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Violeta Parra: El canto popular como creador de universos de reconocimientos insurgentes

AUTORA: MARÍA ALEJANDRA PORTILLO. ILUSTRACIÓN: ETTEN CARVALLO

Segundo Paso para Nuestra América.- Violeta Parra con su canto, poesía, arpilleras y décimas rompió lógicas que pretendían traducir las realidades del pueblo chileno y los pueblos del sur, vistos, como estampas bucólicas “despolitizadas” del folclore nacionalista y militarista. Su voz desafió a presidentes, curas y profesores del sistema periférico dominante y dominado, a las visiones tradicionales sobre el amor, la región y la política, trajo consigo de la tierra campesina y rural al pueblo profundo.

1917, el mismo año en el que la Revolución Soviética marcará un hito histórico que hará transcender la noción de pueblo conocida hasta el momento, nace Violeta, la cantante, decimista, poeta y tejedora que dará voz al pueblo redefinido en la lucha popular de los y la de abajo en clave chilena, en clave sureña, en clave latinoamericana.

Violeta creará durante toda su vida artística espacios populares de ruptura, espacios en los cuales pondrá en evidencia la necesaria superación del “folklorismo nacionalista” generado como mecanismo de traducción neocolonial “de lo que debía ser” la cultura popular. Su canto invita a cuestionar lo idílico del campo chileno, la relación romantizada del campesino y el patrón, de la inquilina y el arrendador.

Es por esto que su canto es un desgarro por el desarraigo a la tierra, de su tierra, de nuestra tierra; un desarraigo que llevará a miles de sureños del campo a la ciudad en la transición de la hacienda a la fábrica. Es en ese contexto donde nace la artista, y que la llevará en su juventud junto a su hermana a cantar en Santiago los cantos del pueblo que busca un lugar en las grandes ciudades, su canto es sentir de la vida expropiada.

Otra transición fundamental que acompañó la obra de los Parra, y en este punto es obligatorio mencionar al poeta Nicanor Parra, hermano mayor de la Violeta, así como también, los esfuerzos familiares que acompañaran la obra de los hermanos más destacados; fue la incorporación de los medios de comunicación masivos como la radio, el cine y la televisión a la estrategia político-comunicacional del Estado, lo que permitió profundizar en el pueblo chileno la matriz de opinión de una cultura popular, nacionalista, militar y democratizadora del liberalismo que venía en desarrollo.

Ante esas realidades Violeta Parra “desentierra” de lo más profundo del pueblo chileno su esencia sin esencialismos, haciendo un recorrido por las diferentes regiones del país. Escuchando, grabando y aprendiendo de la canción, la poesía, las decimas a contracorriente que van a dar a la autora su definición como intérprete comprometida con la visibilización del Chile profundo, explotado, nada edulcorado como la propia voz de la cantante.

Sus letras son irrupciones que van en contra de todos los mecanismos de explotación, hay un juego que prevalece en su narrativa creando dualismo entre pares de contrarios, esto es trabajador-propietario, pobre-rico, campo ciudad, arremete en contra de lo establecido por la iglesia y escuela conservadoras, las instituciones del poder que cubriendo al Estado generan condiciones para la enajenación de los desposeídos, dejemos que ella a través de sus letras lo exprese mejor.

“Miren como sonríen/ los presidentes/ cuando le hacen promesas/ al inocente. / Miren como le ofrecen/ al sindicato/ este mundo y el otro/ los candidatos. / Miren como redoblan/ los juramentos/ pero después del voto/ doble tormento”. Violeta en su canción: Miren como sonríen.

Del mismo modo, acuna en sus letras a la iglesia, escuelas, universidades y estudiantes del pueblo, aquellos que están inmersos en la cotidianidad de lo común, al discurso de resistencia desde una fe y una formación popular, comunitaria, insurgente y transformadora, de nuevo Violeta.

“¡Que vivan los estudiantes/ que rugen como los vientos/ cuando meten al oído/ sotanas y regimientos! / Pajarillos libertarios, / igual que los elementos./ Caramba y zamba la cosa/ ¡Que vivan los experimentos!” Violeta en su canción: Que vivan los estudiantes.

De la mano de esta mujer, campesina, madre y trasgresora convertida en arte y canción descubrimos entre peñas, carpas, amores y desamores a los pueblos del sur que luchan, se organizan y son capaces de crear melodías que hacen estremecer la tierra.

 

También puedes escucharlo en nuestro canal de Youtube: https://youtu.be/EG1p0aaY7f8

Acá te dejamos los enlaces de todos los episodios anteriores del Podcast Creadores desde el Sur, a cargo de la Dra. María Alejandra Portillo. Visita nuestro canal @NuestraAmericaSegundoPaso, síguenos y dale me gusta:

Episodio 1: https://youtu.be/b_BCfFyi_tU

Episodio 2: https://youtu.be/eIhAHjafpqI

Episodio 3: https://youtu.be/KRravgnV0KQ

Episodio 4: https://youtu.be/-qjwCjvbZHU

Episodio 5: https://youtu.be/-WY6E7fPPUQ

Episodio 6: https://youtu.be/oNKbk_DXQ-k

Episodio 7: https://youtu.be/FqLUgax79IE

Episodio 8: https://youtu.be/pfsKCWckS5w

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