Familia

Dimensiones Individuales y Sociales de las Familias con un Único Hijo

Segundopaso – Las familias que, deliberadamente o sin ser muy conscientes de ello, se limitan a tener un solo hijo sufren daños y problemas que intentaremos analizar, por lo menos en una pequeña parte, en este artículo. Mencionaremos algunas consecuencias personales y sociales de tener un solo hijo.

Los hijos únicos son aquellos que carecen de hermanos o son adoptados. En el siglo XXI, las tasas de natalidad y el número de miembros de la familia han disminuido exponencialmente, y, en su lugar, ha aumentado el número de familias con un solo hijo. Factores como la preocupación por el futuro de los hijos, el deseo de brindarles más oportunidades para que logren el éxito, las condiciones económicas que rigen en las familias, el trabajo de los padres, el miedo a perder el trabajo o, en el caso de la madre, el miedo a la limitación de sus actividades sociales, el matrimonio a edades avanzadas, el parto tardío del primer hijo, la forma de pensar de las familias, etc. pueden ser la causa de la propagación de este fenómeno entre la sociedad. En este artículo se han intentado abordar las perniciosas consecuencias personales y sociales de tener un solo hijo.

Consecuencias individuales

Una de las consecuencias personales más importantes de ser hijo único es la fuerte dependencia que sienten los padres hacia dicho hijo. Además, se puede mencionar la excesiva sensibilidad hacia él o ella, la preocupación y el estrés que padecen tanto los padres como el hijo, la ausencia de un hermano que esté a su lado y, como resultado, la tendencia a jugar juegos de computadora y videojuegos, etc.

Es evidente que el tema más importante e influyente en la formación de la personalidad de los hijos es el método de crianza y la educación que han recibido. Desafortunadamente, a veces, por razones como una excesiva devoción hacia el niño, contar con expectativas que exceden la capacidad del niño, una dependencia exagerada del niño y viceversa, los padres adoptan métodos educativos incorrectos que, finalmente, son causa de problemas tanto en la vida de los niños, como en la de sus progenitores.

La mayoría de los padres piensa que, puesto que solo tienen un hijo, deben proporcionarle todo aquello que quiera y hacer lo que él o ella digan. Además, pueden mostrar demasiado amor y atención a su único hijo e invertir todos sus recursos materiales y espirituales en dicho vástago.

Cada uno de estos comportamientos, es decir, el afecto y el cuidado excesivo o el rigor y las expectativas excesivas pueden dañar al niño. Por lo tanto, si los padres y familiares de los hijos únicos no están familiarizados con los principios básicos de la crianza de los hijos, ya que centran en ellos, conscientemente o sin pensarlo demasiado, toda su atención, harán que ante tanta presión se vuelvan vulnerables. A veces, este comportamiento y las expectativas de los padres son tales que los hijos únicos sienten un gran sentido de la responsabilidad y, como resultado, estos niños se consideran responsables de proteger las leyes, los valores y las expectativas de la familia, e incluso erróneamente se consideran responsables de corregir los defectos y las carencias de sus padres y constantemente buscan satisfacer sus necesidades emocionales o deseos insatisfechos.

 

Los niños únicos, aunque sean buenos en comunicarse con los demás, pueden experimentar cierto grado de ansiedad en la comunicación social. Siempre están preocupados por su propia idoneidad y por cómo los demás aceptarán y evaluarán su desempeño. Les gusta que su desempeño sea bueno, apropiado, perfecto y completo en términos sociales, y le dan gran importancia a la evaluación que la sociedad hace de ellos, y este tema puede generarles ansiedad en situaciones sociales. La forma de vida de una familia con muchos hijos obliga a los niños a ser realistas y a adaptarse a las realidades de la vida. Los hijos de estas familias tienen más libertad e independencia. Algunos expertos creen que las familias con muchos hijos van a la zaga de los hijos de familias con pocos hijos en términos de éxito académico, pero, en general, sus dificultades emocionales y conductas inapropiadas son menos evidentes que las de los niños de familias con pocos hijos. La paz y seguridad que reciben los hijos en las familias numerosas, que son más emocionales que económicas, se deben al hecho de que cada miembro está seguro de que a su alrededor existen personas que le ayudarán cuando enfrente problemas.

Consecuencias sociales

Otro factor preocupante de la prevalencia de los hijos únicos es el futuro de las propias sociedades, cuya mano de obra joven está envejeciendo y carece de mano de obra de reemplazo. El limitarse a tener un solo hijo es uno de los factores más importantes de la reducción del crecimiento demográfico en el país. No podemos negar el interés de la sociedad en tener hijos. Es de interés histórico. La mayoría de los adultos de mediana edad prefieren tener más hijos. Esta tendencia aumenta en edades más avanzadas, por otro lado, contar con mano de obra joven se considera el capital de una sociedad. La disminución del crecimiento poblacional en la sociedad hará que el país avance hacia la mediana edad, y este tema afectará todos los indicadores del país. Si no se encuentra una solución a este problema, pronto seremos testigos de un crecimiento poblacional negativo en el país. Es evidente que los efectos negativos del envejecimiento en el país devendrán en consecuencias perniciosas en la economía, la cultura y la sociedad de la época.

Como resultado, es mejor adoptar políticas de control de la población basadas en las necesidades de la sociedad. Por lo tanto, se sugiere que, si el beneficio de todos los miembros de la sociedad depende de la existencia de una mayor población, dicho programa debe mostrar la flexibilidad necesaria. El Gobierno puede ayudar planificando y creando una base adecuada, eliminando los obstáculos económicos, creando leyes protectoras, especialmente para las madres con hijos, creando cultura y brindando las condiciones mentales y psicológicas adecuadas para variar la mentalidad de las familias, y así contemplar un futuro más prometedor.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button