SP NuestrAmérica

Izquierdas y progresismos en América Latina (II)

Autora: María Alejandra Portillo. Ilustración: Etten Carvallo

Segundo Paso para Nuestra América.- En este ensayo se reflexiona críticamente sobre las izquierdas y progresismos latinoamericanos, aproximándonos desde la esferas política, económica y cultural a los desafíos que emergen cuando se avanza, no sin contradicciones, hacia lo distinto posible.

Los sistemas políticos latinoamericanos atraviesan hoy profundos reacomodos. Las izquierdas y progresismos, como alternativas políticas en América Latina, se encuentran ante los desafíos de profundizar en las líneas programáticas de las luchas de liberación nacional y, su concreción como alternativas ante las demandas económicas de los pueblos de cara al neoliberalismo en una de sus fases más violentas.

Estos desafíos tienen profundas raíces políticas, económicas y culturales. En lo político, uno de los factores más determinantes es su permanencia objetiva en el gobierno; esto nos lleva, al menos, hacia dos direcciones: la primera, hacia la necesidad de avanzar en la formación política del entramado institucional y su relación con las comunidades organizadas o en procesos de organización, reconociendo los saberes de la praxis comunitaria; y la segunda, hacia los procesos electorales.

Sobre el primer asunto, se debe avanzar en la materialización del desplazamiento de una clase por otra. En este sentido, la consolidación de una nueva institucionalidad debe estar sustentada por un ejercicio del poder desde la formación de la conciencia del entramado burocrático que lo sostiene y seguir creando espacios de posibilidad para las trasformaciones necesarias al crear vasos orgánicos entre el pueblo, como sujeto histórico, y un cuerpo político bajo lógicas críticas del ejercicio del ejercicio; ya no como representación, sino como espacios de transformación y ruptura contrahegemónica bajo formas de democracia radical.

En cuanto a lo electoral, es importante señalar que, históricamente, las izquierdas no fueron alternativas electorales de gran envergadura en el imaginario general, quizás debido a la clandestinidad y fragmentación que caracterizaron a la mayoria de esos partidos; en este punto hago un reconocimiento a los partidos comunistas latinoamericanos que han permanecido a lo largo de nuestras historias políticas, resistiendo desde procesos dictatoriales tremendos hasta las democracias neoliberales que hoy plagan nuestro continente. Retornando la atención al análisis electoral, fueron la democracia social y, en menor medida, el cristianismo social los que llenaron los espacios políticos fundamentales en el siglo XX.

En los albores del siglo XXI se marcó la diferencia, los partidos de izquierda y progresistas ya no solo eran opciones electorales, sino los grandes vencedores en la región, erigiéndose como manifestación de las contradicciones y desigualdades generadas por las democracias burguesas neocolonizadas y conservadoras. Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador, en una primera fase de trasformaciones del escenario político del continente; y hoy son Perú, México, Venezuela y de nuevo Bolivia.

Sin embargo, este proceso no ha sido políticamente lineal luego del 2010. fundamentalmente los antagonismos se han hecho presentes, las rupturas no han sido lo suficientemente profundas y el neoliberalismo ha marcado la pauta en los flujos y reflujos electorales nuevamente, dando como vencedores a gobiernos proimperialistas, bajo democracias tecnocráticas. Volviendo a la lógica electoral, las siguientes cifras son de interés,

¿Con qué fuerzas se cuenta para hacer la revolución? Según los resultados de las elecciones izquierdas presidenciales, parlamentarias o municipales, tanto la derecha como la latinoamericana han ganado o han perdido por una diferencia de 5% a 10%, es decir, que cuando cada una de las fuerzas en disputa pierde la presidencia se hace guardando alrededor del 45% de los votos de la población; con la ventaja histórica de que las luchas electorales ya no son entre liberales y conservadores, como en el siglo pasado, sino entre la derecha pro-imperialista y organizaciones que luchan por la soberanía nacional (Núñez 2018: 218)

Esto último evidencia la necesaria resignificación de los proyectos nacionales progresistas y de izquierda, siendo necesario el aprendizaje a partir de la experiencia y la generación de mecanismos de reconexión y relegitimación, ejercicio del poder en clave crítica. Esos datos hablan de una correlación de fuerzas que permiten comprender que el visón del voto castigo y las debilidades en la aplicación de políticas sociales deben ser superadas por condiciones objetivas y subjetivas políticamente más orgánicas.

En relación a la esfera económica, la relación centro-periferia se mantiene ante los grandes esfuerzos que se realizan por parte de las izquierdas latinoamericanas en ejercicio de gobierno, por crear condiciones para garantizar la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Las luchas antiímperialistas y por la liberación nacional están traducidas en los lineamientos programáticos de los gobiernos de izquierda, las agendas públicas avanzan hoy no sin dificultad hacia la profundización de nuevos esquemas de integración e intercambio. Transformar la lógica económica hacia perspectivas radicalmente distintas requiere necesariamente destruir el sistema económico anterior, basado en la propiedad privada del capital y construir progresivamente un nuevo sistema económico, basado en la propiedad colectiva del capital —estatal, cooperativa y autogestionaria (Núñez 2018: 209).

Finalmente, haciendo alusión a la esfera cultural, sin antes destacar que esta esferas están interconectadas dialécticamente, existe hoy una lucha permanente por la construcción de identidades colectivas que traduzcan las formas diversas que se hacen presentes en Nuestra América, los relatos mestizos, indígenas, negros, campesinos, femeninos, trasnversalizados por sufrimientos comunes, por luchas comunes, pero no aplanados por la homogenización, avanzan hacia horizontes de sentido en los cuales las voces se cristalizan en nuevas formas de comprender el poder como emancipación y reconocimiento del otro y los otros distintos.

NÜÑEZ, Orlando (2018)  El Imperio Contraataca . En  Los gobiernos progresistas y de izquierda en América Latina: apuntes para un debate y un balance necesarios Roberto Regalado (compilador).

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