LATAMPolítica

Amenazas a la soberanía venezolana en la frontera Apure-Arauca 2022.

SegundoPaso ConoSur – Presentamos un interesante trabajo de María Fernanda Barreto, que da cuenta de las amenazas que experimenta Venezuela, en materia de ataques a su soberanía, sobre todo en la zona fronteriza de Apure-Arauca.

En el año 2020 publicamos el último análisis situacional a propósito del envío de tropa estadounidense a Colombia. Revisando las hipótesis planteadas en dicho análisis, encontramos dos puntos que nos resulta relevante recordar:

1.- “La invasión del paramilitarismo colombiano sobre Venezuela, ha recibido duros golpes por parte de la unión cívico militar pero no ha cesado, ya que cuenta con el apoyo de los sectores más violentos de la oposición venezolana y los carteles de droga del norte, comandados todos por la DEA. Es de esperar que en los próximos meses esa invasión tenga repuntes de ingreso o busque avances en el control territorial de las zonas en las que se encuentra, como lo que se observó en Petare, Caracas, durante el desarrollo de la Operación Gedeón.”

2.- “Lo más probable es que estos primeros meses la tarea que orientará esta misión gringa será un reordenamiento interno y operaciones para abrirse paso en la frontera del lado colombiano, procurando tomar el control de la zona del Catatumbo y tal vez Arauca, territorios que históricamente no han logrado controlar por la fuerte resistencia que han encontrado en ellos y puede ser que nunca lo logren.”

El año siguiente, 2021 vimos en la Cota 905 de Caracas, lo planteado en el primer punto, batalla que afortunadamente ganaron las instituciones del estado venezolano con fuertes operaciones policiales y militares, que se extendieron este año hasta el estado Aragua. El éxito de estas operaciones marcó un gran avance en la recuperación de territorios para la paz en la región capital pero aún tiene batallas pendientes en Miranda y Sucre, por ejemplo.

Ese mismo año tres meses después de la publicación del análisis, estalló el conflicto en Apure en el que se evidenció el avance de fuerzas invasoras desde el Arauca tal como se preveía en el punto dos, y al año siguiente se vio una fuerte militarización del Catatumbo colombiano y una arremetida contra el movimiento popular que también tiene como objetivo violentar la soberanía venezolana.

Estas evidencias de lo útiles que pueden resultar los análisis situacionales y la desinformación sobre lo que hoy acontece en Arauca y Apure, motivan este nuevo análisis como siempre, con la esperanza de que sea útil.

A.- Contexto

La unipolaridad en etapa terminal

El mundo unipolar que emergió en los años noventa del siglo pasado está llegando a su fin, es de esperar que sea esta década cuando ese unilateralismo logrado por los Estados Unidos termine. Las causas de esto son materia de otros análisis, lo importante en este momento es que hasta ahora, el mundo que está emergiendo es un mundo trilateral en el que Rusia es la tercera potencia emergente.

A la crisis política exterior que confronta el gobierno estadounidense, se suman serias crisis políticas internas que van en ascenso y que se expresarán sin duda en las elecciones de medio término que se realizarán en Estados Unidos en noviembre del 2022. Por lo que, a nuestro juicio, la potencia imperialista ha decidido actuar en tres sentidos:

1.- Sacar a Rusia del juego política y económicamente, para centrarse en confrontar a China, reconstruyendo el modelo bipolar en el que supo manejarse durante casi cinco décadas y que le permite, entre otras cosas, mantener un enemigo externo para seguir justificando su represión interna y su injerencismo en occidente, empezando por supuesto por Nuestra América. Para esto ha presionado durante ocho años desde Ucrania, aplicando una estrategia de ganar-ganar: o lograba avanzar las fuerzas de su OTAN hasta la más sensible frontera rusa o generaba la respuesta que finalmente obtuvo y que ha sumido al territorio en la guerra, gracias a lo cual ha logrado cerrarle el paso a las relaciones económicas que estaba estableciendo con Europa y sobre todo al Nord Stream 2 que iba a darle, no solo crecimiento económico a Rusia, sino también político. Como bien lo advirtió el ministro Padrino López en su libro “La trampa de Tucídides” publicado en el 2020: “La pelea es por conquistar principalmente el supercontinente que conforma Euroasia, el Heartland y el Rimland como zona pivote para controlar el planeta. Pero esta vez no se trata de la gobernanza, sino de acaparar los mercados.”

2.- Presionar aún más a Europa política y económicamente, para obligarla a mantener y profundizar la subordinación a Washington. Por lo pronto, con la guerra en Ucrania ha logrado impedir que Europa deje de comprarle gas a EE.UU. y, de hecho, ha logrado profundizar su dependencia en éste y otros rubros al generar este grave conflicto en Europa y conminarle a dictar medidas unilaterales contra Rusia.

3.- Retomar el control sobre Nuestra América y sus grandes riquezas. Recordemos que esta coyuntura histórica, en la que el mundo unilateral decae y el multilateral comienza a emerger, es un momento muy peligroso en el que parafraseando a Gramsci, emergen los monstruos. En el 2018 Trump explícitamente relanzó la doctrina Monroe ante la ONU para recordar a las potencias emergentes y nuestros pueblos, que se cree dueño de todo nuestro continente y por tanto, dueño de nuestras riquezas y por supuesto, que no reconoce nuestras soberanías.

En cuanto a la crisis económica del capitalismo mundial, cuyo centro aún son los Estados Unidos, éste ha venido en un franco proceso de financiarización. Como hemos dicho antes, es este sector de la economía, el financiero, el que a nuestro juicio le permitirá una recuperación más rápida. En ese sentido vale la pena aquí recordar que la economía capitalista mundial cuenta con dos grandes lubricantes: el narcotráfico y la industria militar, o el negocio de la guerra. Por lo que es lógico esperar que ambos negocios crezcan en los próximos años para revitalizar sus economías.

Colombia como base de operaciones de la OTAN.

La presencia de tropas estadounidenses en Colombia ha ido creciendo y tras su incorporación en 2018 como socio global a la OTAN, Colombia se consolida como principal enclave militar de los Estados Unidos en Nuestra América y es de esperar que así continúe siendo, ya que este es un tema que no ha sido ni siquiera mencionado por los candidatos, ni aún quienes se dicen progresistas, que  tienen alguna posibilidad real de alcanzar la presidencia del país en las próximas elecciones. Al principio de los noventa con la llamada “Guerra contra las Drogas” y posteriormente con la firma del Plan Colombia en 1999, que desde el principio llegó a autorizar 800 soldados y 600 contratistas civiles gringos en el país, así como el uso de dos bases militares colombianas para esas tropas. En 2009, el gobierno de Álvaro Uribe llegó a un acuerdo con Estados Unidos para permitir la llegada de militares de ese país a otras siete bases colombianas y garantizar la impunidad de los militares y contratistas civiles estadounidenses en su territorio nacional. Hoy se encuentran alrededor de 23 instalaciones militares con presencia de equipos y personal militar estadounidense en el país, sin que ninguna información exacta sea conocida ni por el Congreso colombiano ni por la opinión pública.

En junio de 2020 arribó una brigada norteamericana de Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB por sus siglas en inglés). La SFAB es una unidad especializada del Ejército de los Estados Unidos que ha actuado en Siria, Irak y Afganistán, según ellos mismos informan se trataría de un equipo de aproximadamente 45 soldados profesionales que centraría sus esfuerzos principalmente en las “Zonas Futuro”. Estas zonas fueron establecidas por el gobierno de Duque en agosto de 2019 e incluyen la región del Catatumbo y el departamento de Arauca.

En abril de 2021 se difunde profusamente por las corporaciones mediáticas colombianas el sobrevuelo de un avión estadounidense Boeing 135 W el cual se presenta como la plataforma de inteligencia de señales más avanzada de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que habría partido desde allí hasta el Arauca colombiano para realizar labores de inteligencia durante cuatro horas. Luego en agosto del mismo año, se hace el anuncio de la conformación de un nuevo Comando Específico de Norte de Santander, que reúne a 14 mil efectivos pertenecientes a la Brigada 30, Fuerza de Tarea Vulcano, Fudra 3 y el Comando Específico N.1 que, según las declaraciones de su Comandante, actuará especialmente en la Región del Catatumbo arreciando las operaciones ofensivas.

Pero no solo la presencia de efectivos de las Fuerzas Militares estadounidenses, de agentes de inteligencia de todos los organismos de ese país, y las mencionadas instalaciones militares, hacen de Colombia un enclave militar en la región. También tributa a esa industria militar directamente al tener sucursales de producción y venta de armas trasnacionales en su suelo, ser centro de trabajo de gran cantidad de contratistas de seguridad para las trasnacionales que depredan las riquezas del país y finalmente, es el más grande centro de reclutamiento de mercenarios, elegantemente llamados, contratistas militares privados.

Para terminar de contextualizar este análisis, como dijimos anteriormente, además del negocio de la guerra, el narcotráfico es la otra importante vía para la recuperación rápida del capitalismo. Y ahí también Colombia tiene un importante papel regional al ser uno de los dos enclaves latinoamericanos del narcotráfico y para el lavado de capitales, obviamente administrado por la DEA y otras mafias del establecimiento político de Estados Unidos y Europa, como los grandes bancos que se lucran del lavado. A este gran negocio trasnacional le urge apoderarse de la salida privilegiada por el Caribe que posee Venezuela, principalmente el puerto del Lago de Maracaibo para abaratar sus costos de distribución.

Para todo esto se cuenta históricamente con los gobierno subordinados de Bogotá y, en las últimas dos décadas, con el uribismo, más directamente vinculado al paramilitarismo y por lo tanto, a las órdenes del narcotráfico. Esto tiene una consecuencia inmediata, y es que Colombia es un país en guerra, cuyo conflicto social y armado continúa sin resolverse y por el contrario, se agudiza en varios sentidos, donde se ejecuta un genocidio contra su propio Pueblo y a la vez, se ha convertido en un exportador de guerra para el resto del  continente y en la cabeza de playa de las operaciones estadounidenses contra la Revolución Bolivariana, “amenaza inusual y extraordinaria” para el imperialismo y sus acciones injerencistas en la región.

B.- Escenario.

Arauca, el río que une lo que ni la guerra logra separar.

Arauca es uno de los siete departamentos colombianos que comparte frontera con Venezuela al que corresponden 396 de los 2.219 km. que constituyen la extensión de dicha línea imaginaria y es uno de los cuatro que limitan con el Estado Apure. Luis Carlos Mejía, líder social del Arauca colombiano, miembro de la Fundación Joel Sierra, aportó en una reciente entrevista al medio Alcarajo.org, importantes elementos sobre lo que hoy está sucediendo en ese departamento colombiano fronterizo con Venezuela, con claras y directas implicaciones para la seguridad de la Revolución Bolivariana.  Lo primero que destacó Mejía, es que el Arauca es un territorio binacional en el que los pueblos de ambos lados han aprendido a vivir y desarrollarse colectivamente, que no se perciben como extranjeros.

Personalmente, nunca he estado en Arauca, pero hace aproximadamente 15 años, asumí una responsabilidad como servidora pública del gobierno venezolano, que me llevó hasta El Amparo, Estado Apure y ahí esta afirmación de Mejía es palpable. El tránsito cotidiano, el intercambio permanente, hace difícil pensar que el río Arauca sea una frontera porque en realidad es percibido por la gente como un canal de unión y comunicación cotidiano con la ciudad colombiana que lleva el mismo nombre. Hay una cultura llanera y una historia común a ambos lados del río. Historia pre colonial y luego, de resistencia al colonialismo. No por casualidad, desde Guasdualito se traza la ruta libertadora a través de los llanos venezolanos y colombianos por la que Bolívar entra a la Nueva Granada en 1819 precisamente por el Arauca para librar las gloriosas batallas del Pantano de Vargas y Boyacá.  Actualmente, las familias binacionales son mayoritarias a ambos lados del Río por lo que en este lugar de la frontera, más que en muchos otros, la hermandad entre los dos pueblos es una realidad social que llega a ser genética.

Lo que no está pasando en Arauca. Caracterizando el verdadero enemigo.

Lo primero que hay que afirmar tajantemente, es que la tesis difundida por la prensa corporativa y que mucha gente (que evidentemente, no conoce el territorio, no lo comprende o francamente le interesa distorsionar la verdad) parece haber asumido como cierta, es que en el departamento de Arauca, Colombia, se lleva a cabo una disputa entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las llamadas “disidencias de las FARC” por el control de las rutas del narcotráfico y que esa disputa se ha extendido a Venezuela.

Esta afirmación simplista y tendenciosa, no solo oculta la realidad e impide los análisis situacionales correctos que necesita hacer Venezuela para organizar su defensa, sino que revictimiza al pueblo araucano contribuyendo a su estigmatización y ocultando el terrible genocidio que se está cometiendo en Colombia, específicamente en este departamento del oriente colombiano, favoreciendo con ello a quienes lo ejecutan: el estado colombiano, sus estructuras paramilitares, las fuerzas de ocupación estadounidense y de la OTAN en sus dos versiones, las de los estados miembros y la de las contratistas privadas y por supuesto,  las trasnacionales que lo financian, que en este caso son fundamentalmente minero energéticas.  Pero además oculta un detalle no menor, y es que lo que hoy sucede en Arauca es parte de la guerra multidimensional contra la Revolución Bolivariana.

Insistiendo en el primer argumento, un análisis de situación equivocado, es sumamente grave para la organización de la defensa integral de la revolución. Parafraseando a Gramsci nuevamente, diremos que si no se tiene claridad sobre lo que acontece, no se pueden evaluar correctamente las relaciones de fuerzas internas, las internacionales ni las potencialmente militares, por lo que no se podrá diferenciar lo coyuntural de lo permanente, ni discernir con claridad lo estratégico y lo táctico.

La primera tarea para la defensa de la Revolución es caracterizar al enemigo. Equivocarse en este paso, puede ser fatal. Precisamente por eso, y más aún en tiempos de guerras difusas e hibridizadas, la primera tarea del enemigo es camuflarse, esconderse, y en respuesta nuestra primera labor es precisamente ubicarlo, señalarlo, conocerlo.

Resumiendo, ni las comunidades, ni la FANB ni los organismos policiales, lograrán dar respuesta efectiva a la situación si se parte de la mentira difundida por el gobierno colombiano y las corporaciones mediáticas a su servicio. La lógica diría, que bastaría saber que esta supuesta explicación de los hechos es la que da el ministro de la defensa de Colombia, Diego Molano, para darla por falsa, pero lamentablemente no ha sido así,  por lo que juzgamos necesario adentrarnos en comprender lo que realmente sucede en el departamento de Arauca para continuar con este análisis.

La supuesta disputa entre el ELN y las “disidencias de FARC” por las rentas del narcotráfico.

Que Arauca es un departamento “inundado” de siembras de coca y una ruta por la que circula gran parte de la droga que sale de Colombia para sacarla por Venezuela, es la primera gran mentira que las corporaciones mediáticas colombianas y algunas voces desde el gobierno uribista se han encargado de difundir.  Lo primero que sorprenderá a quien haya asumido esta tesis como cierta, es que según el último informe de la Oficina de la Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) publicado en julio de 2021, Arauca es un territorio libre de cultivos ilícitos.

Fuente: unocdc.org. “Colombia. Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos.2021”

Si no hay cultivos de coca para disputar, la pregunta es entonces qué causa el enfrentamiento entre el ELN y las “disidencias de las FARC”. El medio alternativo Colombia Informa en un interesante análisis sobre el tema, dice que la disputa surge precisamente luego de la firma de los acuerdos entre las FARC-EP y el estado colombiano en el 2016, cuando aparecen estas supuestas disidencias a presionar a las comunidades para que vuelvan a la siembra de cultivos ilícitos, esta presión ha encontrado fuerte negativa de parte de las comunidades y del propio ELN.

En la confrontación que se dio en el Arauca hace más de una década, subyace la posición diferente en torno al tema de la droga, un artículo recientemente publicado sobre el tema el periodista colombiano señala que “Uno de los elementos de disputas entre las dos guerrillas en Arauca es la postura frente a los cultivos ilícitos.” Siendo el ELN quien defendía la erradicación de esos cultivos en el 2007. Finalmente, en el 2010 las guerrillas llegaron a un acuerdo que significó el fin de ese enfrentamiento. Ese acuerdo incluía que ambas organizaciones acompañarían la voluntad popular de erradicar voluntariamente los cultivos ilícitos.

Mejía explica que a partir del 2010 luego de esa confrontación, “las organizaciones guerrilleras colombianas tanto FARC-EP como ELN son quienes hacen vida en el territorio y respetan los procesos de organización popular y su decisión de erradicar los cultivos de uso ilícito. Eso hizo que la presión social, económica y militar que en otras regiones de Colombia acorrala al campesinado para obligarlo a cultivar mayoritariamente coca, cediera en el Arauca y se condujera a una presión social positiva para el desarrollo agrícola y pecuario.”

Así se llega al 2018 cuando se le declara territorio libre de cultivos ilícitos. Colombia Informa afirma que  este logro fue el producto de “la labor del campesinado de Arauca, quienes entre 2007 y 2012 ya habían erradicado la coca, sembrado plátano y cacao, y proyectado la industrialización de estos renglones agropecuarios en el departamento.”

Ahora aparecen estas supuestas disidencias que en realidad, tienen Comandantes diferentes a los que tenían las estructuras originales que en su mayoría ni siquiera llegaron a ser mandos, cuya tropa en gran parte ni siquiera provienen de las FARC-EP, incluso en algunos casos, grupos paramilitares sin ningún argumento político, han asumido o han sido designados con el título de “disidencias” sin haber tenido ningún tipo de relación con esta organización anteriormente. Por eso hemos decidido colocar entre comillas el nombre de “disidencias de las FARC” en este análisis.

Según explica el dirigente araucano, “en el 2019 aparecen en Arauca estos grupos  a los que llaman “disidencias de las FARC” trayendo consigo la intensión de reimpulsar la siembra de cultivos de uso ilícito, lo que los coloca en contra vía de la comunidad organizada que se niega a volver a esa dinámica y esto llega al extremo que han difundido las redes sociales donde uno de los Comandantes de estos grupos dice que deben atacar a la dirigencia social del territorio y esto lleva hasta la explosión del 19 de enero” refiriéndose al atentado con carro bomba que se ejecutó en la sede de las organizaciones sociales que forman parte de Congreso de los Pueblos, dejando un muerto y varias personas heridas.

Por esto, el discurso del gobierno uribista y los medios corporativos, que dice que se está reeditando en Arauca el enfrentamiento que hace más de una década se dio entre las organizaciones guerrilleras y que fue subsanado por ambas organizaciones es totalmente falso.

Habría que agregar además dos datos importantes, en primero es que en Colombia la producción de cocaína se ha venido organizando en enclaves donde la siembra y la producción se concentran en un mismo lugar para disminuir costos y riesgos, por lo que un departamento libre de cultivos tiende a ser también libre de “cocinas” o lugares donde se transforma la coca en cocaína.

El segundo dato viene de Washington, según el conocido estudio realizado por Geoff Ramsey y David Smilde titulado “Más allá de la narrativa del narcoestado: lo que dicen los datos de monitoreo del tráfico de drogas de Estados Unidos sobre Venezuela” publicado en el 2020, aproximadamente el 84% de la droga producida en Colombia sale por la costa pacífica colombiana y el 9% por la costa caribe colombiana, es decir que el 93% sale directamente por las costas de Colombia, dejando sólo el 7% del flujo de esa droga entre las costas de Guyana, Surinam, Guyana francesa y las costas de Venezuela, por donde saldría cualquier droga que proviniera del Apure.

Lo que realmente pasa en el Arauca colombiano y su relación con Venezuela.

Arauca es una importante región petrolera en el que las explotación del petróleo desde hace cuatro décadas, solo ha traído pobreza. Pero, a pesar de ello y del gran abandono estatal que originó el gran paro cívico  de 1972, hoy día Arauca es el primer productor de plátano a nivel nacional por hectárea sembrada y es el segundo productor de cacao del país. A esto habría que agregar su gran producción de lácteos, porcicultura, piscicultura, entre otros rubros que se han consolidado no desde la inversión estatal sino desde la organización popular.

A esto se refiere Mejía cuando habla de un proceso de auto organización para la autogestión y la creación de embriones reales de poder popular en este departamento colombiano. “Esta construcción histórica, por obvias razones, nos ha causado una persecución, una estigmatización permanente, judicializaciones y asesinatos al tejido social, precisamente porque es una forma diferente a la que el gobierno y la oligarquía han querido implementar en el país.” Y agrega, “Esto ha hecho que Arauca sea también una guía de resistencia para otros territorios de Colombia y el mundo”. Es gracias a ese tejido social fortalecido que en ese departamento llanero, el paramilitarismo no ha logrado consolidarse a pesar de sus incursiones permanentes en el territorio.

Eso suma a las razones por las que las fuerzas estadounidenses que ocupan Colombia, las subordinadas Fuerzas Militares colombianas, el gobierno y las mafias mediáticas, también se han planteado como objetivo romper el fuerte tejido social que se ha desarrollado en el territorio de este departamento, porque ese tejido ha impedido el avance del narcotráfico y el paramilitarismo en su territorio a la vez que ha confrontado a las trasnacionales minero energéticas y las contratistas militares privadas que las protegen y que ya han ejecutado masacres en la región. También porque esa organización popular, y la fuerte presencia del ELN en los territorios de Catatumbo y Arauca, ha dificultado el avance de los planes imperialistas contra Venezuela por ambos territorios fronterizos.

Según denuncia Colombia Informa, Arauca se ha convertido en uno de los departamentos más militarizados del país. Mientras la población total del departamento es de 264.123 habitantes, según el censo de 2018 del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas -DANE-, en el departamento se encuentran aproximadamente 9.000 efectivos de fuerza pública (Ejército Nacional, Armada y Policía) y militares extranjeros; a lo que, según el Comando General de las Fuerzas Armadas, a ello se le han sumado  600 nuevos efectivos. Con lo que se promedian 34,2 militares por cada 1.000 habitantes, contrastando con el promedio nacional de 8,4 militares por cada 1.000 habitantes.

 Fuente: colombiainforma.info

Esta militarización del territorio según denuncia el citado medio alternativo colombiano ha beneficiado directamente a las trasnacionales petroleras de ese territorio fronterizo, ya que “en los últimos años, se han disparado las actividades de exploración de petróleo, precisamente en los municipios del occidente de este departamento: Saravena, Fortul, Tame y Arauquita y precisamente, en medio del conflicto suscitado en 2022, las empresas petroleras han ingresado maquinaria con acompañamiento militar a zonas donde las comunidades han rechazado la explotación petrolera. “

Organizaciones populares colombianas como Congreso de los Pueblos, aciertan al enfatizar que lo que acontece en Arauca es parte de “la ofensiva imperialista contra el hermano pueblo venezolano para desestabilizar la revolución Bolivariana, que permanentemente y de diversas formas viene siendo atacada; así mismo, asegurar la explotación de los recursos mineros y energéticos de Venezuela, y variar la correlación de fuerzas en el continente”

C- Claves

  1. Hay una crisis imperialista caracterizada por una crisis del capitalismo, crisis de su hegemonía mundial e importantes crisis internas, que lo empuja sobre Nuestra América con más violencia.
  2. Venezuela, Cuba y Nicaragua, siguen siendo objetivos principales de la guerra multidimensional dirigida desde Washington para retomar el control sobre el continente.
  3. Los sucesos de la frontera Apure Arauca son parte de esa guerra y de la intensión de expandir el negocio del narcotráfico.
  4. Es falso que el conflicto en Arauca se trata de una disputa entre grupos irregulares por las rentas del narcotráfico. En realidad se trata de una operación dirigida desde los Estados Unidos como parte de la guerra multidimensional contra Venezuela.
  5. En los combates de Arauca las operaciones son dirigidas en el terreno por militares estadounidenses de la SFAB, quienes comandan las operaciones de las fuerzas militares colombianas y sus aliados que se hacen llamar “disidencias de la FARC”,  todos ellos combaten en ese territorio contra el ELN. Estos mandos estadounidenses estarían dirigiendo sus operaciones desde la Brigada 18 del Ejército Nacional de Colombia ubicada en la capital del departamento de Arauca.
  6. Los frentes 10, 28 y 45 de las llamadas “disidencias de las FARC” trabajan para los intereses imperialistas en la región, esto quiere decir, para el narcotráfico, la pacificación del pueblo colombiano y la agresión a Venezuela, sus únicos enemigos en territorio colombiano son el ELN y la Segunda Marquetalia, pero solo el primero tiene actualmente la capacidad militar para confrontarlos y por eso son quienes los combaten.
  7. La arremetida de las “disidencias” en el Arauca, es en realidad una operación paramilitar dirigida en primer lugar contra el tejido social histórico que durante décadas les ha impedido controlar ese territorio fronterizo, lo que les ha dificultado penetrar a Venezuela y consolidar la explotación petrolera trasnacional.
  8. Las diversas operaciones de defensa de la soberanía venezolana que han realizado en conjunto la FANB, la dirección política de autoridades regionales conscientes de esta realidad y, por supuesto, las comunidades organizadas de la frontera, y que se profundizaron a partir de la victoria de la Batalla de los Puentes (febrero 2019) lograron la derrota y expulsión de los grupos paramilitares en el Catatumbo venezolano y Táchira. Muy probablemente, esos fracasos son los que aceleraron los intentos de vulnerar la soberanía venezolana a través de la frontera Arauca-Apure.
  9. Abrir un canal de entrada hacia Venezuela para atacar la Revolución Bolivariana desde este territorio fronterizo, incluye la tarea de transformar a Arauca en un enclave del narcotráfico para abrir una ruta que permita sacar droga por Apure vía Barinas por la ruta centro occidental hacia la región central, o alternativamente por la vía Mérida (a través del municipio Zea).
  10. Como es tradicional los Estados Unidos y las Fuerzas Militares colombianas desechan sin pudor las fichas usadas, tan pronto estas dejan de serles útiles. Luego del fracaso de las operaciones del Frente 10 en Venezuela en el 2020 donde “Arturo Paz” dirigió operaciones contra la FANB así como las realizadas los primeros meses de este año en Apure y Arauca, el 24 de febrero las FFMM de Colombia bombardearon su campamento y presuntamente lo asesinaron junto a tres docenas de personas, cuyos nombres aún no se saben. Lo que sí están difundiendo las corporaciones mediáticas colombianas son las presuntas pruebas encontradas en el campamento de su estadía permanente en Venezuela, lo que se contradice con la información de que fuera asesinado no cruzando la frontera, sino en su campamento ubicado en el Municipio de Puerto Rondón, al sur del departamento.
  11. La guerra multidimensional contra Venezuela también se plantea debilitar el estado hasta convertirlo en lo que llaman un “estado fallido”. Forma parte importante de es plan la corrupción de servidores y servidoras públicas del gobierno bolivariano para debilitar ética y políticamente a la Revolución, como sucedió con las mujeres detenidas en Zulia quienes desde la Guajira y el Catatumbo venezolano se involucraron con el narcotráfico. Como lo vimos en el caso de Cliver Alcalá, la participación en el narcotráfico se convierte además, en una vía directa para vincularse con los organismos estadounidenses y comprometerse con la contrarrevolución.
  12. Es un año electoral en Colombia, el uribismo va de salida, al menos del palacio de Nariño, y no cuenta con el apoyo de Biden, las FF.MM. colombianas son miembros, no plenos sino peones, de la OTAN pero ambos, el sector político vinculado al uribismo y las FF.MM. coinciden en la necesidad y determinación de agudizar el conflicto militar interno, demostrar su eficiencia como plataforma para la agresión a Venezuela y si es posible, al menos mantener el ambiente de un posible conflicto armado binacional. El primero para evitar la próxima derrota electoral, las segundas para justificar su financiamiento.

D.-Hipótesis

El fracaso de muchas de las operaciones que ha dirigido Estados Unidos contra Venezuela en los últimos veinte años, las pésimas fuentes y análisis que parecen hacer de nuestra realidad, la corrupción y mediocridad del liderazgo opositor, no significa que van a rendirse y dejar en paz a Venezuela, porque la necesidad de subordinar al pueblo y al gobierno bolivariano es mayor para el imperio en crisis. Quienes subestiman esa importancia, lo hacen desde un compromiso con la contrarrevolución que les ciega o simplemente parten de análisis simples, es decir, incompletos. La guerra en Ucrania podría incentivar un ataque directo contra uno de los tres países que la OTAN considera aliados de Rusia en la región, Venezuela, Cuba y Nicaragua o simplemente, acelerar la premura por apoderarse de los recursos minero energéticos, que posee Venezuela. Pero de no atreverse o fracasar nuevamente, la guerra multidimensional continuará y este tipo de operaciones se mantendrán, por lo que la tarea de la defensa integral de la Revolución debe mantenerse y optimizarse permanentemente.

El ejercicio militar que se desarrolló el pasado fin de semana en el Caribe colombiano, donde por primera vez, que se sepa, participó un submarino nuclear estadounidense, sumado a  la reunión en Bogotá de los tres gobernadores opositores venezolanos, Manuel Rosales, Sergio Garrido y Alberto Galíndez junto a Stalin González que se realizó este mismo fin de semana es una alerta. Sin embargo, la gran publicidad que le dieron a ambos sucesos, puede indicar que esta es más una operación de propaganda o psicológica, incluso un simple “mensaje a García” (es decir a Rusia), antes que el inicio de una operación real. Aun así, las alarmas deben continuar encendidas, porque como hemos reiterado los tiempos de declive de un imperio suelen ser tiempos peligrosos para el mundo entero.

E.- Algunas recomendaciones finales           

  1. Es necesario replantear algunas políticas para la frontera desde diversas instituciones del estado. Una muy importante es ejecutar planes para poblar los territorios fronterizos e impulsar su desarrollo económico y la construcción del Estado Comunal también desde las comunas de frontera, retomando la construcción de “Distritos Motores de Desarrollo” planteados por Chávez.
  2. La siguiente ruta del narcotráfico y vía de entrada a Venezuela que están construyendo, de la que obviamente hay que estar pendientes, es a través del Río Orinoco desde el departamento de Vichada. Recordemos que Craig Faller estuvo recorriendo el Río hasta Puerto Carreño, unos meses antes de entregar el cargo como jefe del Comando Sur.
  3. Las amenazas desde el Caribe colombiano con el reciente ejercicio militar dirigido por los Estados Unidos, así como la permanente amenaza desde las islas del Caribe y el plan develado desde Argentina la semana pasada, deben alertar también la defensa del Lago de Maracaibo, las costas de Falcón y Sucre.
  4. La operación “Mano de hierro” debe continuar y no temer tocar a más altos niveles si fuera preciso, porque la corrupción es una brecha para la contrarrevolución.
  5. La vigilancia debe ser permanente no solo de la FANB sino principalmente de las comunidades que deben fortalecer su tejido social para que los territorios cuya soberanía ha sido recuperada en la frontera y la zona central, no vuelvan a perderse y para impedir nuevos avances de esas fuerzas enemigas y de bandas terroristas locales sobre esos y otros territorios del país. Con este fin publicamos en el 2020 el “Manual para defender la revolución desde nuestra comunidad” donde se detalla una propuesta para consolidar la defensa integral de la Patria ante estas amenazas.

De todo lo aquí planteado se puede concluir que apoyar a Revolución Bolivariana en esta guerra que el imperialismo ha desatado contra ella, es estratégico para toda Nuestra América y no admite posiciones timoratas, puristas, cobardes y en algunos casos hasta visiblemente desinformadas, como las asumidas por algunos sectores del progresismo y la pseudo izquierda de Nuestra América.

María Fernanda Barreto. Escritora e investigadora colombo venezolana.

Ensayo Para Segundopaso.es

Permitida su reproducción citando la Fuente

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button