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¿Fin del Orden Mundial vigente o continuación de este?

SegundoPaso ConoSur – La historia se repite una y otra vez, confirmándonos con su tozudez que el poder se gana y se pierde como la partida de ajedrez, la vida de las civilizaciones va describiendo el trayecto parabólico de un proyectil, las personas más poderosas terminan claudicando, pero lo único eterno es el deseo de los pueblos a la libertad independientemente del orden mundial que se les imponga por la fuerza.

La llamada “guerra de Ucrania” que está ya en un mes y medio de acción, puede ser el preludio de un nuevo e impuesto orden mundial más injusto, que el actualmente vigente y establecido por los llamados vencedores de la Segunda Guerra Mundial y que maquillaron con la fundación de la Organización de Naciones Unidas “garante de la paz mundial” en aquel 1945.

En este peligrosísimo juego, entre las grandes potencias mundiales y especialmente entre el trio conformado por Estados Unidos – Rusia y China, que empiezan a marcar terreno como si se tratara de tres fieras en la sabana, cada una a su manera y aprovechan de su mejor hacer.  Estados Unidos de América guía referencial del llamado Occidente es como una hiena, que empieza a provocar con su astucia y maldad sin tener escrúpulo alguno, tratando de expandir su hegemonía hacia el territorio del aparentemente debilitado Oso del este, mientras que el Tigre asiático está en máxima alerta expectante del movimiento de cada uno de los actores, para que se defienda como mejor sabe hacerlo: con un golpe rápido y certero. Aunque, por ahora, parece tener un pacto con el Oso Ruso poniendo muy nerviosa a la hiena llevándola a reaccionar descontroladamente rompiendo todas las reglas pactadas mundialmente.

Washington va ampliando sus afanes de hegemonía pisoteando el principio básico del respeto al derecho de autodeterminación de los pueblos, y la no intromisión en los asuntos internos de otro país, principios sobre los cuales se construyó el hasta ahora vigente orden mundial. Este juego descontrolado, atizado por un fuego que se torna incontrolable, produce las primeras víctimas a mano de los carroñeros más pequeños como si estuvieran mandados por la hiena a cambio de una supuesta protección en caso de que la cosa fuera a más y fueran amenazadas por alguien más grande y fuerte, o bajo la clásica amenaza de “si no estás conmigo, estás en mi contra”

Traduciendo este lenguaje Orwelliano, me referiré al pacto que acaba de cerrar España con Marruecos a costa del noble y heroico pueblo saharaui, para así agradar a los Estados Unidos de América en su deseo de ampliar la llamada “hegemonía occidental” en su competencia frenética con sus rivales del este de Europa y de Asia. En esta desenfrenada carrera por dominar y controlar la mayor cantidad de territorio planetario y encontrarse en una posición de fuerza en el día “D” cuando se cansan los músculos y no queda más remedio que sentarse en una mesa y repartir el pastel mundial.

Esta deleznable operación sellada entre España y Marruecos no es nueva sino que comenzó con los llamados tratados tripartitos de Madrid, que se gestaron en aquel 1975 durante la cúspide de la guerra fría, y se fueron alimentando con la sangre y sufrimiento del pueblo saharaui hasta 1989, cuando con la destrucción del muro de Berlín o igualmente llamado “telón de acero”, también decidieron mandar al congelador el macabro plan para ocupar el territorio del Sahara Occidental con una misión de las NNUU maquillada con el acogedor y acorde con la legalidad internacional  nombre de “Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental”,

Esto explica en parte el “incomprensible giro” del actual gobierno socialista español, que en realidad más que un giro, es una reanimación de la hibernada traición protagonizada por aquel joven carismático, “izquierdista” y socialista Felipe González de 1984. Posteriormente en 2007 fue recogida, adornada y entregada, de manera clandestina por otro “socialista” llamado Zapatero, a manos del rey de Marruecos para bautizarla como “propuesta de autonomía del reino de Marruecos” para la solución del conflicto del Sahara Occidental, y hoy de manera mísera, entreguista, sumisa y humillante otro joven “socialista español” llamado Sánchez la resetea para entrar con más fuerza en el peligrosísimo plan de la expansión hegemónica occidental en el norte de África.

La otra parte de este “giro” de la política del gobierno español es la que hasta el momento es una incógnita para el analista más fino, porque a todas luces es un sometimiento en clara contradicción con el interés estratégico de España como nación y como pueblo al cual sólo se han acogido los gobiernos socialistas justificándolo, como la única vía de salvar “la integridad territorial de España” frente a las constantes como sucesivas amenazas del régimen marroquí a las ciudades de Ceuta y Melilla o a las aguas adyacentes de Canarias, sin embargo los gobiernos de derechas tanto UCD en los años 70 como los posteriores del PP, con sabiduría y valentía han renunciado rotundamente a sucumbir frente al continuo y humillante chantaje que el vecino del sur está acostumbrando a España, hasta el punto de llegar a la confrontación militar por la invasión de Marruecos al islote del Perejil en 2002, durante el gobierno de José María Aznar.

Toda esta situación de traiciones, juegos sucios y la violación del respeto a los pactos, como si de una novela negra se tratara, sólo conducirá a un desorden dominado por la ley de la selva y del salvase quien pueda, lo que hará que unos pierdan adeptos y aliados para que se los gane el que menos ha mostrado hostilidad hacia los pueblos, el que ofrece más apoyo para el desarrollo económico de los pueblos, y el que está en más vías de desarrollo tecnológico y económico en la actualidad.

De los tres contrincantes, quien va perdiendo hasta el momento es la parte occidental, al menos en lo que respecta a la credibilidad. Occidente rompe las reglas de convivencia pactadas hasta ahora, primero, por desenmascararse con su sibilina como provocativa expansión hacia el este lo que provocó el zarpazo del Oso invadiendo y ocupando a Ucrania; segundo, rompe la tan deseada libertad de prensa con el tratamiento informativo de la actual situación; tercero, pone al descubierto su hipocresía de doble vara para medir al apoyar al pueblo, mientras que por otro lado, apoya al régimen feudal y agresor de Marruecos en su injusta ocupación del Sahara Occidental.

La credibilidad desde un punto de vista moral y ético es muy importante, aunque para otros la llamada pragmática “realpolitik” es lo más importante. Pero lo más real, es que la mayoría de los pueblos del mundo en África, Asia, LATAM y del este de Europa, apenas llevan unos 60 años de media que han salido del yugo colonial occidental y la gran mayoría de ellos aún viven el neocolonialismo del mismo apellido privándoles de sus recursos naturales y de sus deseos democráticos. Todo ello con sus detalles más mínimos debe hacer recapacitar a Occidente su errónea y repetida estrategia basada en la injusticia por ganar más terreno sometiendo a sus naturales dueños.

La historia se repite una y otra vez, confirmándonos con su tozudez que el poder se gana y se pierde como la partida de ajedrez, la vida de las civilizaciones va describiendo el trayecto parabólico de un proyectil, las personas más poderosas terminan claudicando, pero lo único eterno es el deseo de los pueblos a la libertad independientemente del orden mundial que se les imponga por la fuerza.

Mohamed Ray

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