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La Política Exterior Norteamericana (Parte III)

Segundopaso – Loreciente 38 – La política de disuasión, el equilibrio basado en el terror, el efecto domino y una serie de estrategias implementadas después de la segunda guerra mundial por parte de estados unidos, han logrado transformar el mapa geopolítico mundial, sin importar que los pueblos del tercer mundo sufran las consecuencias de estas medidas, pero ¿Dónde quedo la palabra “libertad” en el discurso americano? Sigamos recorriendo y conociendo más sobre la política exterior norteamericana.

Al hablar de efectos de la bipolaridad surgida a fines de la Segunda Guerra Mundial, resulta imposible dejar de mencionar la transformación sangrienta de los pueblos del Tercer Mundo en piezas de intercambio, en fichas de un juego que se decidía al margen de las consideraciones, y los propios intereses y deseos de los pueblos que Estados Unidos decía defender de los afanes de dominio de la Unión Soviética.

El Rollback (mencionado en la parte II de este ensayo) en el marco de la doctrina de la contención asimétrica fue para Asia, África y América Latina lo que la cicuta para Sócrates. Una amarga y mortífera medicina, que sólo condujo a la muerte a millones de personas, que anhelaban un cambio de sus míseras condiciones de vida. Una política basada en tratar de hacer retroceder aquellas fuerzas, gobiernos, movimientos o simplemente acciones que intentaban liberar del influjo norteamericano a sus pueblos. Todo ello bajo la llamada estrategia de seguridad nacional denominada del new look, que en esencia consideraba tres puntos principales: la represalia masiva, la defensa del perímetro y la seguridad colectiva.

Otra de las herencias de esta bipolaridad es el progresivo triunfo de las economías de mercado, que va eliminando decenas de años de conquistas sociales, económicas, políticas y salariales, no sólo en las regiones más desposeídas del planeta, sino también en los propios Estados que son protagonistas de la lucha planteada después de la Segunda Guerra Mundial. En pos de un sueño mayoritario se enriquecieron unos pocos, los mismos que como el cuento de Pedrito y el Lobo advertían del peligro que representaba el comunismo, cuando su propio actuar no reconocía fronteras políticas ni ideológicas a la hora de negociar contratos con “el imperio del mal” o sus satélites.

La división del mundo en dos bloques antagónicos trajo a gran parte del mundo, especialmente el de los países no industrializados, una carga de enormes deudas: por los desmesurados gastos en armamentos, el endeudamiento externo vía FMI y Banco Mundial. Gastos que no se expresaron en aumento cualificado de la infraestructura productiva de los países, sino más bien dieron cuenta del derroche y la venta al mejor postor de unas elites con tan poco sentido de lo nacional como el conjunto de los empresarios que pueblan la tierra. Al mismo tiempo, permitió hacer excelentes negocios al complejo militar-industrial norteamericano, y las elites gobernantes, que veían en el desarrollo de la bipolaridad la mejor excusa para ocultar sus propios problemas internos. Esto, ya sea por las exigencias de mayores libertades por parte de sus minorías, como también dar salida a su producción industrial que de otra forma podría entrar en una seria fase recesiva, a la hora de no encontrar mercado para su industria.

Recordemos, que todas las Administraciones norteamericanas entre los años 1945 y 1990, es decir desde Harry Truman a George Bush (que son parte del estudio y exposición de este ensayo) hicieron del aumento de los gastos presupuestales en defensa, el caballito que les permitió cabalgar con tranquilidad a la hora de evitar mayores descalabros económicos. Llámese Contención, Rollback, ICBM, Iniciativa de Defensa Estratégica, Corea o Vietnam, siempre se encontró algún argumento más o menos coherente y demostrable, frente a las masas norteamericanas, para ampliar los presupuestos de defensa. Un presupuesto que se financiaba con la máquina eterna de fabricar dólares, cuyo monopolio lo mantiene estados Unidos y que explica el enorme déficit fiscal que mantiene este país como el mayor deudor del planeta.

Ike Eisenhower

En esta parte del trabajo presentado se requiere ahondar en lo que fue la administración de gobierno del ex presidente Dwight Eisenhower en llevar adelante esta Doctrina de Contención Asimétrica, que reemplaza a la doctrina de contención selectiva surgida de la influencia del Article X de George Kennan y el NSC-68. Dwight Eisenhower, presidente estadounidense entre los años 1953 a 1961, militar, Comandante Supremo de las fuerzas aliadas en Europa durante la segunda Guerra Mundial. Candidato republicano a la presidencia el año 1952, la cual ganó y juró como su presidente Nº 34. Fue parte del binomio el vicepresidente Richard Nixon.

Para entender esta idea del New Look debemos analizar el NSC 162/2 del 30 de octubre de 1953, documento eje   que expresa los problemas básicos de la política de seguridad nacional de los Estados Unidos, bajo la premisa que el nuevo poder nuclear soviético es un serio peligro para la supervivencia de los Estados Unidos. Pero, la Administración “Present estimates are, however, that the USSR will not deliberately initiate general war during the next several years…in absence of general war, a prolonged period of tension may ensue…”  (6) Es decir no prevé un incremento de la tensión, Eisenhower propone que esa estabilidad se traduzca en un recorte presupuestario que posibilite el desarrollo de áreas de defensa consideradas estratégicas como es el caso de la Fuerza Aérea, para elevar el nivel de efectividad de las armas transportables, y al mismo tiempo, aprovechando el término de la Guerra de Corea en Julio de 1953 replegar las fuerzas estadounidenses acantonadas en territorios extranjeros.

A diferencia de Roosevelt y Truman, la visión de Eisenhower respecto a la figura del presidente era más limitada, prefiriendo una participación más efectiva del Congreso en las materias legislativas. Durante su gobierno la estrecha relación con el mundo de los negocios se hizo patente. la mayoría de los miembros de su gabinete eran industriales: George Humphrey como secretario del tesoro, como Secretario de Defensa el antiguo presidente de la General Motors, Charles Wilson autor de la famosa frase ” lo que es bueno para la General Motors es bueno para los Estados Unidos y viceversa” como evidencia de esa estrecha relación entre dinero y política. Habida cuenta de las estrechas relaciones entre gobierno e industriales, a nadie sorprendió que la Administración siguiera favoreciendo los intereses de estos, y con ello no sólo no equilibrar los gastos en defensa por ejemplo, sino que ampliarlos haciendo del complejo militar industrial el más importante generador de empleo y riqueza en los Estados Unidos.

Eisenhower asume el mando del país, con una Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ya establecida en el paisaje político europeo, y con ello el contrapeso de su rival a través de la creación del Pacto de Varsovia. La pugna de estas instituciones de poder militar se centró en la entrada de Alemania Occidental a la Alianza Atlántica, lo que motivaría profundas discrepancias con los soviéticos, finalmente en 1955 la República Federal Alemana (RFA) ingresa a la OTAN y con ello el cisma de las dos Alemanias se hace una entera realidad. Esto sin duda se debía al siempre presente pensamiento político norteamericano, que la única manera de negociar con los Soviéticos era desde posiciones de fuerza. (7) Su base argumentativa en el plano externo era el pasar a la ofensiva, no consentir la dominación de otros, mediante la Doctrina de la Liberación y el New Look, es decir la combinación de factores internos y externos para concretar una nueva perspectiva en la vida norteamericana. En el caso del New Look se pretende lograr el equilibrio presupuestario a través de la contención del gasto militar, su eje de defensa está dado por la superioridad nuclear – sólo interrumpido en parte cuando la URSS desarrolle su propio arsenal nuclear.

Eisenhower a pesar de considerar que se aproximaba un período de estabilidad externa, igualmente desarrolla una política encaminada a mantener la superioridad de los Estados Unidos en armamento nuclear, toda vez que la clave de su pensamiento en este ámbito es el de la Disuasión. Es su Secretario de Defensa John Foster Dulles quien instó al gobierno a preparar un arsenal de armas nucleares como medidas disuasorias ante una posible agresión soviética, para reforzar así el denominado “Equilibrio del terror” que se prolongaría, bajo otros eufemismos, por largos años. La política de continuidad, no sólo en el ámbito de medidas concretaras sino también en el lenguaje utilizado es concluyente: El enemigo sigue siendo el mal representado por el comunismo y su adalid, la URSS, ese mal exige reaccionar con fuerza sino se quiere caer bajo su influencia, y que ello vaya contra la Seguridad de los propios Estados Unidos. “The risk of Soviet aggresion will be minimized by maintaining a strong security posture, with emphasis on adequate offensive retaliatory strength and defensive strength” (8)

Estas ideas, expresadas en la primera Administración de Eisenhower sufren algunas modificaciones, por influencia principalmente de acontecimientos en el plano internacional, que mostrarán al gobierno norteamericano que la estabilidad es sólo un espejismo: Indochina, la lucha por la descolonización en el Magreb, los problemas en Oriente Medio, el lanzamiento del Sputnik, la lucha política en Hungría, son acontecimientos que harían variar la política exterior norteamericana, pero no en demasía, mostrando así el pragmatismo, oportunista o no,  que lo ha acompañado a lo largo de su vida. El presidente estadounidense Dwight Eisenhower creó, en este marco, una estrategia de seguridad nacional llamada “New Look” para fortalecer la economía interna y mejorar la capacidad de respuesta al menor costo posible

El New Look establece dos premisas nuevas:

• Una nueva Ratio de estabilidad

• Creencia de que el armamento nuclear no es efectivo en el campo de la disuasión, por ello comienza una etapa de enorme desarrollo en la conformación y equipamiento de fuerzas convencionales con gran capacidad de acción, y en el plano estrictamente nuclear se elabora una estrategia de suficiencia para responder por lo menos a un ataque del enemigo con superioridad en la respuesta. Se le comienza a asignar importancia a las guerras limitadas, lo que sería claramente contradicho cuando los Estados Unidos comiencen su larga y costosa intervención en los asuntos de Indochina, que marcará el desarrollo de la política exterior norteamericana durante toda la década del 60.

Como siempre ha sucedido a la hora de proclamar reducción de gastos en defensa por las administraciones, como Truman antes, o Kennedy posteriormente, Eisenhower se embarca en una costosa carrera armamentista, con la producción acelerada de ICBM, IRBM y ABM, aumento de la ayuda militar a sus aliados “We need allies and collective security. Our purpose is to make these relations more effective, less costl. This can be done by placing more reliance on deterrent power and less dependence on local defensive power” (9) desarrollo de la defensa civil, aumento de las fuerzas convencionales, desarrollo de puestos móviles de armas nucleares entre otros puntos.

El 7 de abril de 1954 Eisenhower da a conocer un concepto, que ha marcado época en la política exterior de Estados Unidos, es el llamado The Domino Principle (conocida como la Teoría del Dominó o secuencia bola de nieve) que no sólo significó el ingreso de este país al conflicto de Indochina para, según palabras de Eisenhower “defender la libertar y la democracia del mundo libre”, sino que da a conocer la verdadera paranoia de visualizar un mundo, que se teme comience a caer como piezas de domino bajo el poder de los soviéticos. Chile, Nicaragua, Cuba, República Dominicana, Grenada entre otros numerosos países verían abortados sus procesos revolucionarios bajo el argumento de este “Principio”. “…You have broader considerations that migth follow what you would call the Falling domino principle…” (10) Para contrarrestar ese efecto tan temido, desarrolla y amplia una serie de sistemas de defensas regionales como es el caso del Tratado del Sudeste Asiático (OTASE), apoyo al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que vería la falsedad de sus principios en la Guerra de Las Malvinas. (11)

Para terminar con este breve análisis de la Foreign Policy de la Administración Eisenhower, llegamos a la declaración hecha por el Secretario de Estado John Foster Dulles después de la reunión del House Committee on Foreign Affairs el 7 de enero de 1957. Es allí donde se establece la Denominada Doctrina Eisenhower – haciendo un paralelo histórico nos damos cuenta que los argumentos esgrimidos para poner en marcha la defensa de los aliados en Oriente Medio se parece muchísimo a los argumentos emanados de Truman y su doctrina de contención al comunismo, pidiendo el apoyo del Congreso para que Grecia y Turquía no cayeran bajo la influencia comunista. En esencia dicha doctrina establece la necesidad de apoyar, luego de la Crisis de Suez entre julio y noviembre de 1956, militar y económicamente a los gobiernos de Oriente Medio que sintieran su independencia amenazada, protegiéndolos de la invasión o de la subversión soviética “…After the most through consideration, Presidente Eisenhower has concluded, and has recommended to the Congress, that action…to cooperate with the nations of the middle East to maintain their independence” (12)

Esta Doctrina se basaba en la idea, que el Panarabismo propugnado por Nasser estaba inspirado por la ex URSS, evidenciando como se genera este absoluto desprecio por los pueblos del Tercer Mundo. Según los estadounidenses, “pobres pueblos incapaces de pensar con cabeza propia”, en la búsqueda de las soluciones adecuadas para sus países. El efecto dominó, el temor a la influencia soviética, el llamado encubierto a la subversión en Polonia y Hungría se confunden en un juego de intereses que no ocultaba el deseo de Estados Unidos de ocupar el vacío de poder, lógicamente por ellos propugnado, dejado por Francia e Inglaterra en Oriente Medio. De esa época es también la consideración de Israel como capital estratégico, tesis desarrollada por el funcionario de la secretaria de defensa de Estados Unidos, Melvin Laird, que se desarrollaría con fuerza bajo la presidencia de Nixon, quien consideraba que los Estados Unidos no podían seguir desempeñando el papel de policías mundiales, por lo que esperaban que otros países prestasen más fuerzas del orden, prestas a actuar en su propio vecindario.

Laird tuvo enorme influencia en dinamizar el actuar intervencionista de Washington apoyándose en socios regionales. Nada más asumir el cargo de secretario de defensa en lo que sería la administración Nixon, Laird organizó el llamado Blue Ribbon Defense Panel. Un comité encargado de elaborar un centenar de recomendaciones sobre la mejora de la organización y el funcionamiento del Departamento de Defensa. Tarea que permitió reducir la cantidad de efectivos militares pero también el desarrollo de nuevos sistemas de armamento estratégico como el bombardero B1, el submarino nuclear Trident y los misiles de crucero.

El trabajo de Melvin Laird y la estrecha relación que comenzó a tener Washington con el sionismo a partir de la guerra del año 1967 significó consolidar a un régimen israelí aplicado. Ello junto a un Irán monárquico, que el año 1953 sufrió un Golpe de Estado propiciado por la CIA y que lo convierte en un país aliado incondicional de Washington y por ende de la entidad sionista y como una muestra que las creencias religiosas son un disfraz hipócrita a la hora de reprimir los afanes de libertad de los pueblos. Práctica que sería destruida por el triunfo de la revolución islámica el año 1979.  El NSC-68, Rollback, el New Look, la nueva nueva mirada, la Disuasión, el Equilibrio basado en el terror, apoyo a causas de países libres, el efecto dominó son muestras que la política exterior de los Estados Unidos tiene una coherencia interna formidable, y que eso se mantiene no importando quien esté en el Salón Oval.

Pablo Jofré Leal

Exclusivo para www.segundopaso.es

6.”Las estimaciones actuales son, sin embargo, que la URSS no iniciará deliberadamente una guerra general durante los próximos años … en ausencia de una guerra general, puede sobrevenir un período prolongado de tensión …”

7.Así lo expresa Dan Acheson uno de los impulsores de la OTAN, quien sostiene que “el único modo de tratar con la URSS, según hemos descubierto por triste experiencia, es crear situaciones de fuerza…Cuando hayamos eliminado todas las áreas débiles que podamos, lograremos hacer acuerdos de trabajo con los rusos…Nada bueno saldría si tomásemos la iniciativa pidiendo conversaciones en este punto

8.”El riesgo de agresión soviética se minimizará si se mantiene una postura de seguridad sólida, con énfasis en la fuerza de represalia ofensiva y la fuerza defensiva adecuadas”

9.”Necesitamos aliados y seguridad colectiva. Nuestro propósito es hacer que estas relaciones sean más efectivas, menos costosas. Esto se puede hacer confiando más en el poder disuasorio y menos en el poder defensivo local”

10.Para ampliar este concepto recomendamos The President´s News Conference en Public Papers of the President, Dwight Eisenhower de abril 7 de 1954.

11.Esta Guerra es interesante, pues mostró a los pueblos latinoamericanos que la tan cacareada preocupación de los Estados Unidos por la defensa de este continente era echada al tacho de la basura, cuando se trataba del interés de socios más poderosos, como fue el caso de Inglaterra, que no sólo recibió la ayuda tecnológica de EE, UU. sino también política y diplomática.

12.Después de la mayor consideración, el presidente Eisenhower ha concluido, y ha recomendado al Congreso, esa acción … para cooperar con las naciones del Medio Oriente para mantener su independencia “

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