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El Monstruoso Neoliberalismo de Lenín Moreno: Entrevista a Rafael Quintero

 

Segundo Paso para Nuestra América- El escritor y político socialista ecuatoriano, Rafael Quintero, autor de una veintena de libros sobre América Latina y temas teóricos, ofreció un interesante análisis respecto de la segunda vuelta comicial que se realizará este domingo 11 de abril, para elegir al sustituto de Lenín Moreno, a quien califica de “monstruo” y quien traicionó los principios de la Revolución Ciudadana.

Rafael Quintero sostiene que los próximos comicios presidenciales están siendo amenazados por un golpe de estado por parte de militares y policías anticorreístas. Así mismo, narró los pormenores que rodearon la selección de Moreno como vicepresidente de la República, a pesar del contundente rechazo del Partido Socialista. Según Quintero, Correa nunca entendió que para hacer la revolución debía contar con una organización política estructurada de amplia base, y más bien lo que creó fue un movimiento de acción electoral. Afirmó también que el ex presidente Rafael Correa, a pesar de haber pedido disculpas muchas veces a su pueblo por haber elegido a Moreno como el candidato presidencial en 2017, todavía miles de ecuatorianos no le perdonan esa equivocación que ha causado tanto dolor al país.

Le planteamos que el caso de Moreno, más que una enfermedad parecía un síntoma de debilidad de la gestión de Correa, quien durante sus diez años de gobierno se distanció del campo popular, del movimiento indígena y de los movimientos sociales en general. Al respecto, Quintero explicó que, en el 2006, el Partido Socialista le comunicó a Correa su categórico y argumentado rechazo a la postulación de Moreno como vicepresidente; le hicieron saber que no debía escogerlo por no tener una trayectoria política y porque su familia estaba muy ligada a la derecha y a la oligarquía del país.

Por otra parte, recordó que Gustavo Larrea, ministro de Seguridad Interna y Externa durante el primer mandato de Correa, fue quien recomendó a Moreno al líder de la Revolución Ciudadana, pues lo conocía desde la universidad. Tras una conversación de tan solo diez minutos con Moreno y desconociendo las recomendaciones de sus aliados políticos, Correa lo escogió como su llave en la contienda electoral. Es decir, para esa elección privó más la opinión personal de Larrea que la opinión colectiva manifiesta mediante un instrumento adecuado, metodológicamente hablando, que permitiera tomar una decisión de manera democrática, como se debe hacer en política.

 

En este sentido, Quintero agregó lo siguiente: “yo creo que un factor que incidió mucho en decisiones que tomó Correa es que él no estuvo nunca interesado, no sé si ahora lo esté, en la formación de una organización política estructurada sobre una base, en diversos sectores, multiclasista. Él lo único que logró crear fue un movimiento de acción electoral. Ni siquiera un movimiento político. Tampoco un partido político. Eso no le interesó. Él no entendió nunca que un proceso revolucionario requiere de una estructura política dentro de la cual se tomen decisiones democráticas para que los dirigentes de esa organización obedezcan a resoluciones de la base nacional de esa organización”.

Afirmó Quintero, quien también fue embajador en Venezuela durante la gestión de Correa, que el pueblo ecuatoriano, tras haber sufrido calamidades durante cuatro años, otorga a Moreno un 93% de rechazo y es considerado el peor Gobierno que ha tenido su país. Un gobierno que negó el derecho de asilo a Julian Assange, un gobierno antibolivariano que destruyó la relación de Ecuador con Unasur y el ALBA TCP, que endeudó por millones de dólares a su país con EEUU y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que generó tres millones de desempleados y cuya economía está tan mal que solo el año pasado su PIB cayó 11 puntos porcentuales.

Para recuperar la economía, “lo cual es un desafío inmenso, un gobierno del progresista Andrés Arauz debe contar con muchos apoyos de amigos internacionales”, afirmó.

Amplia base social

Rafael Quintero, quien también es sociólogo e intelectual, jubilado de la Universidad Central de su país, reconoció que Correa, durante su gestión, buscó ampliar la base social del Estado que estaba restringida y esa iniciativa generó la multiplicidad de organizaciones políticas que trataban de captar esa base social nueva.

También indicó, que, en ese sentido, la gestión correísta creó una serie de programas que beneficiaron a esa base social en lo educativo y en la salud. También hizo mucho por la modernización del país: se crearon centrales hidroeléctricas que hoy día permiten exportar energía eléctrica, cuando antes se importaba; se amplió la infraestructura vial y se construyeron hospitales que hoy están contribuyendo a paliar la crisis del Covid 19. Todo esto es reconocido por el pueblo y será retomado por el gobierno de Arauz, pues Quintero confía en que el candidato progresista va a ganarle al banquero Guillermo Lasso por unos 5 puntos porcentuales, para que no quede lugar a dudas.

Quintero se muestra confiado ante la posibilidad de que un gobierno de Arauz retome la agenda progresista y saque a su país de los cuatro años de neoliberalismo que caracterizó al gobierno de Moreno. A diferencia de los años 2006-2007, cuando no había un partido político,  en el gobierno de Moreno y con el Consejo Nacional Electoral –infiltrado, a su juicio, por el gobierno de Moreno- lograron ilegalizar el partido Revolución Ciudadana y cualquier otra organización política que se identificara con Rafael Correa, hoy día existe una coalición, la Unión Nacional por la Esperanza (UNES), la cual tiene el germen de una alianza que sea reconocida por todos los actores políticos en escena, lo cual califica de muy importante.

Reconoció que Arauz en los últimos meses se ha encargado de suscribir múltiples acuerdos con muchas organizaciones gremiales, estudiantiles y políticas, así como un importante acercamiento a los movimientos indígenas, a pesar de que los mismos están muy fracturados en el Ecuador.

Retos y desafíos

Quintero, autor del libro La transición global al socialismo, cuya segunda edición acaba de ser publicada por Monte Ávila Editores opina que, en la primera vuelta electoral, realizada el 7 de febrero, el candidato de UNES obtuvo oficialmente 33% de la votación, a pesar del “fraude sistémico”. Fue la primera vez en la historia electoral que los votos nulos y en blanco tuvieron un aumento significativo. Sin embargo, afirma que para esta segunda vuelta electoral los votos nulos y en blanco van a disminuir, porque la elección es más sencilla, dado que el 7 de febrero también se elegían a los parlamentarios provinciales, nacionales y andinos.

Para esta ocasión, el candidato de UNES también ha moderado su discurso con el fin de disminuir las amenazas de golpe de Estado que han lanzado algunos sectores tanto militares como policiales anticorreístas; incluso, ha concretado alianzas con sectores industriales y productivos que desean diferenciarse del capital especulativo que representa Lasso.

Respecto al rol que juega Rafael Correa en la actualidad, el analista reconoce que, a pesar de las críticas acerca de su mala decisión de escoger al “monstruo” Moreno, el voto duro de Arauz es correísta y representa aproximadamente 20% del total para el candidato actual. En tal sentido, explicó que:

Correa ha pedido disculpas por esa horrible equivocación de haber escogido a este monstruo. Él ha comprendido también que en este momento es mejor no estar tan presente en la escena. Él estuvo muy presente en la primera vuelta hasta su fin. Ahora ya no es necesario porque ya no hay más voto duro. El voto duro ya fue entregado en la primera vuelta y lo que ha hecho Arauz es buscar nuevos participantes y ha tenido mucho éxito”.

Quintero reconoce que Arauz no es un hombre de izquierda, no es socialista, más bien es un socialdemócrata reformista, ubicado dentro del progresismo, y confía en que logrará mantener el diálogo con las distintas corrientes políticas que lo apoyan. “Nosotros no le estamos pidiendo nada. Estamos trabajando por su triunfo porque a nosotros lo que nos interesa es la derrota del neoliberalismo monstruoso que representa Lasso”, afirmó tajante.

 

Destacó que la propuesta progresista del candidato Arauz incluye trabajar por la construcción real de un Estado plurinacional y una reivindicación de los movimientos indígenas, así como una política de recuperación de la integración latinoamericana, que fue destruida durante la gestión de Lenín Moreno. Asimismo, está en agenda un programa de desarrollo de la industria nacional en áreas selectivas y que aproveche la triple fachada amazónica, andina y pacífica que tiene Ecuador.

No obstante, Quintero reconoce que Arauz, al menos en los dos primeros años de su gobierno, debe realizar grandes esfuerzos para compensar, con bonos y subsidios, el problema del desempleo, y de esta manera recuperar la economía que se encuentra actualmente en quiebra.

Para él, Lasso representa la continuidad de Moreno, pues ha sido su principal asesor estos cuatro años, lo cual asegura el retorno de Ecuador como patio trasero de Estados Unidos, sin ningún desarrollo económico.

Como mensaje final, Quintero siente la necesidad de decirle al pueblo nuestramericano, a Venezuela, Perú, Bolivia y en especial al enceguecido pueblo de Colombia “lo que hemos estado haciendo de positivo para la región, como por ejemplo la UNASUR, obra incompleta del comandante Hugo Chávez, la cual hay que rescatar, y que ocultan los medios de comunicación”.

Francis Zambrano

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