Aimee Zambrano: Femicidios en América Latina y Venezuela. Contra una pedagogía de la crueldad

Aimee, de manera pedagógica y profunda nos lleva a conocer las raíces de este terrible flagelo, sus causas, consecuencias, pero sobre todo las maneras en que podemos coadyuvar en la prevención y protección de las mujeres y niñas.

En principio se parte de la definición y contextualización de ambos fenómenos, el Femicidio y el Feminicidio, El primero como un crimen que describe el asesinato motivado por el odio o desprecio a una mujer simplemente por serlo, y el segundo, que se extiende a un contexto más complejo que incluye la trama social, política, cultural, institucional y económica que propicia el asesinato contra la mujer, lo encubre y despliega los mecanismos para que quede impune.

A partir de estas importantes definiciones, se caracterizan las causas que propician los femicidios y Feminicidios en nuestra región y el mundo. También son desarrollados por Aimee Zambrano, la historia, tipos, y aspectos jurídicos y políticos de ambos fenómenos.

Más adelante se expone el papel de la cultura mediática respecto a la violencia, o promoción de la violencia, la banalización, la manipulación y amarillismo, así como la impunidad y relativización del fenómeno. Se estima que el aumento de los crímenes contra las mujeres, responden a que existe una precondición cultural de machismo y un sistema patriarcal que, naturaliza la violencia contra niñas, adolescentes y mujeres.

Desarrolla la antropóloga e investigadora un tema fundamental que ha denominado la “pedagogía de la crueldad”, en la que “los medios masivos de comunicación son los maestros reproduciendo constantemente este tipo de representaciones, impidiendo la empatía entre las personas, lo que dificulta la identificación entre pares y las posibilidades de desarrollar lazos de solidaridad, o tendencias hacia vínculos comunitarios y colectivistas”, diferenciando a partir de allí el papel de los medios tradicionales que manipulan, banalizan o romantizan, inclusive, los crímenes, y el desafío de construir un tipo de lenguaje comunicacional diferente en medios con perspectivas de género que permita la visibilización de la gravedad del fenómeno, la profundización del entendimiento, pero fundamentalmente la pedagogización de la prevención, la información, y la organización que permita su superación.

Sobre el trabajo de investigación de Femicidios y Feminicidios en Latinoamérica, Aimee, ha dado especial importancia a la investigación de la mexicana María Salguero, que ha sido pionera en el Mapeo de Femicidios en México; el trabajo de integración de la Red Latinoamericana contra la violencia de género, de la que forman parte la Organización Mundo Sur, Argentina – Francesa, la organización Mumalá, tambien de Argentina, el Observatorio de Equidad de Género de Puerto Rico, Articulación de mapeo de femicidios de Ecuador, y otras organizaciones de Costa Rica, República Dominicana, y diversos países que se suman en la construcción  del mapa interactivo de Feminicidios de nuestra región, donde se van agregando sistemáticamente los datos de cada nación.

Sobre el caso venezolano, la también comunicadora, expone sobre el Monitor de Femicidios de Venezuela, cuya creación ha liderado ante el vacío de información y la falta de registros oficiales de feminicidios en el país desde 2016. El Monitor realiza una sistematización a partir de los casos de Feminicidios y femicidios reseñados en medios de comunicación, desde el año 2019.

Hasta ahora, se publican los alarmantes datos, a través de informes mensuales publicados en el portal web del colectivo https://utopix.cc/  del que Zambrano es Directora Editorial e Investigadora. En su último informe de diciembre de 2021 publicado durante este mes de enero, se reseña: “Hemos podido observar cómo durante el año 2020 los femicidios se incrementaron de manera alarmante a 1 femicidio cada 34 horas, en comparación al año 2016 en el que ocurría 1 femicidio cada 72 horas. Para el año 2021 la media es de 1 femicidio cada 36 horas.”

El objetivo del Monitor, tanto como de la difusión de estos datos y análisis, radica en que tanto el Estado venezolano, como las instituciones con competencia, organizaciones sociales y ciudadanía en general, abran los ojos sobre lo que está ocurriendo, sobre las consecuencias de este flagelo, y se tomen medidas expeditas que permitan contrarrestarle. El Monitor no solo es un contador de asesinatos, en sentido llano, sino que es construcción de memoria, de conocimiento sobre esas niñas y mujeres que están siendo asesinadas solo por el hecho de serlo, y que están siendo asesinadas, cómo no, por la falta de medidas preventivas pertinentes.