RACISMO Y DISCRIMINACIÓN

La sociedad estadounidense como una mala replica del pensamiento euro-centrista en Europa, heredó las prácticas esclavistas que ya tenían su trayectoria en el antiguo continente. Son ya muy conocidas las historias de discriminación con la población negra aun después de su “proceso de liberación” de la esclavitud, los prejuicios raciales que tuvieron que vivir fueron muy humillantes y ofensivos. Así por ejemplo en 1896 se consagró el principio “separados pero iguales” la Corte Suprema espetó a los ciudadanos negros que la segregación no suponía en sí misma desigualdad racial, eso era una “percepción de los negros” aunque viviendo por separado ambas razas podían ser iguales.

En 1967 se declaró inconstitucionales toda prohibición de matrimonios interraciales aún vigentes en Virginia y otros 13 Estados sureños. Posteriormente el presidente Nixon impulsó medidas para terminar con los últimos vestigios de discriminación racial en el trasporte público empleando a la policía federal, además de abolir las llamadas “universidades negras”.

En la década de los 70 luego de un largo proceso de lucha de los afrodescendientes por defender sus derechos ciudadanos libraron muchas batallas legales, aunque el verdadero problema era cambiar la concepción a nivel social, ya que los comportamientos racistas estaban muy arraigados. La elección de Obama en 2009 parecía dar alternativas de solución a la profunda discriminación; pero, tampoco se visualizó ningún cambio radical, perdiéndose las expectativas puestas en el presidente también afroamericano que según su discurso pretendía dar un giro definitivo a la sociedad norteamericana. Por el contrario, se agudizaron algunos conflictos no superados como la muerte de cientos de personas negras a manos de agentes blancos de policía ha sido uno de los principales dramas que ha marcado su presidencia.

Para tener una idea de la gravedad de estos hechos, se presenta una breve reseña de algunos casos destacados en esta última década y así comprender el cúmulo de situaciones de violencia racista que se está viviendo en Estados Unidos. Uno de los acontecimientos que tuvo que enfrentar Obama fue la matanza de cinco policías y nueve heridos entre ellos dos civiles, tras un ataque con francotiradores en una protesta racial en Dallas (Texas) con 12 agentes tiroteados. En esa ocasión se decretó 4 días de luto oficial en el todo el país.

El antecedente fue una protesta del grupo activista Black Lives Matter (también conocido por las siglas BLM, en español «Las vidas de los negros importan») quienes organizaron en Dallas una manifestación con alrededor de 800 personas en respuesta a la muerte de dos hombres negros, por agentes de policía en Luisiana y Minnesota, a la que acudieron un centenar de policías para proteger el evento. Similares expresiones se repitieron a lo largo y ancho del país, en forma pacífica, bajo la consigna: “Dejad de matarnos” Sin embargo luego se convirtieron en disturbios de odio racial hasta desencadenar en el ataque a los agentes de policía blancos.

Los videos de seguridad y también de transeúntes han constituido las pruebas para realizar centenares de denuncias sobre la actitud racista y violenta de la Policía así, por ejemplo:

Chicago: Se esposa a un hombre negro, desarmado y herido de muerte

Minesota: agente de policía mata a un joven negro que se encontraba en el interior de su coche junto a su novia, sin escuchar explicaciones.

Louisiana: dos agentes de policía blancos acabaron con la vida de un vendedor de CD negro de 37 años

Chicago: un joven afroamericano de 16 años murió tras una persecución a pie con la policía, el joven se dio a la fuga por temor a ser apresado.

San Luis, Misuri: un joven 18 años perdió la vida, tras enfrentarse con dos agentes. La autopsia reveló que había muerto a consecuencia de un disparo en la espalda.

Esto es solo una muestra de una larga lista de víctimas que en la mayoría de casos responden a delitos comunes o presunción de los mismos, notándose el abuso, la arbitrariedad y crueldad con que actúan los agentes, poniéndose entre dicho las técnicas de represión exageradas e incongruentes aplicadas sobre sus víctimas, disparos a mansalva, asfixia y golpees letales, antes de confirmarse el delito. En algunas ocasiones los autores de estos crímenes han recibido sanciones leves y muchas otros han quedado en la impunidad.

En el 2015 y 2016 suman más de 450 personas negras que han muerto a manos de la policía, aunque las estadísticas no están muy claras. Esta situación viene desde el 2010 en adelante, tornándose los enfrentamientos cada vez más violentos que han provocado ira y rechazo de la ciudadanía y el llamado de atención de organismos de derechos humanos.

El último hecho que causó conmoción social fue la muerte por asfixia del afroamericano George Floyd ocurrida en mayo de 2020 en la ciudad de Mineápolis, como resultado de su arresto por parte de cuatro policías locales que actuaron con brutalidad, tras esposarlo y ponerlo boca abajo cuando uno de los oficiales presionó al arrestado contra el pavimento con su rodilla apoyada sobre el cuello de la víctima durante 8 minutos y 46 segundos;​ Mientras esto sucedía, otro oficial que se encontraba en la escena, se limitaba a observar y controlar la situación. Este suceso fue grabado con los teléfonos móviles de los presentes y difundido en diversas redes sociales. Los cuatro oficiales involucrados fueron despedidos al día siguiente.

En pocos días, el hecho generó condena internacional y se realizaron manifestaciones en diferentes ciudades de Estados Unidos, y replicándose las protestas en diferentes países del mundo, con el lema: “No puedo respirar” últimas palabras de Floyd. Este suceso se convirtió en el ícono de la lucha anti racial en los Estados Unidos en pleno siglo XXI y un fuerte cuestionamiento al sistema social de este país, basado en la injusticia y la exclusión.