Salud

4 de febrero: Día mundial contra el Cáncer

Segundopaso – Loreciente 33 – Una enfermedad que a lo largo de la historia ha causado estragos en el mundo es el cáncer, aun no se a descubierto una cura efectiva, pero se ha desarrollado una serie de tratamientos que pueden mitigar la enfermedad, ahora conoceremos cuales son los factores que influyen para contraer esta enfermedad.

El Día Mundial contra el Cáncer se celebra cada año el 4 de febrero en todo el mundo con el objetivo de concientizar al público sobre el cáncer, cómo prevenirlo y tratarlo.

El cáncer abarca un gran grupo de enfermedades causadas por un crecimiento celular anormal. En el cáncer, algunas de las células del cuerpo se dividen sin parar tras su proliferación y se diseminan a los tejidos cercanos. Además, debido a la baja correlación intercelular, algunas células se aíslan de otras y se diseminan por la sangre y por la linfa provocando metástasis en otras partes del cuerpo, crecen y se descomponen en esas áreas.

El tipo de cáncer varía según qué células del cuerpo desarrollen un crecimiento anormal.

Debido a la propagación del cáncer y su extensión por otras áreas del cuerpo, lo que aumenta con el tiempo, un diagnóstico temprano y un tratamiento antes de que la enfermedad se propague, pueden ser muy eficaces para lograr mejores resultados y, en ocasiones, la cura definitiva de la enfermedad.

Las estadísticas muestran un aumento constante del número de pacientes con cáncer. Este aumento se debe en parte al crecimiento y envejecimiento de la población. Además, a medida que mejora la situación económica de algunos países y el estilo de vida de las personas cambia con la prosperidad, aumenta el riesgo de cáncer. Es decir, el cáncer está más relacionado con el estilo de vida y la edad.

Las cifras indican que una quinta parte de los hombres y una sexta parte de las mujeres desarrollarán algún tipo de cáncer a lo largo de su vida.

El cuadro anterior muestra estadísticas de un estudio de 2012. Lo notable de los resultados de este estudio es la relación existente entre la incidencia del cáncer y la mortalidad por cáncer. En los países occidentales y desarrollados se aprecia que aproximadamente solo un tercio del número total de cánceres provocan la muerte cada año, mientras que en los países en desarrollo esta brecha es muy pequeña, y en algunos países la tasa de incidencia y mortalidad por cáncer es casi la misma. La menor mortalidad en los países desarrollados se debe a que el diagnóstico y tratamiento son más rápidos.

Los informes más recientes dicen que el cáncer de pulmón, el cáncer de mama de las mujeres y el cáncer de colon constituyen un tercio de todos los cánceres y de la mortalidad. Por supuesto, los nuevos casos de cáncer de próstata son más comunes en los hombres, y la muerte e incidencia de cáncer de pulmón es también mayor en los hombres. Esta estadística está relacionada con estadísticas globales totales, pero los tipos de cánceres comunes en los diferentes países son diferentes. En 2015, por ejemplo, el cáncer del cuello uterino fue la vigésima causa principal de muerte en los Estados Unidos. En México, un país vecino, el cáncer de cuello uterino fue la octava causa más común de muerte, dos veces más que en los Estados Unidos, y también fue el segundo cáncer más letal en Sudáfrica. Esto se debe a las diferencias en los factores de riesgo, los servicios de salud y las vacunas en los diferentes países.

Factores de riesgo o subyacentes del cáncer

Estos son factores que actúan como causantes de cáncer o aumentan el riesgo de cáncer en individuos genéticamente predispuestos.

Estos factores de riesgo incluyen:

– Envejecimiento: la edad es el factor principal del cáncer. Con la edad, aumenta la posibilidad de mutaciones en las células cancerosas y el sistema inmunológico es menos capaz de hallar y destruir estas células. Después de los 50 años, y con un aumento gradual de la edad, la incidencia de cáncer aumenta gradualmente. Por tanto, el envejecimiento de la población de un país está asociado a un aumento de los casos de cáncer.

– Obesidad y sobrepeso: la obesidad se ha relacionado con un aumento de los cánceres. El tejido adiposo produce niveles más altos de estrógeno, insulina, factor similar a la insulina y leptina, y cada uno de ellos hace que crezcan diferentes células cancerosas. La obesidad puede cuadruplicar el riesgo de algunos cánceres.

– Dieta incorrecta: consumo excesivo de sal y grasas saturadas, consumo excesivo de carnes rojas e incluso blancas, consumo de carnes procesadas como embutidos, que en su mayoría se preparan a base de cerdo, alto consumo de alimentos a la brasa, quemados levemente, y alimentos fritos a altas temperaturas, elevado consumo de alimentos y bebidas azucarados, bajo consumo de frutas y verduras y agua potable poco saludable, estos son algunos de los factores de riesgo conocidos para cánceres gastrointestinales y otros cánceres.

– Tabaquismo: El tabaquismo, las drogas, especialmente el opio y el tabaco, con miles de carcinógenos, son los principales y destacables factores de riesgo de ciertos cánceres.

– Alcohol: los estudios muestran una asociación entre el consumo de alcohol y un mayor riesgo de ciertos cánceres, como cáncer bucal, garganta, esófago, laringe, hígado, mama y colorrectal (especialmente aquellos que han tenido cáncer anteriormente), y cuantas más bebidas alcohólicas se ingieren mayor es el riesgo de padecer cáncer.

– Infecciones orales: los estudios han demostrado que una mala higiene bucal puede provocar distintas enfermedades crónicas y cánceres, incluidos los cánceres de boca, esófago y estómago, páncreas y pulmones.

– Enfermedades infecciosas: la infección por virus como la hepatitis B y C es un factor de riesgo para el cáncer de hígado, lo que puede prevenirse vacunando a los niños. La infección por VPH, que se transmite a través de conductas sexuales de alto riesgo, también puede causar cáncer de cuello uterino. La infección por VIH también predispone a una persona a padecer una gran variedad de cánceres. La infección por Helicobacter pylori también puede causar cáncer gastrointestinal en algunas personas. La infección por el parásito del género Schistosoma, que ingresa al cuerpo humano a través del agua contaminada, también puede causar cáncer de vejiga.

– Conductas de alto riesgo: la adicción y las conductas sexuales de alto riesgo provocan enfermedades por la transmisión de gérmenes y virus que, al final, provocan cáncer.

– Contacto con agentes teratogénicos: algunos productos químicos industriales como el amianto, radiación ionizante en radiología, radiación ultravioleta de la luz solar y lámparas, pesticidas utilizados en la agricultura, materiales en polvo de impresora y partículas de madera en espacios de carpintería, y otras sustancias utilizadas en diversas ocupaciones. Además, algunos medicamentos utilizados para otras enfermedades pueden causar cáncer.

– Falta de actividad física adecuada: Numerosos estudios han demostrado que la actividad física regular y moderada reduce significativamente el riesgo de cáncer. Se desconoce el mecanismo de este efecto, pero previene la obesidad, que es una causa importante de cáncer. El mejor momento para hacer ejercicio es de 8 a.m. a 10 a.m. Los adultos deben realizar al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana, y es mejor distribuir esta cantidad de actividad física a lo largo de la semana.

– Genética: algunos cánceres pueden heredarse a través de los genes. El cáncer de mama, el cáncer de próstata y el cáncer de colon son ejemplos de esta tendencia hereditaria. La historia familiar de este cáncer sugiere la necesidad de una detección temprana para prevenir la aparición y avance de la enfermedad.

El conjunto anterior de factores de riesgo, excluyendo los factores genéticos, se puede definir de una manera más general.

Nuevos estudios muestran que el estilo de vida y los factores ambientales son responsables del 70 al 90% de los cánceres, por eso los expertos creen que un tercio de los cánceres se pueden prevenir con un estilo de vida saludable.

Por otro lado, prestar atención a cualquier signo anormal en el cuerpo, consultar a un médico de inmediato y realizar exámenes y pruebas periódicas, especialmente en personas mayores de 50 años, puede permitir una detección temprana del cáncer o de lesiones precancerosas que se volverán cancerosas en el futuro. Si la enfermedad se trata o controla de forma rápida, aumenta significativamente la esperanza de vida de los pacientes y reduce los costes y dificultades del tratamiento.

Además de los recursos financieros, educar y concienciar al público desempeña un importante fundamental para lograr este objetivo.

Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer

Organización Mundial de la Salud

Australia, Nueva Zelanda

América del Norte

Europa Oriental

Norte de Europa

Regiones más desarrolladas

Europa del sur

Europa Central y Oriental

Polinesia

Sudamérica

Asia Oriental

Caribe

África del Sur

Mundo

Micronesia

Asia Occidental

Melanesia

Regiones menos desarrolladas

Asia Sudoriental

África Oriental

Centroamérica

África del Norte

África Media

Asia central meridional

África Occidental

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button