EEUU Un País Decadente (Parte I): “La Verdad Sobre el Aborto”

LA VERDAD SOBRE LA LEY DEL ABORTO

En Estados Unidos, el aborto es legal y supuestamente gratuito en todos los estados desde 1973, a partir del controvertido caso judicial conocido como Roe vs. Wade por el cual la Corte Suprema de los Estados Unidos despenalizó el aborto inducido en ese país. ​

En 1970, las abogadas recién graduadas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas, Linda Coffee y Sarah Weddington, presentaron una demanda en Texas representando a Norma L. McCorvey conocida como «Jane Roe» mujer soltera que trabajaba como mesera, quien sostuvo que su embarazo había sido producto de una violación. El fiscal de distrito del Condado de Dallas, Texas, Henry Wade, representaba al Estado de Texas y se opuso al aborto en este caso.

En primera instancia el Tribunal del Distrito falló a favor de Jane Roe, pero rehusó establecer una restricción en contra de las leyes sobre aborto. Sin embargo ​el caso fue apelado en reiteradas oportunidades hasta que llegó a la Corte Suprema de Justicia de los EE.UU, la que finalmente en 1973 decidió que la mujer, amparada en el “derecho a la privacidad” —bajo la «cláusula del debido proceso» de la Decimocuarta Enmienda— podía elegir si continuaba o no con el embarazo; ese derecho a la privacidad se consideraba un derecho fundamental bajo la protección de la Constitución de los Estados Unidos y por lo tanto no podía legislarse en su contra por ningún estado.

De tal forma que “la democracia estadounidense” impuso a todos los estados esta ley, por el detonante de un caso aislado pero polémico, pues la cultura del pueblo estadounidense con bases cristianas (protestantes y católica) no terminaban por aceptar la presión legal que aparecía en los grandes medios de comunicación como la solución a los problemas de la mujer.

¿Quién está detrás del engaño?

Jane Roe dio a luz a su hija pues el caso duró tres años en resolverse. La bebé fue dada en adopción. En 1998 ingresa a la iglesia católica, se bautiza y se confirma públicamente y se convierte en una activista militante del movimiento antiaborto. Declara que su participación fue “el mayor error de su vida” y antes de morir confesó que le habían pagado por su activismo a favor del aborto y que todo había sido una actuación. Una de las abogadas del caso, Sarah Weddington, unos años después justificó su accionar censurable y explicó que defendió la improvisada historia y los falsos cargos de violación de Jane Roe, argumentando que su conducta poco ética, respondía a una “buena causa”. Desde 1973 hasta el 2008 se habían realizado 50 millones de abortos. Las cifras no son claras ya que en muchos estados no es obligatorio declarar.

Jane Roe en 2005, pidió a la Corte Suprema que revisaran el fallo de 1973 argumentando que el caso debería revisarse debido a las nuevas evidencias sobre los daños que el procedimiento del aborto ocasiona a las mujeres, pero la petición fue denegada. A pesar de solicitar un aborto durante su caso, nunca realizó este procedimiento. Dio a luz a su primera hija, Melissa, luego tuvo otros dos hijos, pese a que un buen tiempo se declaró lesbiana. Demostrándose así, muchos años después la farsa de la promoción del aborto como un derecho, sostenido por intereses obscuros.

Desde entonces la situación ha ido cambiando, incluso muchas de las primeras feministas, entre ellas Susan B. Anthony y Elizabeth Cady Stanton se posicionaron en contra del aborto ya que lo consideraban la culminación de una serie de agresiones a la mujer y a su falta de independencia real que había que corregir.

Un estudio de Mary Ziegler, profesora de la Universidad de Florida, Estados Unidos, explica cómo el trascendente fallo “Roe vs. Wade”, que despenalizó el aborto fue un cambio de estrategia sobre el crecimiento poblacional, ya que posterior a la Conferencia de Población y Desarrollo de Bucarest, de 1974, fracasó el argumento de control demográfico con anticonceptivos y se cambió de discurso a favor del aborto reivindicándolo a partir de entonces como un derecho.

Esa fue la línea que adoptaron desde entonces las organizaciones que abogaban por la liberalización del aborto, entre ellas la Asociación para la Esterilización Voluntaria, también se cuenta la organización National Organization for Women (NOW), Naral Pro-Choice y la conocida International Planned Parenthood Federation (IPPF). Esta última acusada de practicar abortos insalubres en las peores condiciones médicas realizando aproximadamente mil abortos diarios y es hoy la principal organización que pugna por la legalización del aborto en todo el mundo.

El negocio de los abortos

En Estados Unidos nunca se cumplió la promesa de “Aborto seguro y gratuito” pues era imposible tener tal cobertura. Si una potencia económica no pudo sostener esta oferta…  ¿Cómo podrían hacerlo los países de América Latina? El gobierno autorizó a ciertas clínicas privadas para que cubran la demanda. Lo que significaba un costo del aborto inducido desde $ 350 hasta $2000, dependiendo del número de semanas de gestación, sin contar costos de consulta, ultrasonido, medicación ni control posterior alguno.

Diversas fundaciones transnacionales además de IPPF, así también la Open Society de George Soros, la Fundación Ford, la Fundación Rockefeller, la Fundación Gates, junto con organismos como la ONU, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud, en complicidad con muchos gobiernos contribuyeron a financiar estas políticas. “La distancia que separa el control de la natalidad de la legalización del aborto es corta” afirma la catedrática.

El último discurso que se maneja es la despenalización del aborto en caso de violación a adolescentes para “sensibilizar” más a la gente y marcar la agenda abortista en América Latina mediante organismos internacionales de “derechos humanos”.