Segundopaso – Este es un espacio en que la canción necesaria latinoamericana, a través de uno de sus más valiosos exponentes, lanza al viento sus notas para que los pueblos derramen su valentía y dignidad sobre las tierras aún tomadas por quienes pretenden truncar sus sueños. Esta es la canción que despierta la utopía que ha de arraigarse en este suelo bañado por el amor de los humildes.
Cinco tanqueros iraníes y su valiente tripulación vinieron a darnos esperanzas de resistencia, lucha y vida, a pesar de las amenazas y el bloqueo por parte de Estados Unidos. Ellos honraron la hermandad que construyeron el comandante Chávez y Ahmadineyad. Esos abrazos fraternos son hoy un canto de victoria. En esos barcos vino el combustible que moverá la máquina de la emancipación y la justicia de nuestros pueblos.
Leonel Ruiz es, sin duda, un trovador. Un trovador larguirucho, coronado por un voluminoso cabello afro plateado que lo delata desde la distancia. Tiene una sonrisa de buena gente. Es de esos tipos que en verdad sabe escuchar y regala afectos sinceros. Nació en Caracas, pero su corazón es un tambor de Curiepe, pueblo afrodescendiente de la costa venezolana. Toca el piano formidablemente y sus composiciones están muy alejadas de ese vano espectro del mercado de las artes y de la música de entretenimiento vaciada como cemento en la formaleta del gusto industrializado. Su música no paga payola ni recibe aplausos de la burguesía transculturada.
FORTUNE
Soneto de la victoria
Mira ese barco entrando en la bahía.
De Gibraltar hasta Cumanacoa.
En pleno centenario de Aquiles Nazoa.
Llega con la victoria, novia mía.
Mira ese barco fulgor y travesía.
Preciado cargamento, diga proa.
Surcando la esperanza, titánica canoa.
Que ha roto el bloqueo del águila impía.
Mira cómo es posible poderosa amistad.
Que a través del océano trae la fortuna.
El legado de Chávez y Ahmadineyad.
Mira cómo celebra en el azul la espuma.
El combustible afín de lucha y hermandad.
¡No nos derrotará fuerza imperial ninguna!
