos, los movimientos de extrema derecha y los grupos racistas, especialmente en el Occidente, para Intensificar las presiones a las minorías.

La Organización de las Naciones Unidas advirtió sobre posibles abusos de la crisis del Coronavirus para promover los intereses económicos y políticos, con la idea de atacar a las minorías religiosas y étnicas en varias sociedades, y pidió solidaridad entre los pueblos y gobiernos en la lucha contra esta enfermedad.

La falta de informaciones suficientes sobre la manera de propagación de COVID-19, las preocupaciones del riesgo de contagio del coronavirus y el temor a esta crisis, han causado el abuso y el aumento de la xenofobia y el discurso de odio contra las minorías étnicas y religiosas en algunos países, especialmente en Europa y Estados Unidos.

El Relator Especial sobre la Libertad religiosa de la ONU, Ahmed Shaheed, pidió el miércoles el 22 de abril en Ginebra a los gobiernos, líderes religiosos, la sociedad civil, los medios de comunicación y los pueblos que tomen medidas contra el discurso de odio y la xenofobia. Él pidió ayuda y solidaridad con las personas que son víctimas de tales ataques en la difícil situación actual. El funcionario de la ONU dijo que la pandemia del coronavirus ha multiplicado la violencia contra las minorías en muchos países.

Ahmed Shaheed expresó su preocupación por la creciente tendencia en algunas sociedades para demostrar a los cristianos, judíos o musulmanes como responsables de la propagación del coronavirus. “Lo mismo es cierto en los casos de inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo”, añadió.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump,  es un ejemplo obvio de los dichos de Ahmed Shaheed; el presidente tampoco ha parado la estigmatización y la acusación, al realizar en distintas ocasiones críticas y por llamar al coronavirus como Epidemia China y reconocer y apuntar al gobierno chino como el propagador de la enfermedad, ha desatado una ola de violencia contra los ciudadanos de descendencia o provenientes de China que viven en los Estados Unidos.

Este problema se ha vuelto tan grave que los chino-estadounidenses y asiático-estadounidenses que viven en EE.UU. han comenzado a comprar cada vez más armas para protegerse contra posibles acciones violentas de los ciudadanos estadounidenses, especialmente los blancos.

Otro caso del discurso de odio está en Gran Bretaña, donde los derechistas intentan mostrar a los musulmanes que viven en Gran Bretaña como la causa de la propagación del coronavirus, por las propagandas falsas.

Andrew Pierce, columnista del periódico Daily Mail, tuiteó el 12 de abril: “Si las familias musulmanas se unen para el mes de ramadán, los casos del coronavirus aumentarán drásticamente. Los doctores están muy preocupados”. Su tweet enfureció a los académicos, periodistas y activistas, quienes lo acusaron de difundir reclamaciones infundadas.

El mismo día, fue publicado en el periódico Times un artículo con el título “Los expertos tienen miedo de aumentar el coronavirus en el Ramadán”, lo que evocó sentimientos similares. El artículo, a pesar de mantener la distancia social, consideró el aumento en reuniones de los musulmanes durante el Ramadán como un factor de aumento en los casos del coronavirus.

El portavoz del Consejo Islámico Británico, Meghdad Versi, al criticar los comentarios dijo: “es un asunto muy importante contrarrestar el despotrique de los Derechistas extremistas que tratan de mostrar a los musulmanes como una amenaza para el resto de la sociedad”.

Pero, con la expansión del coronavirus en el Reino Unidolos musulmanes, especialmente los médicos musulmanes, han demostrado que están a la vanguardia en la protección de las personas contra esta enfermedad, y algunos de ellos han perdido su vida por ser contagiados en este camino para dar servicios a los pacientes  en los hospitales.

Ante esta situación, las Naciones Unidas quiere que los gobiernos eviten cualquier incitación que sirva para promover actos de violencia basados en identidades fronterizas según su etnia o religión. De hecho, en algunas sociedades, especialmente en el Occidente, las personas contagiadas por el coronavirus están expuestas a los ataques verbales y físicos, seguidos de amenazas de muerte y pérdida de atención médica vital, debido a su origen étnico y raza o religión. Sin embargo, la solidaridad social es un asunto muy importante, para así contrarrestar los efectos mortales de COVID-19

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