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Geopolíticas guerreristas vs. posicionamientos geoeconómicos emergentes Foro Económico de San Petersburgo

Segundo Paso para Nuestra América.- Mientras el imperialismo decadente de Occidente se diluye en el odio; la Rusia de Putin, junto a China, Irán, Turquía, América Latino Caribeña, África e India, entre otros,  avanzan en la construcción de un mundo sin hegemonías. Y es que las relaciones internacionales están cambiando aceleradamente y nuevos actores entran en juego, en pro de una nueva geopolítica de amplia base y con énfasis en el desarrollo de bloques geoeconómicos.

geopolíticas guerreristas 

La mayoría de los análisis de la política exterior de los EEUU, UE y el UK, a tenor de las evidencias, señalan que están en una confrontación universal contra la humanidad no alineada a su mandato, la cual es camuflada de inocuidad por los medios, redes y demás aparatos ideológicos para manipular, con descargo de la realidad concreta, las conciencias de quienes por omisión u desconocimiento han asumido partido a favor de su hegemonía.

En ese sentido, las potencias occidentales, aunque derruidas por los efectos de sus males sociales y la pérdida de dominio ante el surgimiento del mundo multipolar; juegan simultáneamente un ajedrez perverso en varios tableros, conjugando como aciertos el extermino y destrucción de todo atisbo de autodeterminación de los pueblos que potencian su fortaleza y asumen el antiimperialismo como base sustancial de sus relaciones internacionales. 

En ese orden de ideas, los EEUU convocó a la Cumbre de las Américas y, al mismo tiempo, excluyó en dicho evento a Cuba, Nicaragua y Venezuela, lo que dio como resultado un fracaso en lo organizativo; trastocó la agenda planteada y develó el afán del hegemónico por mostrarse, por un lado, como amo y señor de la voluntad universal y, por el otro, hacer control de daños y contar a los pocos aliados que aún siguen subordinados a su mandato.

Al imperio poco le importa el debate propositivo con sus adversarios ni la solución política de sus diferencias con sus vecinos; tampoco muestra interés de lograr puntos de coincidencia para avanzar, pues más interés tiene por asegurar la “lealtad” de sus lacayos -y ratificar, por lo menos, una parte del otrora patio trasero que controló en el siglo XX- que admitir que el mundo no les pertenece y que sus vecinos están en franco proceso de liberación, avanzando en su reposicionamiento en la nueva realidad internacional, pluriétnica y multipolar.

En ese sentido, solo Colombia, Chile y Brasil, aplaudieron a rabiar la exclusión de las naciones libres, y aunque los demás países convocados se manifestaron contrarios a la exclusión, la prepotencia imperial no presto atención. El resultado no fue una Cumbre el abismo de las incomprensiones y las malas intenciones imperiales. 

Hay cumbres y abismos; y al parecer nadie le dijo a Mr. Biden cuál era la diferencia. La Cumbre de las Américas es un evento que convoca a los jefes de Estado y de Gobierno del continente, es decir, debería ser la reunión de todos los gobiernos, sin distinción de raza, credo o religión; pero en esta ocasión su anfitrión perdió el norte político de la sana convivencia, desechando una excelente oportunidad, para marcar los objetivos, planes y metas del hemisferio, dentro de un clima de respeto a la autodeterminación de los pueblos y el desarrollo de los potenciales que le son propios a cada nación.

El tema central de la convocatoria era aunar esfuerzos para que todo el continente se avocara a la “Construcción de un futuro sostenible, resiliente y equitativo”. Pero la política estadounidense y los planes de Mr. Joe Biden juegan a la división entre los afectos al imperio y los que, sin menoscabo de sus preferencias políticas, no están dispuestos a ser parte de viejo y derrotado patio trasero. 

Posicionamientos geoeconómicos emergentes

Ahora bien, mientras Occidente desarrolla todas sus potencialidades en pro de sus nefastos objetivos de dominación, en el mundo están surgiendo alianzas estratégicas que, sin subordinación ni tutelaje de ningún imperio, constituyen bloques de poder no hegemónicos, los cuales, además de hacer comercio libre, intercambian sus fortalezas desde la diversidad cultural, política y económica de los convocados, mostrando las oportunidades y desarrollando las potencialidades de cara a la construcción de un mundo más vivible, el cual le está marcando un nuevo territorio geoeconómico y político amplio y suficiente que en términos reales agrupa a dos tercios de la población mundial.

En la América Latino Caribeña, por ejemplo, las políticas de integración expresadas en el ALBA, UNASUR, CELAG, PETROCARIBE, entre otras, han demostrado la vigencia de las tesis de la multipolaridad, con especial énfasis en la solidaridad y la complementariedad.

En ese orden de ideas, el presidente Nicolás Maduro, siguiendo la senda de la política exterior bolivariana ejecuta una gira con la cual rompe el ilegal bloqueo económico financiero impuesto por los EEUU, y logra reposicionar a la República Bolivariana de Venezuela, como un país lleno de oportunidades, con respeto a la diversidad cultural y comprometido con la producción.

Un país potencia, con una política exterior empeñada en la Paz y la Prosperidad, conducida por un Presidente Pueblo Conductor de Victorias, cuya gira es catalogada por todas las naciones que visitaron, como una exitosa y victoriosa ruta por los hermanos países euroasiáticos y de África .                      

Foro de San Petersburgo

Ahora bien, mientras occidente va de abismo en abismo, haciendo de la guerra su único negocio. En Eurasia se convoca al Foro Económico más importante de esa región, una iniciativa que congrega a las economías más pujantes del mundo y desde su fundación en 1997, se ha desarrollado y fortalecido constantemente, convirtiéndose en un espacio único para amplios debates en aras de la cooperación entre todas las naciones. 

San Petersburgo, Rusia, la gran nación que está siendo atacada militarmente a través de Ucrania y bloqueada comercialmente por todos los gobiernos arrodillados al poder imperial. Una Rusia que cada día se supera a sí misma, dejando atrás los daños a ella propinados luego de la caída del muro de Berlin y de los inefables relatos mediáticos, que a falta de argumentos veraces, reeditan los viejos esquemas de la guerra fría. 

Embargo de pecado, La Rusia de Vladimir Putin, Abierta a la multipolaridad; al respeto a la autodeterminación y el desarrollo comercial con el mundo entero, incluyendo a los rabiosos imperialistas de los EEUU, UE, UK, sigue demostrando la seriedad y el compromiso que le son propios a las potencias emergentes frente a la desmoronada unipolaridad de occidente y sus secuaces. 

En ese sentido, el mencionado foro, realmente unen y acercan a personas de diferentes países y, para ello, se vale de una comunicación directa, basada en la confianza mutua, que impulsa en gran medida los proyectos e iniciativas empresariales y, por lo tanto , mueve a toda la economía mundial. A dicho evento, asisten representaciones de los más diversos Estados y Gobiernos, desde un Jair Bolsonaro, presidente de Brasil y servidor complaciente de los designios de la Casa Blanca, hasta Cuba, la heroica e indoblegable antiimperialista, bloqueada y asediada por el imperio. Y es que el Foro en San Petersburgo es un resonador geopolítico y geoeconómico, que está en constante desarrollo y ubica a Eurasia en el epicentro de grandes transformaciones en el mundo contemporáneo. 

Quien tenga ojos que vea, el mundo va rumbo a su liberación, ha llegado el fin del imperio. Pero cuidado, el águila calva y desplumada, símbolo de la decadencia de los EEUU, sigue siendo un peligroso enemigo de la humanidad.

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