En un artículo publicado en el tabloide Newsweek el pasado 17 de abril de 2020[1], la pandemia del COVID-19 está obligando a los gobiernos y a las fuentes de noticias a proporcionar el asesoramiento más preciso y útil a la población mundial, ya que la enfermedad está de hecho a su alcance mundial.

Los profesionales de la salud tienen una gran demanda, al igual que los científicos que estudian la transmisión y el efecto de las pandemias. En este sentido, expertos como el inmunólogo Dr. Anthony Fauci y el reportero médico Dr. Sanjay Gupta están diciendo que una buena higiene y cuarentena, o la práctica de aislar a otros con la esperanza de prevenir la propagación de enfermedades contagiosas, son las herramientas más eficaces para contener COVID-19.

Sorprendentemente, para muchas personas que no están familiarizadas con el islam y sus enseñanzas, el profeta Muhammad, quien habitó en esta Tierra desde el 22 de abril de 571 d. C hasta el 8 de junio de 632 d. C, sugirió una buena higiene y cuarentena durante una pandemia.

Sí, Muhammad, el profeta del islam, hace más de 1.300 años, habló sobre las recomendaciones para estos casos.

Si bien no era de ninguna manera un experto “tradicional” en asuntos de enfermedades mortales, Muhammad (P), sin embargo, tenía consejos sólidos para prevenir y combatir un virus como el COVID-19: “Si oyes hablar de un brote de peste en una tierra, no entres en ella; pero si la plaga se propaga en un lugar mientras estás en él, no salgas de ese lugar”. También dijo: “Las personas con enfermedades contagiosas deben mantenerse alejadas de aquellos que están sanos”.

El profeta Muhammad (P) también alentó encarecidamente a los seres humanos a adherirse a las prácticas higiénicas que mantendrían a las personas a salvo de la infección. Consideremos entonces los siguientes reportes o dichos del profeta, según lo reportado por el artículo en mención, escrito por el Dr. Craig Considine, quien es un erudito, profesor universitario, orador mundial y colaborador de los medios de comunicación con sede en el Departamento de Sociología de la Universidad Rice. Es autor de “The Humanity of Muhammad: A Christian View” (Blue Dome Press, 2020), e “Islam in America: Exploring the Issues” (ABC-CLIO 2019), entre otros.

“La limpieza es parte de la fe.” “Lávense las manos después de despertar; ustedes no saben dónde se han movido sus manos mientras duermen”. “Las bendiciones de los alimentos residen en lavarse las manos antes y después de comer”. Esto para prevenir contagiarse. ¿Y si alguien se enferma? ¿Qué tipo de consejo daría Muhammad (P) a sus semejantes que sufren de dolor?

Pues bien, este santo hombre animaba a las personas a buscar siempre tratamiento médico y medicamentos: “Haced uso del tratamiento médico”, dijo, “porque Dios no ha hecho una enfermedad sin nombrar un remedio para ella, con la excepción de una enfermedad: la vejez”.

Tal vez lo más importante es que sabía cuándo equilibrar la fe con la razón. En las últimas semanas, algunos han llegado a sugerir que la oración sería mejor para mantenerse alejado del coronavirus que adhiriéndose a las reglas básicas de distanciamiento social y cuarentena. ¿Cómo respondería el profeta Muhammad a la idea de la oración como la forma principal —o única— de la medicina? En muchas narraciones proféticas, encontramos que Muhammad (la Paz de Dios sea con él y sus descendientes) animó a la gente a buscar orientación en su religión, pero esperaba que tomaran medidas de precaución básicas para la estabilidad, la seguridad y el bienestar de todos. En otras palabras, esperaba que la gente usara su sentido común.

Mag. Angélica M. Rojas Isaza