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Llegada del Imam Jomeini de Paris a Irán

Segundopaso – La llegada del Imam Jomeini de Neauphle-le-Château a Irán estuvo acompañada de varios eventos, algunos de los cuales se nombra aquí, como la despedida en París a la gloriosa bienvenida y discursos del Imam en Teherán. Palabras clave: Imam Jomeini, Irán, París

El ayatolá Jomeini salió de su residencia en Neauphle-le-Château, París, y se dirigió al aeropuerto. En el momento de su partida, el jefe de la gendarmería regional lo acompañó y expresó su anhelo de que los franceses le hubiesen brindado el cobijo necesario. El Imam Jomeini agradeció la hospitalidad del pueblo francés en el aeropuerto Charles de Gaulle de París. Un gran número de iraníes que vivían en Francia se reunieron en el aeropuerto y corearon consignas.

 

El avión tenía sólo 200 pasajeros

El avión que llevaría a Jomeini a Irán tenía sólo 200 pasajeros. Air France dijo que debido a la posibilidad de que no se le permita aterrizar al avión, no tenía la cantidad habitual de pasajeros y, en cambio, almacenó gasolina por si debía regresar a Francia.

 

¿Quiénes estaban parados al pie de las escaleras del avión del Imam?

Ocho miembros del Frente Nacional de Irán estaban parados a los pies de los escalones del avión. Ahmad Jomeini, hijo del ayatolá Jomeini, fue el primero en salir. Más de 100 periodistas y camarógrafos descendieron del avión antes de que saliera el Gran Ayatolá. Acompañado por azafatas de Air France, Jomeini bajó por escalones del avión y el eco del grito de “Dios es Grande” llenó el lugar.

 

Ayatolá Jomeini estaba llorando cuando se bajó

Cuando el Imam descendió los escalones del avión, hubo un gran revuelo entre los periodistas y quienes habían llegado a darle la bienvenida. En un Mercedes-Benz se dirigió hasta la sala del aeropuerto, donde la gente lo esperaba.

¿Qué grupos dieron la bienvenida al Imam Jomeini en el aeropuerto?

Se establecieron pequeñas secciones en la sala del aeropuerto donde representantes de varios grupos sociales saludaron al Gran líder de Irán. Estaban presentes clérigos, musulmanes sunitas, minorías religiosas, partidos y comunidades religiosas, profesores universitarios, jueces y juristas, estudiantes, médicos e ingenieros, el sindicato conjunto de la industria petrolera, campesinos, obreros, maestros, comerciantes, gremios y representantes de los medios de comunicación.

 

Palabras de bienvenida de un estudiante al Imam Jomeini

Después de que el ayatolá Jomeini ingresó al vestíbulo del aeropuerto de Mehrabad, se recitaron versículos del Sagrado Corán. Luego, un estudiante felicitó la llegada del líder de la revolución nacional.

“En el nombre de Dios, El Clemente, El Misericordioso.

Con permiso del líder de la nación iraní. Déjame decirte que mis ojos son tu morada. ¿Qué es más querido para la nación iraní que dar su vida por su líder devoto e ilustrado y qué es más glorioso que llamarlo un servidor puro de la verdad? ¡Oh puro siervo de Dios, ¡Oh, musulmán seguidor de Muhammad, ¡Oh, chiíta sincero, ¡Oh, señal de Dios!

La nación iraní, vio en su carácter y experiencia, especialmente en los últimos quince años de liderazgo de esta comunidad que se le ha confiado que es un ejemplo claro de la promesa de Dios a los guerreros y buscadores del verdadero camino: ¡Si auxiliáis a Dios, Él os auxiliará y consolidará vuestros pasos!

La nación iraní espera ansiosamente el decreto de su gran líder, y no se rendirá hasta establecer una sociedad monoteísta, una sociedad en la que el ser humano está libre de la esclavitud a manos de otro ser humano, donde se derogue la explotación, las desigualdades, donde desaparezcan por completo los ídolos políticos, económicos y sociales, donde se instaure la igualdad y la hermandad en el verdadero sentido de la palabra y donde los efectos de dos mil quinientos años de tiranía y cuatrocientos años del colonialismo desaparecerá y se establezca un gobierno divino”.

 

 

Palabras del Imam en el aeropuerto

Después de su bienvenida, el Imam Jomeini dio un discurso:

“Agradezco las emociones de todas las personas. La carga de la nación iraní es una carga pesada que no puedo compensar. Agradezco a los clérigos que sacrificaron sus vidas, a los estudiantes que sufrieron, a la clase empresarial y a los comerciantes que estaban en aprietos, a los jóvenes comerciantes, a los jóvenes universitarios y a las escuelas científicas que dieron su vida, a los profesores universitarios, a los jueces de la judicatura, a la gente de todas las clases sociales, a los empleados, a los trabajadores, a los campesinos y a toda la nación.

Fue un esfuerzo extraordinario que lo lograron con la unidad. Eso sí, su victoria es solo un paso. Han sacado al principal traidor llamado Mohammad Reza, quien, aunque se dice que ha sido pisoteado en el extranjero, y ahora que lo han rechazado y no le dan paso ha recurrido a sus iguales, no es más que una vacía fantasía. Después de 50 años de sus traiciones y las de su dinastía, después de treinta años de sus crímenes, este traidor a la patria nos hizo retroceder, explotó nuestro país, destruyó nuestra agricultura, destruyó el país.

También ha subordinado el ejército a las fuerzas extranjeras. La victoria será en el momento en que no intervengan las manos extranjeras y que todas las raíces de la monarquía sean despojadas de esta frontera.

Lo que está pasando últimamente, tratan de traer de vuelta a los agentes de estos del antiguo rey o mantener otro régimen o una monarquía, deben saber que se acabó. No habrá más intentos y si no se rinden esta nación los someterá.

Agradezco a todas las clases sociales de la nación. La victoria se ha debido a la unidad de los musulmanes, la unidad de las minorías religiosas y la unidad espiritual y política. Todos sabemos que la unidad es la clave de la victoria. No hay que perderla y Dios no quiera que los demonios creen división entre ustedes. Les agradezco a todos ustedes y pido a Dios Todopoderoso que corte la intervención extranjera y la de sus partidarios…”

Con la partida del Imam Jomeini, miles de personas se reunieron a su alrededor colapsando el camino. Las calles estaban completamente cubiertas de rosas. Dos camiones se movían frente al automóvil del Imam Jomeini, eran cientos de reporteros de todo el mundo.

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