El conflicto en Ucrania comenzó en 2014, tras la anexión de Crimea por parte de Rusia después de un referéndum en la cual la población elegida anexarse a la Federación de Rusa, además de las tensiones en el este de Ucrania.

La anexión de Crimea fue ampliamente condenada por la comunidad internacional y llevó a una serie de sanciones contra Rusia.

En el este de Ucrania, las regiones de Donetsk y Lugansk declararon su independencia en 2014, formando las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. Estas regiones se vieron envueltas en un conflicto armado entre fuerzas separatistas respaldadas por Rusia y el gobierno ucraniano. Se estima que el conflicto ha dejado más de catorce mil muertos y desplazados internos.

A lo largo de los años, se han llevado a cabo varios intentos de alto al fuego y negociaciones de paz, como los acuerdos de Minsk en 2014 y 2015 (hoy día se conoce por la ex canciller de Alemania Ángela Merkel, que los acuerdos de Minsk, fueron una mampara para dar tiempo de preparar a Ucrania para la guerra). Sin embargo, la situación continúa siendo inestable y se producen violaciones continuas de los acuerdos por ambas partes.

La presencia y el apoyo de Rusia a las fuerzas de Donetsk y Lugansk (En donde se declararon como Repúblicas Independientes, reconocidas por Rusia), fue un factor clave en el conflicto. Esto llevó a tensiones entre Ucrania y Rusia, así como a tensiones más profundas entre Rusia y los países occidentales.

En términos políticos, Ucrania ha pasado por varios cambios desde el inicio del conflicto. Desde golpe de estado al presidente Viktor Yanukovich, sobre los sucesos del Maidán, promovidas por el gobierno del Sr. Obama desde los EEUU, pasando por elecciones presidenciales y parlamentarias, formando nuevos gobiernos, obedeciendo los intereses de los EEUU.

La situación general del concepto de la operación del conflicto interno en Ucrania, obligó al Gobierno de la Federación Rusa a actuar para proteger la vida de ciudadanos rusos en el Donetsk y Lugansk, denominando la intervención Rusa como “Operación Especial”, dando inicio a un conflicto ya construido y planificado desde el Pentágono (USA), para ser ejecutado y llevado por la OTAN, a fin de desgastar y destruir a la Federación Rusa.

En ese orden, una vez iniciadas las operaciones militares en el conflicto, éstas tuvieron un impacto significativo en la economía ucraniana y en la vida de los ciudadanos, especialmente en las áreas afectadas por el conflicto, quienes tuvieron que ser llevados a suelo ruso con el fin de salvaguardar los derechos humanos de las personas forzadas a huir, ya que las operaciones fueron aumentando en intensidad, hasta alcanzar líneas máximas de avance, objetivos principales y secundarios por las fuerzas de la Federación.

A un año y tres meses de iniciados las operaciones militares, en Ucrania en el área de la “Operación Especial”, y una vez tomada la ciudad de Bakhmut, las próximas posibles acciones (futuras direcciones de ataque y ejes de avance) de las fuerzas militares de la Federación Rusa involucradas en el conflicto en Ucrania van a variar en función de numerosos factores políticos, militares y diplomáticos de la Unión Europea y de la OTAN, las cuales son altamente inciertas y pueden escalar aún más el conflicto.

Es posible que se presenten escenarios futuros, considerando diferentes tendencias y variables después del avance ruso en el terreno, al ocupar y tomar el control total de la ciudad de Bakhmut y la de destruir los almacenes logísticos principales de retaguardia en donde se custodiaban las armas y municiones para la artillería, la aviación y demás pertrechos de combate enviados por la OTAN (con el fin ser utilizados para una contra ofensiva), que generó una explosión de carácter nuclear, por encontrarse en dicho depósito, parte de la munición con uranio empobrecido.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que al procurar examinar en prospectiva, no se alcanza predecir con certeza lo que sucederá en el futuro, ya que en un escenario de guerra priva el caos y estará sujeta a numerosas variables y eventos imprevistos.

En consideración a los últimos acontecimientos en el teatro de la guerra, algunas posibles direcciones que podría llevar el conflicto en Ucrania:

1. RESOLUCIÓN PACÍFICA: Existe la posibilidad de que las partes en conflicto logren llegar a un acuerdo de paz duradero a través de negociaciones y compromisos. Esto podría implicar la implementación exitosa de nuevos acuerdos, tomando en consideración que la República Popular de China, envió recientemente a un embajador para poder ir construyendo una mesa de paz, al igual que se han hecho públicos los deseos del Papa Francisco, quien recientemente al igual que el embajador Chino tuvieron entrevistas con el Sr. Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, quien de antemano no acepta ningún requerimiento por la parte rusa para abordar las preocupaciones y desafíos subyacentes en la región.

2. ESCALAMIENTO DEL CONFLICTO: Si las negociaciones de paz no tienen éxito o si se producen violaciones graves de los acuerdos existentes (como usar armas nucleares), existe el riesgo de un aumento en la intensidad del conflicto. Esto podría llevar a una mayor participación de actores regionales y a un aumento en las hostilidades, lo que podría resultar en un mayor número de víctimas y una mayor devastación en la región, con el riesgo que se extienda el conflicto a otras regiones del globo.

3. CONGELAMIENTO DEL CONFLICTO: Una posibilidad es que el conflicto se mantenga en un estado de “congelamiento”, donde se mantienen las líneas de confrontación existentes y las partes en conflicto se encuentran en un punto muerto. Esto podría implicar un estancamiento prolongado, con un impacto continuo en las poblaciones afectadas y una falta de resolución a largo plazo.

4. INVOLUCRAMIENTO INTERNACIONAL: El conflicto en Ucrania ha sido objeto de una amplia atención y ha llevado a tensiones entre Rusia y los países occidentales de la OTAN. Dependiendo de la evolución de los eventos, podría haber un mayor involucramiento internacional, ya sea a través de más sanciones adicionales, esfuerzos diplomáticos intensificados o incluso una intervención militar limitada por parte de actores externos, llámese EEUU, Reino Unido, Francia , Alemania entre otros (OTAN), quienes en la pasada reunión del grupo G7, acordaron continuar la guerra y enviar todos los aviones F-16 americanos a Ucrania, con el fin de tratar de dar superioridad aérea en el área de la operaciones, intentando compensar el poder relativo de combate.

En consideración a lo anterior, es el gran negocio para las empresas de aviación militar norteamericanas ofrecer a los países de la OTAN, el F35, en sustitución del F16. El gran negocio redondo del Sr. Biden en la guerra de Ucrania.

Sin embargo, esta medida de entregar F16, es colocar a pilotos ucranianos que deberán ser entrenados para el combate aéreo, evadir la artillería antiaérea con equipos de más treinta años de uso y de vieja generación que no tienen esos sistemas modernos, ni cuentan con las ventajas competitivas frente a un SUK 30, 35 o 55, como decimos en Venezuela: “no la tienen fácil”.

Es importante tener en cuenta que la situación en el terreno puede ser mucho más compleja y dinámica. Además, la evolución del conflicto en Ucrania está sujeta a cambios y eventos imprevistos que pueden alterar los cálculos y las estrategias de los actores involucrados, debido a factores políticos, militares y diplomáticos que podrían influir en el conflicto tales como:

Factores políticos:

1. Política interna de Ucrania: La estabilidad política en Ucrania, la capacidad del gobierno para abordar las demandas en apoyo a las operaciones militares, las preocupaciones de diferentes grupos étnicos y regiones, así como la eficacia de las instituciones políticas, pueden tener un impacto en el conflicto, en el espíritu militar y la moral de los combatientes.

2. Relaciones internacionales: Las relaciones de Ucrania con otros países y actores internacionales, como Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN, pueden tener un impacto en la dinámica del conflicto. Las alianzas y los acuerdos bilaterales pueden influir en el apoyo político y militar que recibe Ucrania.

Factores militares:

1. Capacidad y disposición militar: Las capacidades militares y la voluntad de utilizar la fuerza por parte de las partes en conflicto, incluyendo Ucrania y Rusia, son factores clave. Esto incluye el tamaño y la calidad de las fuerzas armadas, el armamento disponible, la estrategia militar y la capacidad logística.

2. Apoyo militar externo: El apoyo militar proporcionado a Ucrania por parte de países aliados o por su parte el uso de armas modernas de última generación por parte de Rusia, en especial la tecnología hipersónica, puede tener un impacto en la intensidad y el curso del conflicto. Los suministros de armas, el entrenamiento y la asistencia técnica pueden influir en la capacidad militar de las partes involucradas.

Factores diplomáticos:

1. Negociaciones y mediación: Los esfuerzos diplomáticos y de mediación llevados a cabo por actores internacionales y organizaciones, como la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), pueden tener un impacto en el avance hacia una solución pacífica y en la reducción de las tensiones.

2. Presiones y sanciones internacionales: Las presiones políticas y económicas, incluyendo las sanciones impuestas por la comunidad internacional a Rusia, pueden influir en el comportamiento de los actores involucrados y en la búsqueda de una solución diplomática.

3. Intereses geopolíticos: Los intereses geopolíticos de las potencias nacientes del Nuevo Orden Mundial como Rusia, China e India (Euro-Asiáticas), y del Viejo Orden como lo es EEUU con los países de la OTAN, que pueden influir en el conflicto si continúan respaldando a Ucrania en el conflicto de manera activa, y aumentan su intervención, promoviendo una escalada en el conflicto.

4. Incumplimiento de acuerdos: Si las partes en conflicto no cumplen con los acuerdos previos o si los acuerdos de no suministro armas con cabeza nuclear tácticas o estratégicas a Ucrania se violan, podría haber un deterioro en la confianza y un aumento en las hostilidades.

Es importante tener en cuenta que estos factores son sólo paradigmas generales y que la situación en el terreno puede ser mucho más compleja y dinámica. Además, la evolución del conflicto en Ucrania está sujeta a cambios y eventos imprevistos que pueden alterar los cálculos y las estrategias de los actores involucrados.