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Afganistán: El “Segundo” Gran Juego en Asia Central

Segundo Paso para Nuestra América.- La pérdida del poder hegemónico de Estados Unidos puede constatarse en el empantanamiento, tipo Vietnam, en que ha caído luego de diez años de invasión militar en Afganistán. El tablero geopolítico en esa región del mundo se ha modificado con esta derrota y surgen nuevos actores, cuyos poderes de influencia se manifiestan, tal y como nos quiere demostrar el autor, a través de la carrera espacial.

En el 2012 – hace ya nueve años – escribí un artículo titulado “Afganistán: El“ Segundo ”Gran Juego en Asia Central”. [1] El término “Gran Juego” o Great Game, en su idioma de origen, se refiere a las rivalidades geopolíticas imperiales entre la Rusia de los zares y el Imperio Británico por el control de la Asia Central y el Cáucaso durante el siglo XIX, bajo la antigua concepción de que controlar al sur asiático requiere necesariamente ejercer el dominio sobre los territorios de Afganistán. El artículo fue motivado por lo que para entonces era el inicio de un proceso de complicaciones y decepciones para Estados Unidos que – efectivamente – terminó con una derrota estratégica para los gringos, nuevo años más tarde (es decir, en el 2021). Aunque el artículo no precisó cuando se consolidaría la derrota gringa – por más que sea, no soy una “Casandra” de las relaciones internacionales – si dejó claro lo siguiente, a saber:

“En fin, vemos como la situación de los EEUU se encuentra tan difícil como la que tenían durante la Guerra de Vietnam, hasta peor, pues el poder de los EEUU se encuentra en declive a nivel internacional (económico y político, aunque no se encuentra en declive militarmente). La evaluación rápida de la geopolítica de la región que señalamos aquí demuestra un concierto político en el cual ciertas alianzas tratan de impedir la entrada y el dominio de los EEUU sobre los países de Asia Central de la misma manera que hoy en día dominan los países del golfo arábigo. Continúa el Gran Juego del Siglo XIX, pero ahora los jugadores principales son la China, Rusia y los EEUU, y en segundo nivel India y Pakistán, pero el tablero de ajedrez sigue siendo Afganistán.”

Adicionalmente, y aquí nos referimos al ganador del premio nobel de la paz, el expresidente estadounidense Barack Obama, cuando indicamos que… “Estos anuncios reducen extraordinariamente el margen de maniobras políticas de los EEUU en sus esfuerzos para crear lo que los gringos denominan una «exit strategy» o estrategia de salida del pantano en el cual se encuentran en Afganistán.”

Estimados lectores, ahora en el 2021, les puedo exponer estos siguientes detalles, como si fuera que estoy descubriendo por primera vez el “agua tibia”: Los gringos, finalmente y después de dos décadas, ya tienen su muy mal llamada exit strategy, y ya van saliendo del país que los consumió en la guerra más larga de su historia; los Talibanes son triunfantes, y los jugadores principales de este “Gran Juego” siguen siendo la China, Rusia y Estados Unidos, y en segundo nivel la India y Pakistán (no sé cómo fue que se me olvidó en el 2012 señalar a Irán, pero bueno, atribuyamos esta inexcusable falla a la locura e impertinencia de la “juventud”), y el tablero de ajedrez geopolítico sigue siendo – aquí esto quizás nunca cambiará – Afganistán.

Existen rumores, circulados por muchos agentes y analistas, que los Talibanes derrotaron a Estados Unidos en Afganistán. Pues sí y a la vez no. Esto último sería como afirmar ciegamente que Hernán Cortés derrotó – con el solo empleo de cuatrocientos españoles, quince caballos y siete cañones – la totalidad del imperio azteca (la Triple Alianza), solo y sin ayuda de nadie. En realidad, el sitio y la caída de Tenochtitlan se dio por la participación activa de muchos otros amerindios mesoamericanos, como los de Texcoco, los otomí, y los pueblos de Totonicapán, entre otros. También figuraron en esa victoria ibérica otros soldados de origen europeo, adiestrados en la guerra contra la humanidad, como el general “Viruela” y el gran mariscal “Sarampión”, incluso estos ya habían iniciado sus invasiones en el territorio americano de manera exitosa, años antes de la llegada de Cortés.

Al igual, la victoria en Afganistán no fue un logro exclusivo de los Talibanes, a pesar de que ellos y sus tácticas de guerra de guerrillas – tan efectivas como las del Viet Cong – fueron los elementos principales que lograron desangrar a Estados Unidos sobre las montañas de la Asia Central. Esta victoria pertenece a todos los elementos que trabajaron arduamente para derrocar a su rival geopolítico: La China, Pakistán, Irán y, más importante, Rusia. Sin estos actores, los Talibanes quizás no hubieran sido derrotados, pero tampoco estarían triunfando tan decisivamente, como lo podemos ver en el año 2021.

Para poner los asuntos en contexto, es necesario salir del tema por un momento, con la promesa de que este extraño desvío será eventualmente relevante, para los propósitos del artículo actual. Mientras el mundo observa con terror y asco cómo los dos aliados más allegados de los gringos – los sionistas y la oligarquía neogranadina – masacran a poblaciones civiles para imponer sus respectivas voluntades, realizando de hecho todo lo que ellos mismos habían acusado al “rrrrregimen” en Caracas de perpetrar, ciertos sucesos se materializaron en el ámbito internacional que no logramos analizar de manera detenida, quizás por nuestra distracción, al observar a los niños descuartizados de la Palestina, y los jóvenes colombianos con sus cabezas en baños de sangre, todo a raíz del “legítimo derecho” a la autodefensa (de un Estado, aunque solo “buenos” Estados) declarada por los gemelos Álvaro Uribe (de facto líder de Colombia) y Benjamín Netanyahu, y endosados por los propios gringos. Los hechos que vamos a relatar aquí, por lo general, se leen en la sección de “ciencia y tecnología” de las noticas, por lo cual, seguramente, me preguntarán: “¿Qué tiene que ver esto con Afganistán?”. Pues les imploro un poco de paciencia, que el tema lo amerita.

Hace poco, a finales de abril de 2021, la China lanzó el primero de los tres módulos de su nueva estación espacial permanente. La construcción, que tendrá forma de T y dos laboratorios, estará completa para finales del 2022. Ambiciosamente, este año ya acogerá dos misiones tripuladas. Para completar el proyecto harán falta aún diez misiones más, cuatro este año y seis el próximo, cuando se lanzarán los módulos de laboratorio. Los chinos tienen previsto lanzar otras misiones para la investigación de asteroides; para 2029, quieren llegar a la órbita de nada más y nada menos que Júpiter, el mayor planeta del sistema solar. Hace poco firmó un memorándum de colaboración con la agencia espacial rusa para planificar una futura estación conjunta en la Luna, que sus expertos aspiran poder tener operativa dentro de unos diez años.

Es de notar que la China – la actual segunda potencia global – está prohibida de ingresar a la llamada Estación Espacial Internacional, a raíz de una ley del congreso gringo que le prohíbe a la NASA cooperar con la China – y solamente con esa potencia asiática. Adicionalmente, esta prohibición fue implementada en el 2011, durante el gobierno del ganador del premio nobel de la paz, el expresidente Barack Obama.

Como remate, la sonda china Tianwen-1, que transporta el primer robot marciano chino, Zhurong, aterrizó con éxito en el planeta rojo, el 14 de mayo de este año. La misión Tianwen-1 incluyó un orbitador, un módulo de aterrizaje y un rover – vehículo de exploración terrestre – lo que convierte a la China en el primer país de nuestro planeta en enviar los tres elementos simultáneamente al planeta rojo. Esta misión es un gran salto para China porque están haciendo de una sola vez lo que la NASA tardó décadas en hacer.

Finalmente, Rusia ha anunciado que se retirará de la Estación Espacial Internacional en el 2025 y construirá y gestionará su propio laboratorio flotante que se pondrá en órbita en el 2030. Rusia ha sido un actor fundamental en el éxito de la Estación Espacial Internacional, y otras agencias espaciales confían en la tecnología avanzada de construcción de estaciones espaciales modulares rusas empleada para la construcción de la estación espacial durante sus primeros años.

Rusia también era indispensable debido a su vehículo de pasajeros Soyuz, que sirvió como la única forma para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional, desde que Estados Unidos retiró su Programa de Transbordadores Espaciales en el 2011. Sin embargo, esta dependencia de Rusia terminó el año pasado, cuando los gringos empezaron a utilizar el sistema SpaceX, desarrollado por Elon Musk.

 

 

Cumbre Talibán – Kabul, en Moscú, 2021. Es de notar que la figura central en la foto no es Mike Pompeo o Anthony Blinken,

sino el Señor Sergey Lavrov. Incluye a representantes de la China, India, Pakistán e Irán. La próxima conferencia será en Turquía.

Omar José Hassaan Fariñas

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